Dios En La Filosofía

¿Te has preguntado alguna vez si existe un Ser Superior a nosotros, que nos ha creado y ha creado también todas las cosas que tenemos a nuestro alrededor? Supongo que es una cuestión que en cualquier momento de nuestra vida todo ser humano se ha planteado. No hay una única respuesta que satisfaga a todos, pero sí hay diferentes vías para descubrir que existe una fuerza superior a nosotros. Desde el comienzo ha habido gente que se ha negado a creer esta idea, mientras otros continuamente han estado buscando respuestas. Es un tema complicado y que personalmente creo que en último lugar hace falta voluntad para creer. Aún así, a lo largo de la humanidad diversos filósofos y estudiosos han intentado demostrar la existencia de ese Ser Supremo.

El planteamiento de que todo aquello que no puedes ver no existe, es decir, que a través de la razón no se puede demostrar la existencia de Dios es algo ya conocido por todos; y que es defendido por muchos. Ontologistas, tradicionalistas, agnósticos y ateos afirman que sólo es verdadero aquello que puede demostrarse a través de los sentidos y el conocimiento. Pero existen diferencias entre cada uno de ellos. Los ontologistas creen que, dado que todos los hombres tienen en su cabeza la idea de Dios, esta no hace falta que sea demostrada por la razón. En segundo lugar, los denominados tradicionalistas plantean que sólo a través de la fe, el ser humano puede llegar a Dios. Tras el pecado original la inteligencia humana se ha visto dañada, y no hay razón que nos conduzca a la existencia de un Ser Supremo. Por otro lado, los agnósticos consideran que la inteligencia humana no es suficiente para llegar a demostrar la existencia de Dios, por lo que en su vida diaria viven como si Éste no existiese. Y por último, encontramos a aquellos denominados ateos, que niegan en la teoría y en la práctica que Dios existe, es decir, que es un concepto creado por el ser humano, totalmente innecesario y perjudicial para la vida del hombre.

Los ateos defienden que la religión carece de sentido y hace daño a las personas (ya que piensan que estamos creyendo en un Ser al que los creyentes llaman Dios que no existe).Ellos quieren explicar todos los fenómenos de la naturaleza por medio de la ciencia, afirman que no existe nada que esté más allá de la naturaleza y que por lo tanto no existe ni Dios, ni alma, ni vida después de la muerte. Cuando nos encontramos con gente que defiende este planteamiento, a nosotros se nos pasa por la cabeza la siguiente cuestión: ¿Cómo a estas personas se les puede demostrar que Dios sí existe? Y a su vez, ¿Qué es aquello denominado como `Ser Superior a nosotros´?

Antes de intentar responder estas cuestiones, personalmente creo que hay personas que niegan a Dios porque consideran que la idea de ese Ser reduciría su libertad y limitaría su ámbito de actuación.

Esta gente exalta el yo por encima de todas las cosas; pero Dios es un ser personal, es decir, si ha creado este mundo y nos ha creado a nosotros tiene sentido pensar que Él quiere que los hombres lleguen a entender Su existencia. Dios nos ha dado la capacidad para actuar con total libertad, para hacer lo que cada uno considere que quiere y tiene que hacer; ha creado a personas libres, por eso aunque nosotros tenemos la capacidad de llegar a conocer Su existencia a través de la razón, Él nos da total libertad de hacerlo o no.

Lo primero que hay que decirles es que todos los pueblos de diferentes culturas y en todos los tiempos han admitido la existencia de un Ser supremo. Tenemos que tener en cuenta, sin considerarlo un argumento de peso, que si todo ser humano a lo largo de los tiempos se ha planteado la existencia de Dios y ha intentado encontrar los métodos para demostrarlo, es difícil creer que estuviese buscando algo que realmente nunca ha existido, que todos hayan estado equivocados.

Sí que es verdad que la existencia de Dios no es algo evidente; ya que sólo se considera evidente si es necesariamente verdadero y si además podemos comprender su verdad sin necesidad de demostración. Decir que Dios existe, no es evidente, porque no conocemos la esencia de Dios (aunque sí que se puede llegar a conocer por sus efectos). De aquí se explicaría entonces la existencia del ateísmo. Por tanto necesitamos demostrar la existencia de Dios. Demostrar una proposición es establecer su verdad a partir de argumentos ya conocidos. Existen al menos dos clases de demostraciones:

*Las demostraciones a priori. Son aquellas que proceden del conocimiento de la causa al conocimiento del efecto (cuando me fui al colegio le dije a la limpiadora si me podía ordenar la habitación y por eso cuando llegué a casa ya estaba todo ordenado y no como estaba antes de irme).

*Las demostraciones a posteriori, que proceden del conocimiento del efecto al conocimiento de la causa (mi habitación antes de ir al colegio estaba desordenada y cuando he vuelto estaba ordenada, por tanto, deduzco que ha habido alguien que me la ha ordenado ya que mi habitación no está como estaba antes).

Puesto que Dios es el Ser incausado, es imposible demostrar a priori su existencia. En cambio es posible demostrarla a posteriori, ya que conocemos por nuestra experiencia los efectos de la capacidad creadora de Dios y de estos efectos podemos llegar a su Causa Primera. Dado que estos efectos son finitos (montañas, ríos, el Sol, los continentes, la belleza y perfección de la naturaleza…) y Dios es infinito, no podemos alcanzar así un conocimiento perfecto de Dios, pero sí vamos a poder demostrar su existencia.

La verdad de la existencia de Dios puede ser conocida por la razón natural; a continuación, vamos a proponer algunas ideas que distintos filósofos plantean sobre las posibilidades que la razón del hombre tiene para llegar al conocimiento de la existencia de Dios.

En primer lugar, destaca por su amplia dedicación a este tema el filósofo Santo Tomás de Aquino en su Suma Teológica desarrolla una serie de argumentos para demostrar la existencia de Dios. Hay filósofos que defienden que la idea de que Dios existe no se puede demostrar mediante la razón, sino que debe ser mantenida como verdad de fe. Para la demostración de la existencia de Dios, Santo Tomás se basa en sus cinco vías. Estas se caracterizan por:

* Son demostrables: Santo Tomás, expone y explica una serie de argumentos gracias a los que cuales se puede llegar a la deducción de que hay un Ser que es superior a nosotros.

*Son “a posteriori”, es decir, gracias a los efectos que podemos observar, llegamos a la causa; observamos un hecho y llegamos a una conclusión final.

*Cada una de ellas es independiente de las demás, de modo que bastaría con que solo una fuese correcta para que la existencia de Dios quedara demostrada.

Estos

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