Como obtener salud y bienestar a traves de la relajacion
joluga2904Informe18 de Febrero de 2020
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Como obtener salud
y bienestar
a través
de la
RELAJACIÓN
Francisco Nieto Vidal
Dedicado muy especialmente a mi hijo
como ayuda para que sepa
responder y cumplir con
su destino.
ÍNDICE
Página
Introducción………………………………………………………………………
Capítulo I: Motivos para practicar la relajación y obtener sus beneficios….. 5
Capítulo II: La filosofía oculta y la relajación………………………………… 10
Capítulo III: Técnicas de relajación y su preparación……………………….. 16
Capítulo IV: Las diferentes técnicas y su práctica……………………………. 23
Capítulo V: Consejos para alcanzar la felicidad y la paz interna……………. 33
INTRODUCCIÓN
Con la hiperactividad que actualmente tiene la sociedad, hemos llegado hasta tal punto de adaptación a ella, que casi no nos damos cuenta de cómo se produce un agotamiento nervioso y de energía vital que va afectando poco a poco a nuestra salud. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, normalmente cansados, estamos gastando y derrochando energía a la vez que desequilibramos el sistema nervioso y la mente; es más, muchas veces no recuperamos esa energía y nos levantamos casi igual de cansados que nos acostamos suponiendo que incluso no padezcamos de insomnio.
El resultado de todo esto se refleja en el rostro, en el comportamiento, en el carácter irritable, en las relaciones personales… y si esta tensión nerviosa persiste creará afecciones al corazón, hipertensión, pérdida de memoria, problemas digestivos, etc. etc. Luego entonces, cabe preguntarse ¿merece la pena llevar una vida así en perjuicio de nuestra salud?, Por supuesto que no, y con más razón cuando dedicando solamente 30 o 40 minutos a diario durante un tiempo podemos recuperar nuestra salud física y mental y ser más felices.
Toda nuestra actividad desde la mañana a la noche, sea del tipo que sea, gasta energía vital, no cabe duda de que es el cuerpo físico el que más gasta, sin embargo, la falta de control y atención sobre el mismo hace que estemos muchas horas tensos y haciendo movimientos que, al no ser necesarios, derrochan energía. ¡Obsérvese Ud. mismo cuando esté viendo la televisión, o cuando está esperando en la consulta del médico, o en cualquier otro sitio similar! ¿Qué hacen sus piernas? ¿Por qué está tensa su cara? ¿Qué ocurre con sus músculos y nervios cuando le dan un susto o una mala noticia? ¿Qué ocurre a su respiración cuando se enfada seria y profundamente? Bien, pues si no buscamos una solución, llegará el día en que enfermaremos y no habrá nadie que nos soporte.
La solución más reconfortante y eficiente es la relajación y, aunque no se aprende en un solo día pero sí noten sus beneficios, puede comprobar lo que digo haciendo las siguientes dos pruebas: 1ª. Observándose Ud. mismo y controlándose los movimientos de su cuerpo haciendo que esté quieto a la vez que da la orden mental para que se relaje el músculo que corresponda, y 2ª. Simplemente dejándose caer como cuando está muy cansado y estándose quieto sin mover nada a la vez que va dando ordenes a todos los músculos de su cuerpo para que se relajen. Los resultados de esto no son nada con lo que puede conseguir con este libro, así es que, ¡Adelante! Ud. puede.
Para la mayoría de las personas, la relajación no es nada más que el efecto de llevar al cuerpo físico a un estado de inercia y pasividad, sin embargo, los que se han interesado un poco por saber cuál es la mecánica de la relajación, saben que para hacer una relajación profunda es necesario actuar sobre el cuerpo físico, sobre el aspecto interno de la persona -emociones, sentimientos, etc.- y sobre la mente. Esto nos lleva a razonar y a comprender que el ser humano está compuesto de diferentes aspectos o cuerpos siendo el más elevado de ellos la mente. Pero la mente no dirige la relajación si no la enfocan en ese trabajo, por tanto ¿quién enfoca y concentra la mente en esos cuerpos para conseguir el efecto deseado? Alguno responderá que la voluntad, y en parte tiene razón, pero sabemos que no todos tenemos la misma voluntad y que, ante determinados hechos, pruebas o tentaciones, es casi nula. Luego entonces ¿qué nos queda? el Espíritu, del que hablaremos y trataremos en este libro.
Aunque los métodos o técnicas que voy a desarrollar en este libro son mayormente científicas y se llevan practicando con muy buenos resultados desde hace casi un siglo, y dado que mis estudios están más centrados en la filosofía oculta o esotérica, introduciré algunas enseñanzas al respecto para que el lector tenga un concepto más profundo de la naturaleza del verdadero ser humano. Si el hombre es un ser compuesto de voluntad, mente, sentimientos, emociones, vida y de un cuerpo físico, no podemos tratar esos aspectos por separado porque no lo están, por tanto, tendremos que tratarlos como un conjunto y en su respectivo orden, es decir, utilizaremos la voluntad del Espíritu para concentrar la mente y dar ordenes o sugestionar a los otros aspectos para que, como resultado, se relaje profundamente el cuerpo físico.
El verdadero ser humano es perfecto y está preparado para vivir de acuerdo a la naturaleza, lo mismo que tiene sus defensas ante la enfermedad también tiene su mecanismo de defensa ante los agentes estresores -miedo, fobias, estrés, experiencias dolorosas, etc.- Pero la sociedad actual ha centrado su conciencia en el mundo material hasta tal grado que casi ha perdido la conciencia de sí mismo, actuando ante las circunstancias casi de una forma mecánica. Esta pérdida de contacto personal y espiritual hace que su defensa se debilite hasta tal punto que, al no poder más, se manifieste el desequilibrio del sistema nervioso, la ansiedad, la tensión muscular y el derroche de energía vital lo que, a la larga, afecta todas las actividades y relaciones personales.
La relajación, más que curar previene, alivia, causa bienestar, serena, permite controlar el cuerpo y la mente, mejora la circulación sanguínea y la respiración, y un largo etcétera más, por tanto, mejora la calidad de vida y fortalece la salud. Pero que no se confunda el lector, la relajación no se ejecuta y se aprende sola y en pocos días. Podemos utilizar la imaginación, la visualización, la autosugestión, la meditación y algunos ejercicios más, pero lo tenemos que hacer con voluntad, concentración y mucha práctica y persistencia; sólo así aprenderemos como aprendimos a conducir una bicicleta o un coche.
Una vez aprendida, estaremos preparados para relajarnos en cualquier situación y lugar. Así es que, querido amigo/a si quieres vivir más tranquilo, si quieres ser más feliz, dormir mejor, estar más equilibrado física y mentalmente y si, en definitiva, quieres disfrutar más de la vida, ¡adelante! pon manos a la obra y tómatelo en serio porque yo te aseguro que no te arrepentirás.
El autor
CAPÍTULO I
Motivos para practicar la relajación y obtener sus beneficios
Desde la época primitiva hasta muchos miles de años después, el hombre estaba y vivía en sintonía con la naturaleza, no podía hacer nada sin la intervención de su cuerpo físico o sin que le afectara como tal. Tubo que aprender a defenderse de los peligros de aquella época centrándose en él mismo y buscando los medios para ello; tubo que aprender a escuchar a su propio yo, a valerse de su instinto, de su imaginación, de sus propias manos; y tuvo que aprender a desarrollar la mente para analizar y razonar las situaciones y así poder sobrevivir a la vez que progresaba.
Aunque cada ser de aquella época era independiente, la verdad es que estaban tan unidos como grupo o raza que apenas se beneficiaban o perjudicaban ya que no tenían apenas nada donde gastar el tiempo puesto que su instinto era solo y más bien de “supervivencia”. Su vida era el grupo y su estado de conciencia se centraba en su cuerpo físico porque le necesitaban y porque creían que eran ellos mismos.
Hoy, la humanidad actúa casi de manera contraria. Desde que nacemos hasta que morimos estamos rodeados de un mundo que ha hecho que nos olvidemos de nuestro propio cuerpo. Es cierto que nuestra vida es rica en experiencias pero no nos conocemos; respondemos casi de forma automática ante las circunstancias, emociones, deseos, etc.; no nos paramos a analizar, meditar, estudiar o razonar tan fácilmente, por eso, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, tenemos enfocada nuestra atención en el mundo que nos rodea pero no en nuestro ser interno ni en nuestro cuerpo. Cada uno de nosotros y todos como conjunto, hemos creado un mundo ajetreado en el que no podemos vivir sin sus adelantos y tecnologías pero que, a su vez, está cerrando las puertas a la conciencia y está haciendo que nos olvidemos de la naturaleza de nuestro cuerpo. Como resultado, llega un momento en que el cuerpo enferma y el hombre no sabe que la culpa es en gran parte suya por no prevenir y más aún por no conocerse a sí mismo.
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