Es evidente que en nuestro país existen serios problemas en cuanto a calidad y equidad en Educación
Enviado por • 19 de Marzo de 2015 • 6.476 Palabras (26 Páginas) • 232 Visitas
Es evidente que en nuestro país existen serios problemas en cuanto a calidad y
equidad en Educación. Constantemente estamos viendo en los diferentes medios
de comunicación, audiovisuales y escritos, lo difícil que es para una gran parte de la
población chilena tener acceso a una educación de calidad. Por un lado, estas
personas demandan igualdad, exigen tener acceso a una educación digna, una
educación de calidad que sea equitativa, y por otro lado, las autoridades dicen estar
haciendo grandes esfuerzos para cumplir con las justas demandas de esta sector
mayoritario de la población chilena.
Sin embargo, es posible apreciar las groseras diferencias, en cuanto a calidad
educativa, que existen entre un pequeño grupo de la población que paga y accede
a una buena educación en el sistema particular y otro gran grupo que no tiene
como pagar, por lo tanto, no lo queda más que entrar en el deficitario sistema
público de educación. Estas diferencias son aún más evidentes cuando hacemos
referencia a la educación rural.
En estos últimos años, las escuelas rurales han tenido los peores resultados en las
pruebas SIMCE efectuadas, lo que claramente demuestra que hay aquí un
problema grave. ¿Qué sucede con la educación rural, que tiene actualmente los
peores resultados académicos en el país?
Bueno, sin ir mas lejos, en el sector rural de Alquihue de la comuna de San Javier
está la escuela Candelaria Pérez, que el año 2007 obtuvo el penúltimo lugar en el
ranking de puntajes del total de escuelas de la comuna, incluyendo las escuelas
municipales y particulares subvencionadas.
En el siguiente trabajo investigativo se intentará dilucidar las razones por las cuales
esta escuela obtuvo tan malos resultados, enfocando la indagación cualitativamente
en aspectos de índole personal, familiar y social de los alumnos, sin considerar
aspectos de orden educacional como puede ser: malos docentes, problemasestructurales, escases de recursos y materiales y otros que, como todos sabemos
influyen directamente en la calidad de los aprendizajes y obviamente en la calidad
educativa.
1. Relevancia
En la escuela rural Candelaria Pérez ubicada en el sector de Alquihue,
aproximadamente a once kilómetros en dirección sur – oeste de la comuna de
San Javier, perteneciente a dicha comuna, séptima región del Maule, se observan
situaciones relacionadas con desmotivación del alumnado por el estudio,
deserción del sistema escolar por temporadas, entre otras, lo que desencadena
bajos rendimientos académicos que pueden ser corroborados en los resultados de
las pruebas de medición nacional. De hecho, el año 2007 los resultados SIMCE de
este establecimiento educacional están entre los más bajos de la comuna.
A continuación detallo los resultados correspondientes al año 20071:
4º Básico
Sector Puntaje
Lenguaje y Comunicación 218
Educación Matemática 203
Comprensión del Medio Natural 216
8º Básico
Sector Puntaje
Lenguaje y Comunicación 212
Educación Matemática 211
Estudio y Comprensión de la Naturaleza 222
Estudio y Comprensión de la Sociedad 212
Es importante destacar que un número importante de alumnos de este
establecimiento educacional no pertenecen al sector de Alquihue propiamente tal,
sino que provienen desde localidades geográficas distintas, que en algunos casos
están bastante distanciadas hasta las dependencias del colegio. Una minoría de
ellos cuenta con movilización propia, otros utilizan el medio de transporte público,
el que no actúa eficientemente de acuerdo a las reales necesidades que tienen los
alumnos, ya que no disponen de una alta frecuencia en sus recorridos2, lo que
obliga a que los alumnos en algunos casos tengan que esperar horas en los
paraderos para viajar. Existen además otros alumnos que no cuentan con
locomoción propia y tampoco con locomoción pública, los que deben realizar a pie
diariamente el trayecto desde sus casas hasta el colegio y viceversa al finalizar la
jornada escolar. En algunos casos estas caminatas se traducen en horas de viaje
a través de cerros, canales, esteros y riachuelos. Es una situación difícil y
complicada pero es la realidad de muchas personas que viven en localidades
rurales, alejadas de las urbes.
Otros aspectos importantes de destacar tienen relación con la situación económica
y cultural de las familias de los alumnos del establecimiento educacional antes
mencionado.
En el aspecto económico se debe aclarar que los alumnos se encuentran en
condición de vulnerabilidad social, vale decir provienen de hogares pobres y de
extrema pobreza, condición que en algunos casos no les permite ni siquiera
disponer de los materiales más elementales para estudiar. Otro aspecto
económico trascendental que está vinculado con la precaria situación de
vulnerabilidad familiar de los alumnos son los trabajos de temporada que se dan
en esta zona rural durante las distintas fechas de cosecha del año. Algunos
alumnos se ausentan por días o semanas de sus clases para realizar este tipo de
labores remuneradas, lo que pone de manifiesto que el trabajo es quizás mas
urgente en el corto plazo que su formación académica. Su condición devulnerabilidad familiar relega la educación a un segundo plano, ya no es prioridad
o al menos, no es la actividad más importante, pasando a ocupar un lugar
privilegiado la actividad remunerada. En todo caso la educación sigue siendo una
actividad importante, por lo menos a nivel básico. Es probable que muchos
alumnos deserten del sistema una vez finalizada su educación básica, para
dedicarse a trabajar en el campo.
Finalmente, en aspectos culturales de las familias podemos decir que muchos los
padres no terminaron su educación básica, menos aún su enseñanza media y
otros son analfabetos. Hay que destacar que estamos frente a una realidad social
muy difícil, con padres que, probablemente, no aportan mucho a la educación de
sus hijos, dejando como responsable total al sistema educacional.
2. Justificación
Al hablar de rural, hago referencia al territorio organizado en torno a procesos de
extracción natural, de producción directa de productos agrícolas, mineros o
pesqueros que además cuentan con una población relativamente dispersa o
agrupada en pequeñas villas o villorrios de no más de dos mil habitantes. Las
zonas rurales cuentan con sus propios procesos de socialización, producción y
reproducción cultural y/o lingüística, vale decir, no se define solamente por la
contradicción o diferenciación con lo urbano y tampoco por una categoría censal,
estadística o geográfica.
Según datos entregados por la Unesco el año 2004, la población escolar rural de
la enseñanza básica en el país representa en 14,03 %, cifra que es muy cercana a
la proporción de población rural del país. La matrícula de las escuelas rurales tiene
tendencia al crecimiento hasta el 5° año básico, a partir del 6° año comienza a
decrecer.Pese a los avances logrados en los últimos años en el mejoramiento de la calidad
de los aprendizajes, establecidos por mediciones nacionales, el sector rural
continúa siendo el de menores resultados. La pertinencia curricular aún es relativa,
en la medida en que no existen planes y programas propios para estas
modalidades de cursos combinados, ni adecuados necesariamente a la diversidad
de contextos culturales e interculturales rurales.
La Educación básica para la población rural constituye un sector específico del
sistema educacional, en el sentido de que se define por su localización, el carácter
cultural de la población escolar que atiende y especificidades pedagógicas
propias. La educación de la población rural en prácticamente todos los indicadores
muestra resultados menores.
Lo pedagógico constituye el mayor desafío. Los procesos de enseñanza y los de
aprendizaje se deben desarrollar bajo la racionalidad holística de los niños rurales,
asociadas a sentimientos, valores y creencias internalizadas desde la historia en la
cultura comunitaria y en el bagaje cultural personal. Los profesores deben
modificar comprensiones y prácticas para generar diseños de enseñanza
integrados y por niveles de aprendizaje según la diversidad de los estudiantes y
deben actuar adecuando programas a sus realidades e historias socio-culturales;
deben reconocer, valorar y aprovechar pedagógicamente su conocimiento
disponible, generados en sus procesos de socialización inicial comunitaria y
articularlos con los objetivos y contenidos mínimos que constituyen bases para el
ejercicio de ciudadanía y del derecho a una educación de calidad.
La selección de los contenidos culturales a integrar en el currículo es una decisión
crítica: por una parte están los definidos en los Programas de estudio que
aseguran un derecho a la igualdad en los aprendizajes; por otra los necesarios
para fortalecer las culturas locales, que aseguran un derecho a la diversidad y
pluralidad de identidades. En el currículo oculto y en el que se hace explícito,
están tanto las ideas, ideología, juicios y prejuicios de los docentes, como elconjunto de creencias y comprensiones no siempre sistematizadas y explícitas, ni
siquiera racionalizables, de que disponen los alumnos como capital cultural de
base. Los materiales, textos, recursos pedagógicos en general, se constituyen en
medios de gran impacto que permiten la vinculación con el mundo exterior y el
conocimiento acumulado fuera de sus espacios de interacción cotidianos, pero al
mismo tiempo, constituyen fuentes de aculturación que pueden en el contexto
pedagógico general, generar baja autoestima y pérdida de identidad, afectando los
aprendizajes.
Desde una perspectiva del aprendizaje se plantea que el desafío de una
educación de calidad y para el mundo actual y futuro en la escuela rural, requiere
desarrollar aprendizajes de una jerarquía que haga posible el aprendizaje de lo
que hoy día no existe o que está latente como posibilidad en la medida en que
expandamos la información cultural de que disponemos.
3. Formulación
Una vez descrita globalmente la realidad que enfrentan los alumnos y sus familias
del sector rural para tener acceso a una educación que no les está entregando las
herramientas que debiera o que, en muchos casos no está desarrollando las
competencias mínimas necesarias, vale decir, no está cumpliendo cabalmente el
propósito para el cual está diseñada, quiero hacer una separación en cuanto a
circunstancias que probablemente influyen directa o indirectamente en los
resultados académicos de los alumnos y desarrollo de sus respectivas
competencias, reagrupándolos en dos grandes segmentos: Situaciones de
carácter educacional3 y situaciones de carácter familiar y el entorno4.
Para el desarrollo de esta investigación, me abocaré a trabajar las situaciones de
carácter familiar y el entorno, dándole especial atención a las percepciones,
intenciones y opiniones que tienen el alumno, la familia y los docentes en cuanto a
la actual y futura educación5 en un ambiente rural y de características socioeconómicas
deficientes, para lo cuál se elaboraron las siguientes preguntas:
· ¿La perspectiva en un proyecto de vida al margen del sector rural forma
parte de las aspiraciones de los niños y sus familias?
· ¿El factor socio-económico de las familias de los alumnos que asisten a
una escuela rural es el elemento determinante en la deserción escolar?
· ¿El bajo nivel cultural de las familias determina el poco interés de los niños
en estudiar?
· ¿El hecho de ser habitante rural es determinante en desarrollar de interés
por la educación superior?
4. Hipótesis
Los bajos rendimientos académicos expresados por los alumnos de la escuela
rural Candelaria Pérez del sector de Alquihue de la comuna de San Javier, se
pueden atribuir principalmente al desinterés que tienen los alumnos por la
educación, a la poca importancia que le atribuyen, al escaso o nulo apoyo familiar
hacia el alumno y su educación, al bajo nivel cultural de los padres y a la precaria
situación económica que experimentan las familias.
5. Objetivos
5.1. Objetivo General
Determinar cuales son los factores de índole personal, familiar y social del alumno
y que lo condicionan negativamente en los resultados académicos y en su
desarrollo integral en la escuela rural Candelaria Pérez del sector de Alquihue de
la comuna de San Javier.
5.2. Objetivos Específicos
a. Detectar si el alumno de la escuela rural Candelaria Pérez carece de
interés por estudiar.
b. Conocer si el alumno de la escuela rural Candelaria Pérez le atribuye
a la educación la importancia que esta tiene.
c. Determinar si efectivamente la ausencia de motivación por estudiar
también afecta las proyecciones hacia estudios superiores en los
alumnos de la escuela rural Candelaria Pérez.
d. Conocer el compromiso que tienen las familias con la educación de
sus hijos en la escuela rural Candelaria Pérez.
e. Detectar de que forma la precaria situación económica de las familias
de los alumnos de la escuela rural Candelaria Pérez influye en las
proyecciones educativas de estos.
Definición de Rural
La ruralidad no se define sólo por su territorio “No-Urbano” vinculado a la
extracción o producción directa de recursos naturales, sino, como lo define
Williamson (2004), por un área de influencia que se extiende a la vida, cultura,
existencia, creencias, economías, política, organización social de los espacios de
contacto así como de las poblaciones y dinámicas urbanas, particularmente en
ciudades pequeñas y medianas, ampliándose a las condicionantes básicas del
desarrollo local y regional.
Por lo tanto se entenderá por Rural el territorio6 estructurado en torno a procesos
económicos de extracción natural, de producción directa de productos
agropecuarios, mineros o pesqueros, que cuentan con población relativamente
dispersa o agrupada en pequeñas villas de no más de 2.000 habitantes. Además,
agrega Williamson (2004), que lo rural cuenta con procesos de socialización,
producción y reproducción cultural y/o lingüística particulares. No se explica sólo
por la contradicción, tensión o diferenciación con lo urbano ni se define sólo por
una categoría censal, estadística o geográfica. Hoy se define más que por la
estabilidad, por la dinámica de transformación en que se encuentra y que afecta a
todas las dimensiones del territorio, de la existencia, de la economía local,
organización social y socialización, de las culturas, de las creencias y las lenguas.
Los límites entre lo urbano y la ruralidad son plásticos, difusos, como un
enmarañado de redes de relaciones que no tienen ni comienzo ni fin preciso, el
mundo rural se extiende por múltiples rutas al urbano. La cultura agraria continúa
influyendo fuertemente en los comportamientos sociales de los habitantes y
economías de muchas ciudades, comunas y regiones. La ruralidad es tan diversa
cuanto diferentes son institucional y políticamente las regiones, los pueblos,
culturas o subculturas que la componen.
Antecedentes Generales sobre La Educación Rural
La población chilena es predominantemente urbana. Según datos del Censo, un
14% corresponde a población rural, que se concentra principalmente entre las VI y
X regiones, con un 37% de la población rural del país, y doblando en proporción a
la población rural del resto de las regiones, al llegar casi al 30%.
La población escolar rural representa un 14,03 % del total de la enseñanza básica
del país, cifra muy próxima a la proporción de población rural del país. La
matrícula rural tiene tendencia al crecimiento hasta el 5° año básico, a partir del 6°
año básico comienza a decrecer.
La educación para la población rural formalmente en Chile es impartida en
escuelas, incompletas o completas, con o sin multigrado. Las incompletas son
aquellas que ofrecen un servicio educativo hasta el sexto año básico; las
completas cuentan con el nivel básico de ocho años. Ambas pueden tener cursos
de nivel parvulario. Las incompletas conocidas también como escuelas multigrado,
cuentan con uno, dos o tres profesores que enseñan a diversos cursos al mismo
tiempo y en el mismo espacio7; sin embargo hay escuelas completas8 que pueden
organizar sus cursos iniciales bajo la modalidad multigrado.
Williamson (2004), nos plantea que en los sectores rurales es predominante el
sistema municipal de educación (81%) en relación al particular subvencionado
(18,4%). El sector particular subvencionado es particularmente significativo en
algunas regiones. Durante el régimen militar, a partir de 1980, se autorizó la
creación prácticamente libre de escuelas, lo que dio origen a la rápida aprobación
de escuelas uni, bi o tri docentes en lugares rurales.
Este proceso alcanzó tal magnitud, asociado a precariedad del servicio educativo,
que hubo que normar la creación de escuelas y poner requisitos mínimos, sin
embargo, alcanzó a expandirse este sector de escuelas.
Los déficit de la Educación Rural chilena se pueden vislumbrar a través de
diversos estudios realizados a nivel local, regional y nacional (Williamson, 2003;
Hernández y Thomas, 2001: Thomas y Hernández, 2004). Además, un estudio
realizado el año 2003 por el Colegio de Profesores de Chile9 determinó que
existen 4380 escuelas rurales en todo el país, las cuales atienden a más de
300.000 escolares. De este gran total, sólo un 30% de los escolares completa el 7º
y el 8º año básico, lo que es indicador de la gran deserción escolar a nivel básico.
El promedio de escolaridad del mundo rural es de 6 años, y en el mundo urbano
es de 12 años. El SIMCE 2002 arrojó como resultado que el 68% de las comunas
rurales lograron un rendimiento inferior al de las comunas urbanas. Estos datos
son algunos indicadores que demuestran la importante brecha existente entre la
educación rural y la educación urbana
El Presidente de la Asociación de Profesores Rurales, Manuel Barraza, señala que
a pesar que el 100% de las escuelas rurales tienen jornada completa, “estamos a
años luz” de lograr una educación rural de calidad. El profesor Barraza destaca el
hecho que sólo 5 alumnos durante 14 años de docencia en la escuela rural de Los
Maquis, Puchuncaví, han logrado acceder a la educación técnica10. Este es un
dato que coincide con el diagnóstico realizado en el año 2001, en 3 comunidades
rurales de la comuna de San Esteban, que determinan en un período de 10 años
que sólo un 1.3% de escolares que llegaron a la Educación Superior. Esta
situación es muy preocupante, ya que el sistema educativo chileno sigue orientado
la formación de los estudiantes para poder acceder a la Educación Superior, meta
como vemos inalcanzable para la casi totalidad de los estudiantes rurales. A este
hecho se suma la formación del estudiante de nivel básico y medio, que no loscapacita para “ganarse la vida” como muy bien lo expone el profesor Manuel
Barraza: “llegar a 4ª Medio sirve sólo para colgar el diploma en el dormitorio”.
A pesar de los esfuerzos que ha realizado la Reforma Educacional, a través del
Programa MECE-RURAL, no ha logrado los resultados esperados, para elevar la
calidad y la pertinencia de la Educación Rural. Según la Asociación de Profesores
Rurales, entre los años 2000-2002, 150 escuelas han cerrado sus puertas por falta
de alumnos11, producto de la fuerte emigración de la población joven hacia centros
urbanos. Pero el cierre de estas escuelas afecta a la vida comunitaria, ya que
muchas escuelas rurales son el centro de actividades comunitarias, donde se
realizan reuniones de Juntas de Vecinos, Padres y Apoderados, centro de
atención de salud, capillas, etc. Según los directivos de la Asociación de
Profesores Rurales, las autoridades educacionales deben hacer una reingeniería
de los establecimientos educacionales, de los programas y proyectos de acuerdo
a la diversidad de realidades locales. Además de enfrentar problemas de
desconocimiento de los diversos contextos locales, hay falta de capacitación y
motivación de los docentes rurales, por lo que se confrontan serios problemas
para la implementación de los proyectos de apoyo a la Reforma Educacional. Por
ejemplo, el proyecto Enlaces es una realidad virtual en muchas escuelas rurales,
ya que sólo el 60% de ellas posee equipos computacionales, de las cuales,
muchos no pueden funcionar en horas de clases por falta de luz eléctrica, mientras
que la mitad no tiene acceso a la telefonía fija que permite conectarse con la
Internet. Los antecedentes entregados por la organización gremial de los docentes
rurales sobre la situación actual de la Educación Rural en Chile permite concluir
que este asunto es una “asignatura pendiente” para el Estado y la sociedad
chilena.
Por su parte, Williamson (2004), comenta que no existe la menor duda de que
desde la década de los noventa la educación de las poblaciones rurales en su
conjunto ha tenido un salto enorme en términos de cobertura, avances en calidad,mejoramiento de infraestructura, condiciones de desarrollo profesional y trabajo de
los docentes,. Han contribuido a este avance el Programa de Mejoramiento de la
Calidad y Equidad de la Educación Rural (MECE/RURAL), luego el de Educación
Básica Rural, el Programa de las 900 Escuelas a través de algunas escuelas
completas ubicadas en zonas rurales o villorrios, el Programa de Educación
Intercultural Bilingüe, la Jornada Escolar Completa en su dimensión pedagógica y
de infraestructura, los Proyectos de Mejoramiento Educativo, los Programas de
Educación Parvularia, los Programas de la Junta de Auxilio Escolar y Becas
(JUNAEB), el esfuerzo específico de ONGs, Universidades, Iglesias a través de
proyectos específicos.
Sin embargo la situación de la población rural continúa con menores índices de
acceso al derecho a una Educación de Calidad, con pertinencia y participación. El
promedio de escolaridad de la población rural, pese a los aumentos de la última
década, continúa expresando una baja calidad de la educación y mostrando una
profunda desigualdad respecto de los promedios urbanos. Los años de estudio
alcanzan un promedio de 10,3 años en el sector urbano y 6,7 en el rural; el
porcentaje de analfabetos, con tendencia a desaparecer en el país, en el sector
rural se eleva a 12,2%, mientras en el urbano es apenas de un 2,6% (2000).
En todos los casos los índices son peores en el sector rural; salvo en la
reprobación, los indicadores de aprobados y abandono son muy próximos a los
promedios nacionales. Destaca la baja tasa de abandono, casi igual a la urbana y
la nacional. Esto muestra que el conjunto de medidas tendientes a la retención12,
así como los esfuerzos de mejoramiento de la calidad educacional, han tenido
impacto positivo.
En consecuencia, como nos plantea Williamson (2004), los mayores problemas de
la educación para la población rural no están ni en la cobertura ni en la
permanencia, sino, y a pesar de los avances de la última década, en la calidad dela educación y en la desigualdad de oportunidades educativas según territorios de
vida: regiones o localización en zonas urbanas o rurales. A pesar de ello todos los
indicadores cuantitativos promedio muestran que se acortan las distancias
urbanas – rurales como tendencia del sistema.
Resulta evidente el alza progresivo y sostenido en inversión para el sector rural
durante la última década, en recursos para subvención, infraestructura, salarios,
asignaciones, como en aspectos de perfeccionamiento docente y apoyo
pedagógico. A partir de ello, se observa también un mejoramiento de los
aprendizajes, dado por una comparación entre las mediciones del Sistema de
Medición de la Calidad de la Educación, SIMCE de 1992 y 1996, y una
disminución en las tasas de repitencia y deserción. Sin embargo, continúa siendo
la modalidad y sector educacional con menores resultados y mostrando una
profunda desigualdad respecto de los promedios urbanos. Esta situación podría
indicar que la inyección de recursos es aún insuficiente, o tal vez merecería revisar
la administración de dicha inyección de recursos para hacerla más eficiente y
efectiva, pues lo que de todas maneras resulta evidente también es que los
resultados obtenidos no necesariamente se condicen con la inversión realizada.
La Educación y el Desarrollo Rural
Los análisis sobre los procesos de desarrollo rural en América Latina coinciden en
el rol fundamental que juegan la educación, la tecnología y la organización social.
Sin embargo, Hernández (1996) dice que se considera a la educación como la
herramienta principal para alcanzar el desarrollo de un país, y en este caso
concreto, de los sectores rurales. Este planteamiento acerca de la relevancia de la
educación ha sido expuesto por numerosos gobernantes latinoamericanos,
quienes abogan por una educación de mayor calidad y extensiva a todos los
sectores sociales. Sin embargo, las experiencias de educación rural en Chile y
América Latina, han estado marcadas por un funcionamiento a espaldas de lasrealidades socioculturales locales y regionales, y sin tomar en cuenta los
problemas, aspiraciones y necesidades de las poblaciones rurales.
Magendzo (l986) dice que hay una falta de pertinencia cultural de la educación
que se imparte a los diversos sectores de la sociedad. Existe consenso en que el
sistema educativo chileno debe reformularse, prueba de esto es la actual reforma
educacional que se encuentra en la primera fase de ejecución. Esta reforma
pretende descentralizar y flexibilizar los currículos, buscando su adecuación a
cada realidad local, y lograr una formación integral de los educandos13 mediante el
cumplimiento de determinados objetivos transversales. San Miguel (1995), dice
que en el caso de la educación rural, es necesario considerar las experiencias
logradas por el programa del MECE-Rural, después de 6 años de ejecución. Sus
resultados constituyen un importante aporte para la reformulación del proceso
educativo chileno. Sin embargo, las diversas experiencias alcanzadas a través de
todo el país, como una expresión de las diferentes realidades socioculturales
locales y regionales, y el grado de libertad que tienen los educadores para
construir sus currículos, no pueden olvidar el carácter nacional del proceso
educativo y los contenidos propios de una "cultura académica". Hernández (1995)
dice que hay que tratar de repensar el problema y buscar una orientación que
intente conciliar los elementos de la cultura universal con los propios de las
culturas locales. El educador debe pensar sobre: ¿Qué exige la sociedad moderna
a los alumnos de hoy, y especialmente en el medio rural en cuanto al tipo de
conocimientos, habilidades y destrezas? ¿Cómo se concilian estos requerimientos
con los satisfactores de los pequeños campesinos y sus proyectos de desarrollo?
Las respuestas a esto quizá las proporcionen los currículos pertinentes. La
aplicación de currículos pertinentes debiera producir un proceso de
reinterpretación de los componentes de la cultura universal por parte de los
educandos, a través de sus sistemas cognoscitivos, y también una reafirmación de
sus propias formas culturales, contribuyendo al fortalecimiento de su identidad
cultural. Schmelkes (l994) destaca el importante papel de la educación en elfortalecimiento de la identidad cultural campesina. También es importante
considerar que la dinámica del enfoque constructivista en educación no puede
dejar de tomar en cuenta que el proceso educativo está dirigido fundamentalmente
a grupos sociales y no a individualidades, por lo tanto, sus objetivos concretos se
refieren al desarrollo de las poblaciones rurales en su totalidad.
Del análisis de las funciones sociales que debe cumplir la educación desde una
perspectiva antropológica se desprenden dos grandes orientaciones: una, hacia la
contribución para el desarrollo de las identidades de las poblaciones rurales, y la
otra, hacia la formación y capacitación de los sectores rurales para dar respuestas
adecuadas ante los imperativos que imponen los nuevos procesos de desarrollo
rural.
La Belle (1980) sostiene que la importancia se deduce del planteamiento de que
no puede haber desarrollo para los sectores rurales si antes no resolvemos el
problema de sus identidades. Muchos autores señalan que la educación formal se
ha constituido en un instrumento de los sectores sociales dominantes para
imponer una cultura nacional y universal, al resto de los componentes de la
sociedad, provocando un proceso de debilitamiento o destrucción de las culturas
locales.
La Belle (l980) señala además que la educación formal no trabaja en función de
los cambios sociales, sino más bien se constituye en un refuerzo del sistema
social y de las condiciones que lo sustentan, o sea, tiende a reproducir el modelo
social imperante14. Hay investigaciones desarrolladas en esta línea que plantean
la presencia de formas de violencia en la administración de la educación formal,
en la cual el alumno es sometido a toda clase de agresiones, lo cual se ubica en el
problema de la fuerte agresión y destrucción de las culturas locales,
especialmente indígenas y campesinas criollas. En el caso de los sectores rurales,dicho fenómeno está fortalecido por la acción de la modernización agrícola y las
empresas15 que trabajan en función de una globalización de la agricultura. En
consecuencia, hoy asistimos a fenómenos de fuerte pérdida de patrones culturales
propios de las poblaciones campesinas.
Magendzo (l986) plantea que un primer paso para poder reconstruir o fortalecer la
identidad de las poblaciones rurales consiste en el redescubrimiento y valoración
de su propia cultura local. Ello significa el descubrir y tomar conciencia de la
participación de rasgos culturales comunes que los diferencia de otros sectores
sociales. Esa cultura debe ser reconocida en su valor intrínseco y en su capacidad
de integración de todos los miembros de una comunidad o grupo local. Ahora bien,
cuando hablamos de "cultura local" o "cultura de la cotidianidad", nos estamos
refiriendo a las culturas que construyen los grupos o comunidades locales en sus
espacios urbanos o rurales. Ella se construye en la vida cotidiana, en la
permanente interacción de esos grupos o comunidades con su entorno natural y
social. Es un proceso que a partir del reconocimiento de una cultura nacional a la
que pertenecen, reconocen la existencia de rasgos culturales propios y
diferenciados de la cultura nacional, los cuales pueden o no entrar en
contradicción con la cultura dominante. Uno de los elementos centrales del
proceso de reconstrucción de la cultura de los grupos o comunidades es el
descubrimiento de su historia local, compuesta por los principales hechos de esa
larga sucesión de acontecimientos sobre la existencia de esas comunidades o
grupos, en sus múltiples interacciones con su entorno natural y social, y las
relaciones que se dan al interior de cada comunidad. La memoria colectiva va
registrando y guardando los elementos de la historia local, previo proceso de
selección. Ahora bien, los componentes principales de una cultura local son los
conocimientos y saberes populares acumulados por las múltiples experiencias que
han tenido en sus interacciones con los sistemas ecológicos y sociales, el lenguaje
cotidiano, los sistemas valóricos y cognoscitivos, los significados que le atribuyen
a los elementos de su entorno, las creencias y la cosmovisión, los sistemastecnológicos tradicionales y adoptados, las tradiciones folklóricas16, los patrones
de interacción y de socialización, y los estilos de aprendizaje. La educación rural
puede contribuir al rescate y revalorización de las culturas locales a través de un
proceso de incorporación a sus currículos de elementos culturales locales. De esta
manera, ella aporta a la reconstrucción de las identidades de las poblaciones
rurales, ayudándolos a ser más seguros y confiados en sí mismo, y capaces de
responder mejor a los retos que traen los procesos de desarrollo rural y la
modernidad.
Otra orientación para la acción de la educación rural, como lo plantean Hernández
y Thomas (2001), es la capacitación de las nuevas y actuales generaciones
rurales, a fin de incorporarse a los procesos de desarrollo rural. Los notables
cambios producidos a partir de la década del 80 como consecuencia de la
modernización y modernidad, en los sistemas agrícolas, ecológicos, sociales,
económicos y culturales del agro chileno, cuyo conocimiento y situación de
marginación de los sectores campesinos de los beneficios de los procesos de
desarrollo rural permitirán a ellos ubicarse en el contexto actual y entender los
problemas que confrontan para lograr éxitos en la elaboración y ejecución de sus
propios proyectos de desarrollo. La situación de marginación de los sectores
campesinos de los procesos de modernización agrícola y sus efectos negativos
sobre sus sistemas culturales ha producido innumerables problemas, siendo tarea
principal del Estado chileno y de las instituciones educativas en especial, contribuir
a resolverlos. Para esto se requiere primero conocer cuáles son los problemas y
necesidades de las poblaciones rurales, luego descubrir cuáles son los recursos y
potencialidades que posibilitan la generación de respuestas pertinentes y eficaces
ante los retos que enfrentan ante las nuevas realidades rurales. El maestro rural
debe transformarse en un animador o promotor de una nueva educación rural
comprometida con las poblaciones rurales, con sus problemas y necesidades,
enfatizando en la participación, la autogestión, la identidad cultural y lacooperación. La escuela rural debe ser el centro motor de las múltiples actividades
que se relacionan con el desarrollo rural.
Diseño Curricular v/s Realidad Rural
Williamson (2004), categoriza que cualitativamente en la educación rural no sólo
se produce una discriminación estructural, determinada por la inequidad del
sistema, sino también una pedagógica, que se expresa en el currículo y en las
prácticas pedagógicas, así como en la organización escolar.
Moulton (2001), sostiene que el contenido del currículo de la escuela básica y la
percepción que las familias tienen de él constituyen otros factores importantes que
a veces contribuyen a disminuir la matrícula y la asistencia a las escuelas básicas
de las áreas rurales. La mayoría de los países subdesarrollados tienen un
currículo único, determinado a nivel central, que generalmente se diseña para
alumnos familiarizados con el entorno urbano y puede contener elementos que
entran en conflicto con las costumbres y creencias locales. Este “sesgo urbano”
complica la tarea de los profesores de las áreas rurales y hace que el aprendizaje
sea mucho más difícil para los niños de estas zonas, quienes ven poca pertinencia
de algunas disciplinas en relación con su propia experiencia y la vida en la
comunidad. Cuando se percibe que el aprendizaje es inadecuado para la vida rural
y puede atraer a los alumnos a la cuidad, los padres pueden perder el interés por
enviar a sus hijos a la escuela, especialmente a las niñas. Sin embargo, algunos
esfuerzos destinados a ruralizar el currículo han provocado desconcierto debido a
las objeciones de los padres, quienes consideran que se ofrece a sus hijos una
educación de calidad inferior.
Lo pedagógico constituye el mayor desafío. Los procesos de enseñanza y los de
aprendizaje se deben desarrollar bajo la racionalidad holística de los niños rurales,
asociadas a sentimientos, valores y creencias internalizadas desde la historia en la
cultura comunitaria y en el bagaje cultural personal. Los profesores debenmodificar comprensiones y prácticas para generar diseños de enseñanza
integrados, multigrados y por niveles de aprendizaje según la diversidad de los
estudiantes y deben actuar adecuando programas a sus realidades e historias
socio-culturales y lingüísticas; deben reconocer, valorar y aprovechar
pedagógicamente su conocimiento disponible, generados en sus procesos de
socialización inicial comunitaria y articularlos con los objetivos y contenidos
mínimos que constituyen bases para el ejercicio de ciudadanía y del derecho a
una educación de calidad.
La selección de los contenidos culturales a integrar en el currículo es una decisión
crítica: por una parte están los definidos en los Programas de estudio que
aseguran un derecho a la igualdad en los aprendizajes; por otra los necesarios
para fortalecer las culturas locales, que aseguran un derecho a la diversidad y
pluralidad de identidades. En el currículo oculto y en el que se hace explícito,
están tanto las ideas, ideología, juicios y prejuicios de los docentes, como el
conjunto de creencias y comprensiones no siempre sistematizadas y explícitas, ni
siquiera racionalizables, de que disponen los alumnos como capital cultural de
base. Los materiales, textos, recursos pedagógicos en general, se constituyen en
medios de gran impacto que permiten la vinculación con el mundo exterior y el
conocimiento acumulado fuera de sus espacios de interacción cotidianos, pero al
mismo tiempo, constituyen fuentes de aculturación que pueden, en el contexto
pedagógico general, generar baja autoestima y pérdida de identidad, afectando los
aprendizajes.
La visión crítica de los sistemas educativos que se han aplicado en América Latina
y los resultados del análisis de las funciones sociales que deben cumplir estos
sistemas en el marco de las nuevas realidades sociales, hacen necesario repensar
a la educación, revisar sus orientaciones, contenidos y metodologías, y plantear
un nuevo modelo educativo que sea capaz de responder en mejor forma a los
requerimientos que nos impone la sociedad chilena, y en particular los sectores
rurales. Estamos presenciando el predominio de un estilo de desarrollo queprivilegia lo económico sobre lo humano y lo espiritual, la imitación de modelos de
desarrollo sin discusión ni reflexión, de un desarrollo de los pueblos sin considerar
sus identidades, de la imposición de valores relacionados con el individualismo y
la competencia sobre valores relacionados con la cooperación y la solidaridad.
Nos enfrentamos a una globalización no sólo económica sino extendida a todos
los ámbitos de la vida de las sociedades, incluido lo cultural, una globalización que
no logra conciliar lo material y lo no material ya que no hay pasajes individuales ni
colectivos que contribuyan a esa conciliación.
La modernidad ha traído como consecuencia a las naciones, fenómenos de
mutación cultural, tradiciones y saberes populares erosionados y despreciados,
nuevas jerarquía de valores que niegan la vigencia de las comunidades y los
grupos sociales, culturas locales debilitadas, y como consecuencia de esto, las
propias identidades de los diversos sectores sociales, atentando fuertemente
contra la diversidad cultural de las sociedades y de los sectores que las
componen.
El desarrollo y la modernidad han provocado profundos cambios en las
sociedades, afectando a la vida y el bienestar de sus poblaciones. Sectores
sociales importantes han quedado fuera de los beneficios del desarrollo y han sido
afectados culturalmente por la modernidad, imponiendo estilos de vida ajenos a
sus tradiciones. Las condiciones de la vida material se han deteriorado por los
impactos negativos del uso indiscriminado e irracional de tecnologías importadas
sobre ecosistemas frágiles y saturados, y por las nuevas exigencias de
capacitación para un mercado laboral muy competitivo.
El resultado es el incremento de la pobreza en números absolutos. Frente a este
cuadro general expuesto, los sistemas educativos se han constituido por las
fuerzas dominantes de la sociedad en elementos de apoyo para la reproducción
de los sistemas sociales. El acceso a la educación para los individuos ha sido
interpretado tradicionalmente por muchos autores, como una condición necesariapara alcanzar una mejor posición económica y un prestigio social, y donde la meta
final es llegar a la Universidad (Podestá, l992).
El sistema educativo chileno actual no ha cambiado este esquema ni el significado
social que se le atribuye a la educación, a pesar de los profundos cambios
ocurridos en nuestra sociedad. No se reconocen las nuevas realidades existentes
hoy en día ni las demandas de las diferentes poblaciones. Se puede decir que hoy
la educación es discapacitadora, ya que no prepara a los individuos para las
nuevas exigencias de la vida social actual. Por lo tanto, el diseño de un modelo
educativo que supere estas deficiencias requiere como primer elemento repensar
a la educación y al desarrollo. Tomando en consideración los planteamientos
teóricos acerca del desarrollo y las experiencias de desarrollo rural en el agro
chileno podemos observar un cuadro de imposiciones de modelos de desarrollo
ajenos a las necesidades y expectativas de la mayoría de los sectores rurales. Por
eso hoy se puede afirmar que la mayoría de las poblaciones rurales han quedado
fuera del desarrollo. Ahora bien, para revertir este fenómeno necesitamos primero,
entender al desarrollo como un proceso de adaptación, de carácter endógeno y
auto-creativo, que se da al interior de los sectores rurales, como respuesta a los
cambios medioambientales, sociales y tecno-económicos que traen involucrados
las nuevas realidades rurales. Este desarrollo debe tener como base sus propias
realidades culturales, los recursos y potencialidades de las poblaciones y sus
ecosistemas, el conocimiento que tienen sobre los cambios ambientales, sociales,
económicos y tecnológicos de su sociedad, y las oportunidades que les otorga el
sistema social mayor. Sus proyectos de desarrollo, construidos por ellos mismos,
con el apoyo de los agentes de cambios externos e internos, deben buscar como
meta el bienestar y la felicidad de los individuos y sus grupos sociales. Los
sistemas educativos rurales deben apoyar estos procesos de autodesarrollo,
contribuyendo a elevar los niveles de capacitación para la adaptación de las
poblaciones rurales ante los cambios de la sociedad.Para alcanzar estos objetivos, la educación rural debe enfatizar en el conocimiento
y comprensión de los sectores rurales sobre: 1º, las nuevas realidades
tecnológicas, de los mercados agrícolas y laborales, de los centros de dotación de
recursos de capital y de asistencia técnica, y los centros de decisiones
económicas y políticas. 2º, los cambios ambientales provocados por la acción del
hombre y sus tecnologías tradicionales y modernas. 3º, sus culturas locales,
recursos y potencialidades, y oportunidades que da el sistema social. La
educación rural debe jugar un papel fundamental en el cumplimiento de esas
etapas para alcanzar como metas, sus propios proyectos de desarrollo. Esto
significa que estamos concibiendo a la educación rural como formadora y
capacitadora de los individuos y los grupos sociales a través de la adquisición de
conocimientos y habilidades intelectuales y manuales necesarios para poder
desarrollarse en las nuevas realidades rurales, dentro de un concepto de
desarrollo humano integral.
Un modelo educativo pertinente a las nuevas realidades rurales debe entender a
la educación como un proceso integral, continuo y permanente que atiende a los
niños, jóvenes y adultos, a través de una estrecha vinculación entre la "educación
formal" impartida por la escuela y la "educación informal" que se da al interior de
las familias y las comunidades. Esto significa el papel protagónico que deben jugar
también en el proceso educativo, aparte de los docentes, los educandos, los
padres, las familias, los líderes comunitarios y los agentes externos de cambios.
La participación de las comunidades en los procesos educativos es una condición
necesaria para alcanzar una educación pertinente a las diversas realidades
socioculturales. Esto nos conduce a plantear la construcción de currículos
pertinentes que tengan como base los elementos principales de las culturas
locales, los conocimientos acumulados de las comunidades, la participación activa
de los líderes locales y los agentes de cambios, los problemas, necesidades y los
proyectos de desarrollo de sus poblaciones.Por su parte Polan Lacki (2004) dice que un creciente porcentaje de jóvenes, del
medio rural ya está consiguiendo concluir la enseñanza básica y hasta la media.
Desafortunadamente, este éxito es más aparente que real, pues en términos
concretos está produciendo resultados decepcionantes. Los jóvenes, ahora más
escolarizados y con un horizonte de aspiraciones y ambiciones ampliado, se
sienten frustrados, por no decir engañados. Después de haber estudiado 12 años,
durante los cuales alimentaron la ilusión de que este esfuerzo les ofrecería un
futuro de oportunidades y de prosperidad, ellos descubren que no están aptos ni
para obtener siquiera un modesto empleo; pues egresan del sistema escolar sin
poseer las "cualidades" que los empleadores esperan y necesitan encontrar en un
buen empleado. Esto ocurre porque el sistema de educación no les proporciona
los conocimientos útiles, las aptitudes necesarias y ni siquiera las actitudes y los
valores que necesitan para ser buenos empleados; tampoco los prepara para que
sean buenos ciudadanos y padres de familia que sepan educar, orientar, y cuidar
de la alimentación y salud de sus hijos.
Hablemos sin eufemismos, a excepción de lo que les fue enseñado en los cuatro
primeros años17, prácticamente todos los demás conocimientos son irrelevantes
para que ellos puedan tener un mejor desempeño en el trabajo y en la vida
personal, familiar y comunitaria. En esos ocho años posteriores, los pocos
contenidos que podrían ser útiles suelen ser enseñados de manera excesivamente
teórica, abstracta, fragmentada, y desvinculada de la vida y del trabajo, con lo que
se transforman en virtualmente inútiles. Entonces, se impone la siguiente
pregunta: ¿Para qué estudiaron esos ocho años adicionales? ¿De que sirvió el
esfuerzo de los niños, de sus padres y de los gobiernos para alargar los años de
permanencia en la escuela?
Continúa Lacki (2004) diciendo:
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