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LA EDUCACION SUPERIOR EN EL SALVADOR


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2013  •  3.218 Palabras (13 Páginas)  •  643 Visitas

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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACION

EDUCACION Y SOCIEDAD

TITULO: ENSAYO SOBRE LA EDUCACION ESPECIAL

EN EL SALVADOR, BASE LEGAL, COBERTURA

Y CALIDAD EDUCATIVA.

CATEDRÁTICO

MsD. OSCAR WUILMAN HERRERA RAMOS

POR: CARLOS MARTIN LARA CONTRERAS

POSTGRADO EN EDUCION,

CIUDAD UNIVERSITARIA LUNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2011.

En el presente ensayo se realiza un análisis e interpretación de los diferentes elementos que constituyen y potencian el desarrollo de la Educación Especial en El Salvador, a pesar que es un tema muy difícil de elaborar debido a la poca información estadística y cuantitativa se ha hecho un esfuerzo por establecer alguno hitos y poner de relieve algunas consideraciones y aspectos que están a favor de la Educación Especial en El Salvador, las cuales en un primer momento están relacionadas con instrumentos legales tanto del ámbito nacional como internacional, más concretamente desde la Constitución de la República de El Salvador y desde los diversos Tratados Internacionales que reiteran y ratifican la necesidad de implementar una Educación Especial que atienda la diversidad y que prepare a las personas tanto para el trabajo como para la vida aun cuando estas personas tengan necesidades especiales, o alguna discapacidad sea ésta de naturaleza física o mental.

Es importante señalar, que de acuerdo a un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), sobre el imperante de formar a las personas tanto para el trabajo como para la vida, la educación no solo debe de preocuparse por el desarrollo de contenidos que permitan el aprendizaje de conocimiento teórico, sino que debe enfocarse en un aprendizaje social, que permita a las personas con necesidades especiales ser contratadas en empleos que estén acorde a sus habilidades y a su nivel de interacción e interrelación con las demás personas. De acuerdo a un informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), hay muchas personas discapacitadas que pueden y quieren trabajar, pero a menudo se hallan excluidas del mundo laboral. La tasa de desempleo entre los 386 millones de discapacitados de todo el mundo en edad de trabajar, asciende hasta el 80 por ciento en algunos paíse y en otros es mucho más elevada. Como consecuencia, muchas personas discapacitadas viven en condiciones de pobreza y su contribución potencial queda desperdiciada, tanto para sus familiares como para los empleadores y la sociedad en su conjunto. Nuesto país no es la excepción, ya que podemos encontrar a muy pocas personas (con necesidades especiales), empleadas en las diferentes empresas de la industria, el comercio, servicios, sector privado o público, etc. Las razones por las cuales estas personas son excluidas o marginadas del mercado laboral es debido entre otras cosas, por la actitud y los prejuicios de los empleadores, también por la estructuración y la organización del empleo, el entorno físico (el transporte público, el acceso a los edificios, escuelas, universidades y calles, no están diseñadas para atender ese problemática), y las legislaciones y reglamentos que rigen el mercado laboral.

Otra razón muy de peso, es que las “Necesidades Educativas Especiales, son vistas en ocasiones como un problema y no como lo que son, un enfoque. Enfoque que fue promovido por la UNESCO, para ellos, todas las personas son diferentes entre sí y pueden tener necesidades educativas comunes, individuales y especiales. Es una visión que va más allá del simple asistencialismo en educación especial, y se inclina por la atención a la diversidad. Se va abandonando el concepto de déficit y se toma el de “Necesidades Educativas Especiales (NEE)”. La escuela regular estará en la obligación de absorber a los educandos que así lo requieran, de acuerdo a sus necesidades y ayuda para su desarrollo, dentro de un proyecto educativo establecido” (Herrera Ramos, Oscar Wuilman, 2010.). 1/

En ese sentido es muy importante lograr una difinición y visión de lo que significa la Educación Especial, la cual tiene su base legal en La Ley General de Educación que establece que la Educación Especial “es el proceso de enseñanza-aprendizaje que se ofrece a través de metodologías dosificadas y específicas, a personas con Necesidades Educativas Especiales, en instituciones especializadas y en centros educativos regulares, con atención de especialistas o maestros capacitados”, (MINED, 1996). De igual manera, ésta tiene su basamento legal en La Constitución de la República, la cual es establecida en su sección tercera correspondiente a Educación, Ciencia y Cultura. Asímismo en la sección primera correspondiente a familia en la cual se determina en el Art. 36.- El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizará el derecho de éstos a la Educación y a la asistencia; de igual manera, en el Art. 56.- Todos los habitantes de la República tienen el derecho y el deber de recibir educación parvularia y básica que los capacite para desempeñarse como ciudadanos útiles. El Estado promoverá la formación de centros de educación especial. La educación parvularia, básica, media y especial será gratuita cuando la imparta el Estado.

Es importante el reconocimiento y respaldo a la Educación Especial desde La Constitucion de la República de El Salvador y desde las otras leyes secundarias, en las cuales se encuentra consagrado para todos los habitantes el derecho y el deber de recibir educación parvularia, básica, media y especial, garantizando con ello que todos los salvadoreños reciban un mínimo de formación para convertise en cuidadanos útiles para su propia familia y para la sociedad en su conjunto. Asimismo resulta interesante, que nuestro país desde 1983, tenga garantizada la promoción de centros de educación especial para atender a personas con necesidades especiales que padecen algún impedimento físico o mental. Lo cual da como resultando ser uno de los países que cuanta con una disposición de rango constitucional el derecho de acceder a la educación para todos/as las personas por igual y sin discriminacion por la condicion fisica o mental. En el ámbito social, cultural y económico el panorama es muy diferente. En lo social las personas con necesidades especiales son estigmatizadas y marcadas de por vida por el sólo hecho de heber nacido diferente colocandolos/las en un plano de inferioridad, mientras que otras personas, desarrollan sentimientos de lástima, angustia e incomodidad, también encontramos actitudes de rechazo y en el peor de los casos de discriminación, a la vez existen actitudes paternalistas que tienden a la sobreprotección familiar, lo cual puede conducir a tratarlo como personas incapaces de valerse por si mimos, ayudar a su grupo familiar y dar un aporte significativo a la sociedad. En lo económico, como ya hemos visto, existen muchos prejuicios por parte de los empleadores, asimismo leyes laborales que no cuentan con sufientes “dientes” para abordar el tema con seriedad y responsabilidad. Otro elemento, que habría que considerar en lo económico-social, es que muchos de los problema asociados a las necesidades especiales tienen su origen en la pobreza, por lo tanto no es casual que uno de los retos o desafios que se plantea el MINED, como entorno del decenio sea el problema de la pobreza y los problemas sociales. “una buena y suficiente educación para las mayorías es un eficiente mecanismo de distribución del ingreso en la sociedad. La educación es considarada el vehículo por medio del cual los salvadoreños podemos acceder a un mercado laboral más competitivo y la forma para evitar el brote de anomias sociales y con ello el logro de cierta estabilidad social y la inserción en un mundo globalizado”. (Herrera Ramos, Oscar Wuilman, 2009).2/

La globalización es una realidad en nuestros países, por lo tanto vivimos en un mundo globalizado en lo económico, político, social cultural y educativo, pero, ?qué tan nuestos instrumentos legales están a tono con las necesidades y exigencias del ese mundo globalizado?. Nuesta legislación ha logrado algún grado de articulación entre los principales actores nacionales (instituciones sociales, culturales y educativas), y también ha permitido ubicar el tema de la Educación Especial en el sector educativo y la agenda nacional, logrando construir importantes niveles de sensibilización sobre los derechos que tienen las personas con Necesidades Educativas Especiales (NEE) a ser atendido en cierta modalidad y condiciones adecuadas. Asimismo, desde esa “trinchera” se ha promovido la formulación de planes y programs operativos cuya ejecución ha dado sus frutos. Sin embargo, esta legislación presenta algunos vacios que deben superarse para que su trabajo sea más efectivo y eficiente; estos vacios reflejan una base conceptual poco homogénea, también una visión jurídica poco precisa sobre la pertinencia de la educación especial en cada nivel educativo, asimismo una rigidez en su base conceptual, y alguna discrepancia respecto a los roles institucionales del Ministerio de Educación (MINED) y del Consejo Nacional de Atencion Integral a la Persona con Discapacidad (CONAIPD), el cual fue creado por Decreto Ejecutivo, el 6 de Noviembre de 1993.

El panorama legal, operativo e institucional se complica aun más, por la firma de nuestro país de los Convenios y los Tratados Internacionales que regulan los Derechos de las Personas con Necesidades Especiales. Asi tenemos que desde 1948 momento que viera la luz la Declaración Universal de Derechos Humanos, la comunidad internacional ha ido estableciendo a través de diversos acuerdos internacionales, marcos de acción y convenciones, un marco jurídico-normativo supranacional que sienta las bases del reconocimiento del derecho de las personas con discapacidad, a una educación de calidad y la obligación de los Estados de eliminar las dificultades y obstáculos que comprometan el ejercicio, en condiciones de calidad y equidad, de dicho derecho. Entre esos Acuerdos y Convenios Internacionales cabe destacar, por su importancia, trascendencia y repercusión en materia de inclusión educativa de las personas con discapacidad, los siguientes (Samaniego, Pilar 2008):3/ Convención de los Derechos del Niño (ONU, 1990), Declaración Mundial sobre Educación para Todos de Jomtien (Tailandia, 1990), Marco de Acción sobre Necesidades Educativas Especiales de la Declaración de Salamanca (España, 1994), Marco de Acción de Educación para Todos de Dakar (Senegal, 2000). De igual manera, los instrumentos internacionales orientados específicamente a la igualdad de oportunidades y derechos de las personas con discapacidad, que también suponen acuerdos de enorme importancia y trascendencia para el avance en el ejercicio del derecho a la educación especial de estas personas y en la eliminación de obstáculos y barreras que la dificultan, entre ellos encontramos los siguientes: Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (ONU, 1993), Convención Sobre los Derechos de las personas con discapacidad (ONU, 2006). En el ámbito regional de América Latina y el Caribe también se han suscrito importantes acuerdos sobre esta material tales como la Declaración de Cartagena de Indias sobre Políticas Integrales para las personas con discapacidad en el Área Iberoamericana (1992), Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad (Organización de Estados Americanos, 1999), Declaración del Decenio de la Américas: Por los Derechos y la Dignidad de las Personas con Discapacidad (2006-2016) y el Programa de Acción para el Decenio de las Américas de las Personas con Discapacidad 2006-2016. (Organización de Estados Americanos, 2006).

Una de las valoraciones más significativas que podría hacerse ante tan gigantesco panorama, anteriormente descrito, es que los resultados en materia de Educación Especial en El salvador, han sido exiguos o deficitarios. Aquí estamos hablando de cobertura y calidad educativa, dos de los grandes problemas que adolece el sistema educativo nacional salvadoreño. Si bien es cierto que existe una serie de leyes, políticas, iniciativas, planes, programas, proyectos impulsados por el gobierno (MINED), e instituciones sociales, educativas y culturales coordinadas por el Consejo Nacional de Atención Integral a la Persona con Discapacidad (CONAIPD), en la práctica el panorama no ha mejorado mucho. La base de datos de la Fundación Pro Educación Especial (FUNPRES) indica que El Salvador cuenta con 150 mil niños y niñas sin educación especial. De ellos, muchos están dentro del sistema, sin identificarse sus necesidades, mientras que otros quedan fuera por ignorancia, descuido y poco interés por parte de sus familiares, quienes no integran a los menores al sistema educativo a raíz de la falta de información sobre la existencia de Escuelas Especiales, donde puedan llevar a estudiar a sus hijos e hijas, el que esos niños/as no estén dentro del sistema educativo por falta de información parece algo increíble, pero es cierto, que aunque vivimos en la era de la informática, todavía hay muchos hogares que no tienen acceso a este servicio, lo cual tiene a su base una estela de marginalidad, pobreza y falta de muchas otras cosas necesarias para acceder a una vida digna, como son los servicios de salud, agua para el consumo humano, higiene básica entre otros aspectos.

Otro dato interesante es que un 13% (1,731,144), de la población salvadoreña tiene algún tipo de discapacidad, la cual puede ser física, mental, psicológica o sensorial. De los 150 mil niños/as que necesitan educación especial solamente 46,198 pueden acceder a los Centros de Educación Especial y al sistema educativo regular, esto representa el 27%, quiere decir que el otro 63% que necesita de educación especial no ha tenido acceso a estos servicios por las razones antes señaladas. La Educación Especial es impartida en centros específicos de atención como lo son las Escuelas Especiales para el caso aquellas que atienden problemas mentales y sensorial tales como los problemas auditivos, dislexia, dislalia, etc. Existen otras áreas de la Educación Especial (son siete áreas de la Educación Especial), que son atendidas en centros educativos regulares, tal como lo establece la Ley General de Educación y son aquella que se llevarán a cabo bajo la asesoría de un especialista (psicológos, psiquiatras, neurólogo, personal médico y paramédico, etc.). y una evaluación y diagnóstico que se hará en Escuelas de Educación Especial por profesionales que el padre de familia solicite. Los problemas que se atiende están relacionados con problemas de aprendizaje, problemas de lenguaje y problemas emocionales. La atención se dearrolla desde el nivel preventivo hasta la atención específica o clínica. Los diferentes servicios que la Educación Especial ofrece están distribuidos a nivel nacional pero en su mayoría concentrados en el área urbana que no permite una amplia cobertura en la zona rural donde también viven familias con niños y niñas con necesidades especiales pero que muchas veces no tienen los medios ni los recursos para ecceder a este tipo de servicios. Según Raúl Eduardo Gálvez Nessi y otros, (2004) 4/, a nivel nacional se contabilizan 30 Escuelas de Educación Especial, 4 Escuelas para sordos, 700 Aulas de Apoyo Educativo, 30 Aulas multigrado para sordos, 54 Aulas de Terapia de lenguaje, 50 Servicios Psicológicos, 525 Servicios de Integración Educativa, 18 Círculos de Alfabetización para sordos y 19 Secciones Especiales rurales. Estos sevicios se dan en todo el territorio nacional a excepción de los Departamentos de Morazán y Cuscatlán. Muy a pesar de estos esfuerzos, el CENSO 2008, del Ministerio de Educación (MINED), indicó que desde 1992 hasta el 2006 se registra un agregado del 5% por año de cobertura a la población especial; sin embargo, desde 1997, se ha mantenido la misma cantidad de escuelas, aulas y círculos de educación especial en el territorio salvadoreño. Esto es un indicador que el incremento en la población estudiantil no ha reflejado un aumento en la creación de nuevas escuelas con funciones especiales desde hace más de diez años, muy por el contrario, podría atreverme a decir que mucha de esta infraestructura ha sido cerrada, o se encuentra en proceso de cierre, y otro tanto se encuentra en total o parcial abandono físico y financiero, como es el caso del Centro de Atención Especial ubicada en el Departamento de Chalatenango.

Como ya se mencionó anteriormente, el financiamiento o inversión es otro problema que tiene que enfrentar la Educación en general y la Educación Especial en particular. Con sólo el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB), el sistema educativo nacional debe extender su cobertura a una población estudiantil de más de 1.8 millones de estudiantes (MINED, 2006),5/ quienes esperan recibir educación con calidad y calidez. Este exiguo presupuesto ha de distribuirse en las siguientes áreas Educativas de Educación Parvularia ($ 174.35), Básica ($ 205.00), Media ($ 279.00), Superior (DND) y las modalidades de Educación de adultos (DND) y Educación Especial (DND). Como puede observarse gran parte de los recursos están designados a la educación parvularia, básica y media y no se disponen de datos (DND), para poder argumentar el apoyo que recibe la educación superior, de adultos y la educación especial. En El Salvador, las fuentes de financiamiento son básicamente los fondos del gobierno central, prestamos internacional (BID, BM, gobiernos amigos), otras fuentes de financiamiento son la cooperación técnica financiera internacional y donaciones privadas (FUNPRES)6/. La Educación especial se financia desde las mimas fuentes de la educación regular, donaciones y/o aportaciones privadas (dinero de los mismos usuarios/as). No existe una partida o porcentaje específico destinado a la educación especial lo que indica la poca importancia que este rubro tiene en el concierto del sistema educativo nacional. Si bien es cierto, tanto la cobertura como la calidad en la educación especial se ven afectados por una política presupuestaria errática y deficitaria, existe otro factor sin embargo, que incide directamente sobre la misma, y es la falta de capacitación y profesionalización docente. Elevar el nivel del profesorado de técnico en educación a profesional en educación pasa en primer lugar por crear institutos, escuelas, departamentos o facultades especializadas que logre un perfeccionamiento de la Educación Especial y que traiga como consecuencias cambios significativos en los planes de estudio (contenidos curriculares), programas, proyectos, estrategias metodológicas para el maestro, uso y elaboración de manuales, libros de texto y estrategias didácticas metodológicas docente-estudiantil, asimismo un sistema de evaluación que permita de manera eficiente verificar y evaluar el logro de los objetivos por encima del desarrollo de contenidos o el cumplimiento de una programación establecida.

No hay duda que entre los retos que la educación especial tendrá que enfrentar en los próximos 15 o 20 años, es un marco legal que se encuentra disperso, baja cobertura en Atención a las Necesidades Educativas Especiales NEE (un agregado del 5% por año), dato que no refleja la cobertura deseada, un mundo globalizado que cada vez es más exigente en cuanto a la cualificación del capital humano (mano de obra), deficitaria y errática política presupuestaria cuyo aporte es exiguo si se toma en cuenta la magnitud del problema de educación especial en El Salvador y finalmente un cuerpo docente que no está acorde a las exigencias y necesidades de los educandos y del país en general.

REFERENCIAS

1. Herrera Ramos, Oscar Wuilman, “Diagnóstico de la Educación en El Salvador, Estudio documental” San Salvador, Dic. 2010, Pps. 106.

2. Herrera Ramos, Oscar Wuilman, “La Modernización de la Educación y la formación del profesorado en El Salvador”, (2009), Pps. 18.

3. Samaniego, Pilar, “Personas con discapacidad y acceso a servicios educativos en Latinoamerica, Quito, Ecuador, 2008, Pps. 535.

4. Gálvez Nessi, Raúl Eduardo y otros, 2004 Proyecto EXELL, “Diagnóstico sobre la situación actual de Educación Especial en la atención de Necesidades Educativas Especiales en El Salvador”, Julio de 2004, Pps. 54.

5. Albergucci, María Luz “Una mirada desde lo Conceptual y la información estadística disponible, Oct. 2006, Pps. 19.

6. Rivera Valentin, Ligia, “Subsistema de educación especial, San Salvador, Dic. 1983, Pps. 58.

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