PERCEPCION Y REALIDAD

Realidad y Percepción

Juan Luis Araujo Garrido

Introducción

Todas las personas saben las modas que existen y las diferentes formas de vestir que hay. Unas son muy distintas de otras, y habrá personas que las acepten y otras que las rechacen. Pues algo similar es lo que sucede con los conceptos de realidad y percepción. Para empezar, como son palabras que usamos diariamente y, por tanto, tienen varios significados, pero no nos centraremos ahora en todos, sino que vamos a seleccionar las definiciones que vamos a tener en cuenta, que serán:

­Realidad: es una existencia verdadera y efectiva

­Percepción: es la apreciación de la realidad a través de los sentidos

De este modo, ropa sólo existe una, que es la que hay, pero habrá gente que las combine de una forma u otra y prefiera vestir de una manera moderna o de ‘hippy’ por ejemplo. La realidad son las prendas, mientras que la percepción son los estilos. Y llegados a este punto, hay algunas cuestiones que se hacen inevitables: ¿Por qué cada uno percibe de manera distinta? ¿La percepción está hecha para conocer la realidad o para confundirla? ¿Cuándo puede decirse que vemos la realidad tal cual es?

Yo opino que hay muchas cosas que influyen en la forma en que nosotros percibimos, como por ejemplo la educación que recibe cada persona, aunque también por otro lado tenemos cierta tendencia natural a pensar de determinada manera. Y de esta forma, la percepción tiene como fin la no captación de la realidad de una forma exacta, dado que solamente podría captar la realidad tal cual es un objeto que la grabara, ya que carece de una subjetividad que haga ver esos hechos de una manera diferente.

Argumentación

Esta opinión que yo tengo es así debida a varias razones. Se explica por el hecho de que los medios de comunicación nos influyen continuamente y nos inducen a pensar algunas cosas que en un principio valoramos de otra manera. Del mismo modo, la educación que recibimos y las relaciones sociales que tenemos son indudablemente factores que influyen en nosotros. Hay datos bastantes sorprendentes respecto a este tema: una gran parte de los niños que sufren maltratos, cuando crecen se convierten en unos maltratadores, y otro dato tan impactante es que 7 de cada 10 personas que fuman o han sido drogadictos a lo largo de su vida reconocen que lo probaron con los amigos, compañeros… Aunque, por otro lado, también podemos interpretar un mismo estímulo de distintas formas sin la necesidad de que nos induzcan a observar nada en particular. Y para estos casos no hace falta recurrir a unos argumentos tan objetivos como los anteriores, sino que en muchas situaciones cotidianas se comprueba que a partir de una realidad hay muchas visiones diferentes: en el llamado Test de Rorschach se exponen unas manchas sin ningún dibujo concreto en ellas, pero en una de ellas, la que sea, se puede observar que hay personas que ven cosas tan dispares a partir de una simple imagen sin sentido. O también: ¿Qué hombre no ha debatido alguna vez en el trabajo o con los colegas sobre un partido de fútbol? Y depende con los ojos con que se mire, pueden concluir que se ha jugado mejor o peor, que el árbitro se ha ‘cargado’ el partido… casi una infinidad de cosas. Igual que cuando ves a dos personas reunidas en secreto: habrá gente que pensará que son una pareja que lo lleva de una manera discreta, o otros creerán que están discutiendo sobre algo grave, pero de todas estas interpretaciones posibles solo hay una, o puede que ninguna, que coincida de una forma correcta con la realidad. Desde el punto de vista expuesto, las relaciones entre la realidad y la percepción se pueden concebir como el juego de la diana, en el cual la realidad son los dardos, que son todos exactamente iguales; y al llegar al tablero, que son nuestros pensamientos, habrá distintas puntuaciones del mismo modo que nuestras interpretaciones serán diferentes, y así las habrá mas acertadas, otras no tanto y también habrá un grupo que falle de pleno.

Por otro lado, existe gente que piensa que todo ya está predeterminado, incluso nuestras reacciones ante cualquier situación, por otras causas, y ciertamente tienen algún motivo para creerlo. Muchas personas reparan en el lugar que tienen los sueños y los espejismos que sufrimos a veces no tienen cabida en muchas tesis, que son el vació por completar. Estos fenómenos son unas percepciones que hacemos pero nunca se está completamente seguro de si es real o no. Estas visualizaciones (espejismos, sueños…) forman parte del subconsciente, que nos hace sentir cosas que en el fondo deseamos, o que nos preocupan. De la misma manera, una persona que está loca no puede decirse que alcance una sabiduría mayor ni nada por el estilo, sino simplemente que tiene más alucinaciones de las mencionadas anteriormente. También se podrá decir que la percepción de la realidad ya está predeterminada por la genética, como es el caso de algunas organizaciones ilegales que ofrecen a las parejas con dificultades niños ‘a la carta’. O como el típico suceso de que en una misma clase de un colegio hay chavales que por mucho que se esfuercen en aprender y aprobar las diferentes materias no lo consiguen, mientras que hay otros que casi sin trabajo las sacan adelante. No es sólo el trabajo que hagan, sino que la predisposición para cada asignatura, el estilo del profesor… Son aspectos a tener en cuenta e influyen. Además existe una teoría muy interesante, llamada Teoría de la Gestalt, la cual explica que la mente humana configura, a través de ciertas leyes, los elementos que llegan a ella. De esta manera se explica el porqué de algunas veces todas las personas tendemos a pensar de una determinada forma. En resumen, hay personas que podrían decir que las relaciones entre realidad y percepción se pueden comparar con un libro, en el cual todo lo ocurrido y por ocurrir ya está escrito de antemano y es invariable.

Conclusión

Tras la observación de los distintos motivos que se presentan para decantarse por una postura u otra, se comprueba que la cantidad y la calidad de los argumentos que están a favor de la tesis mostrada es mayor, ya que casi en su totalidad ofrece datos objetivos y los refuerza con ejemplos bastante rotundos. Por otro lado, los argumentos que intentan refutar la tesis no son tan válidos porque simplemente se basan en algunos ejemplos concretos para buscarle los tres pies al gato y no se apoyan tanto en

datos. Finalmente, creo que han quedado claro los conceptos de realidad y percepción, de cómo se interrelacionan y funcionan entre sí, y que la tesis que elaboramos al principio ha quedado totalmente

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