La Evaluación Como Herramienta Intrínseca Del Aprendizaje

La evaluación como herramienta intrínseca del aprendizaje

Artículo Reflexivo

Presentado a la docente:

Eddy Galeano

Asignatura:

Evaluación de aprendizajes y procesos en básica

Por licenciada en formación:

Melissa López Ceballos

Licenciatura básica con énfasis en humanidades y lengua castellana

Institución Universitaria Tecnológico de Antioquia

I semestre 2013

Medellín

La evaluación como herramienta intrínseca del aprendizaje

Se considera que en el transcurso de la educación, la evaluación ha sido una herramienta primordial al momento de abordar y analizar los procedimientos en el ámbito del aprendizaje, el cual se filtra y permea la vida de los educandos. Tal como se plasma al inicio del capítulo III de La tan pretendida objetividad:

Todo docente tiene por su profesión un compromiso que es a la vez social,

ético y técnico y que se pone en acción cuando enseña y evalúa conceptos,

procedimientos, actitudes y valores y se constituye como guía de un grupo

humano. (Apel, 2001, pág. 49)

El parágrafo anterior devela varias situaciones. La primera de estas es que el docente se encuentra trabajando con “un grupo de humanos”, y, al afirmar esto, plasma que son personas con diferentes ritmos de aprendizaje, quienes se equivocan y aprenden de dichos errores y existen circunstancias que lo pueden afectar al momento de dar resultados. Tener en consideración factores sociales hace del trabajo docente un asunto más humanístico, más consiente de que los y las estudiantes no son autómatas, que el simple trabajo memorístico no demuestra sus capacidades, que son diferentes uno de otro y que es el docente quien, a partir del ejercicio de enseñanza, evalúa los procesos de los alumnos. La segunda situación que se desea traer a colación es el deber del maestro desde una perspectiva social, en la cual tanto docente como discente se encuentran avasallados y es desde la educación que se lucha por un cambio colectivo. Pero, se encuentra que tal vez lo anterior tenga un tinte un poco utópico, soñador e idealista, ya que en la actualidad, se busca la supremacía del factor económico, algo que se afirma en el libro Educar por competencias, ¿qué hay de nuevo? En el capítulo VI Evaluar el aprendizaje en una enseñanza centrada en competencias, donde se remiten al documento Las competencias clave (Eurydice, 2003):

El conocimiento se convierte más bien en recurso que garantiza el crecimiento económico;

importa la formación de los trabajadores “para garantizar el crecimiento sostenible de las

economías basadas en el conocimiento”, y se pretende “formar mano de obra cualificada de

alto nivel” (Álvarez, 2008, pág. 211)

Es comprensible que se busquen herramientas que permitan una estabilidad económica, más es desapacible que las competencias se centren en lograr máquinas idóneas que proliferen dinero, pues se sopesa que el acto de enseñanza-aprendizaje va más allá del hallazgo de obreros, es algo más que relevar las necesidades sociales en cuanto al mercado laboral. Dicho acto contiene un trasfondo cultural inmenso, una autonomía en decisiones formativas y personales, una prioridad ante el descubrimiento intrínseco y ante el encuentro con el conocimiento. Pero, más adelante en el ítem número 3 titulado A propósito de la crítica al enfoque por competencia, se demuestra nuevamente la intencionalidad paupérrima de la evaluación por competencia que se ha llegado a criticar: “Ya no se pide creación, compresión, cooperación, ni se fomenta al pensamiento crítico ni hay divergencia. Vale lo que produce o garantiza la producción” (Álvarez, 2008, pág. 218 – 219)

Sin embargo, más adelante hay un fragmento que suscita una clara

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