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Historia Argentina y Latinoamericana

yani756 de Noviembre de 2011

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Profesorado de Educación Primaria 2011

H I S T O R I A A R G E N T I N A Y L A T I N O A M E R I C A N A

Curso: 1º 1º Turno Noche

Profesor: Silvia Barbieri

TRABAJO PRÁCTICO:

El Peronismo en la Argentina

Integrantes: Yanina M.

INTRODUCCIÓN

Los últimos años de la vida política de Argentina no pueden ser abordados si se soslaya el fenómeno social conocido como peronismo, cuya irrupción en la vida política, en la década del ’40, marca el advenimiento de las masas populares como factor decisivo y una nueva fase en el desarrollo del capitalismo nacional.

El peronismo produjo una ruptura histórica al cambiar profundamente no sólo al movimiento obrero, sino a la sociedad en su conjunto, creando un equilibrio hasta entonces inédito.

La migración interna que se produjo en Argentina a mediados de siglo XX fue la lógica consecuencia del proceso de industrialización de importaciones que, de la mano del intervencionismo estatal, se dio en el ámbito nacional.

La consolidación de una economía creciente trajo consigo un fenómeno de movilidad social tendiente a establecerse en grandes conglomerados suburbanos que formaron un cinturón poblacional en las afueras de Capital Federal, movilizado por la búsqueda de nuevas fuentes de trabajo.

El incipiente fenómeno demográfico cambió el trazado del mapa cultural de la metrópoli; las masas abandonaron las economías y costumbres regionales para instalar sus necesidades y reclamos en territorio bonaerense; el Estado peronista fue la respuesta peculiar a las innumerables demandas sociales surgidas de las entrañas de esa masa sin conciencia de clase, ni identidad social, que exigía en voz alta la atención de la dirigencia política argentina de mediados de siglo. La satisfacción de esas demandas largamente postergadas y la efectiva redistribución del ingreso instrumentada por el peronismo fueron decisivas en un contexto de explotación capitalista para lograr la alianza perdurable.

La doctrina peronista tomaba la conciencia, los hábitos, los estilos de vida y los valores de la clase trabajadora, tales como los encontraba afirmando su suficiencia y su validez. Glorificaba lo cotidiano y lo común como base suficiente para la rápida consecución de una sociedad justa, diferenciándose de este modo de los discursos proveniente de la izquierda que anteponían procesos abstractos tales como la conformación de la conciencia de clase previamente para llevar a cabo una acción transformadora de la sociedad.

El fenómeno peronista provocó, como nunca antes, una división en la sociedad argentina en dos fracciones aparentemente irreconciliables. Logró polarizarla como ningún otro movimiento político del siglo XX lo había hecho antes, ni lo haría después.

Del mismo modo, para los distintos sectores de la sociedad, la experiencia peronista había tenido caracteres, significados y consecuencias muy distintos. Por un lado, para un importante sector de las clases trabajadoras los diez años de gobierno de Perón habían significado un mejoramiento real de sus condiciones de vida, logrado a través de fuertes redistribuciones del ingreso, su incorporación como actores favorecidos a la arena política y al aparato estatal, y la reformulación de viejas pautas en sus relaciones con otros sectores de la sociedad. Por el otro, para otros sectores, en particular la clase media y buena parte de la intelectualidad, el gobierno peronista había sido una experiencia extremadamente traumática. El peronismo aconteció entonces también como resultado, como tantos otros procesos sociales, de las acciones, representaciones de diferentes agentes sociales, ubicados en distintas áreas del campo social.

DESARROLLO HISTÓRICO DEL PERONISMO

Juan Domingo Perón

En 1930, se acercó a los sectores cívico-militares que preparaban el golpe contra el presidente Hipólito Yrigoyen apoyando al ala más moderada representada por el general Agustín P. Justo. En 1932, al asumir Justo la presidencia, fue designado ayudante de campo del nuevo ministro de guerra. Desde ese lugar privilegiado, Perón accedió por primera vez a los entretelones del gobierno y de la cúpula militar.

Entre 1939 y 1941, fue agregado militar de Argentina en la Italia de Benito Mussolini. Perón no ocultaba su admiración por el régimen fascista al que definió como "un ensayo de socialismo nacional, ni marxista ni dogmático." A su regreso, se convirtió en uno de los referentes más destacados de una logia militar conocida como (GOU) Grupo de Oficiales Unidos, de carácter nacionalista y anticomunista, brindando numerosas conferencias sobre temas políticos y militares.

En 1943, el coronel Juan Domingo Perón participó activamente del golpe militar que derrocó al gobierno conservador de Ramón Castillo. Ocupó el Departamento Nacional del Trabajo. Desde allí Perón iniciaba su carrera política.

En lo político, el pensamiento de Perón era producto de múltiples influencias que iban del nacionalismo católico, el falangismo español y el fascismo hasta el socialismo. En sus discursos de 1944 Perón planteaba la necesidad de integrar al obrero al sistema como un consumidor y, de esa manera alejarlo de la influencia revolucionaria.

Perón desarrolló una intensa tarea desde la recién convertida Secretaría de Trabajo y Previsión tendiente a captar la voluntad política de los trabajadores. Hizo aprobar decretos y leyes de vital importancia en el campo laboral. El poder de Perón iría creciendo junto con su popularidad. En 1944 el General Edelmiro Farrell desplazó de la presidencia al general Pedro Ramírez y nombró a Perón Ministro de Guerra y Vicepresidente. Algunos sectores militares vieron con preocupación la creciente influencia del Coronel.

Perón fue obligado a renunciar a principios de octubre, fue detenido y trasladado a Martín García. El 17 de octubre de 1945 miles de trabajadores provenientes del cordón industrial del Gran Buenos Aires ocuparon la Plaza de Mayo decididos a no moverse hasta que Perón apareciera en los balcones de la Casa Rosada. Por la noche finalmente el Coronel pudo estrenar su saludo con los brazos en alto. Perón se había impuesto y ya ocupaba un lugar destacado en la política nacional.

Pocos días después, ocurrieron dos hechos significativos para la historia del peronismo: la creación del Partido Laborista por parte de los sindicatos peronistas para lanzar la candidatura de Perón y el casamiento de Perón con Eva Duarte, una joven actriz de radio que vivía con Perón desde hacía algunos meses.

La candidatura de Perón fue apoyada por los sindicatos, por sectores militares y por la Iglesia Católica.

En las elecciones de febrero de 1946, Perón se impuso obteniendo casi los dos tercios de la Cámara de Diputados, la mayoría de los puestos del Senado y casi todas las gobernaciones provinciales. Al asumir la presidencia Perón elaboró un Plan Quinquenal que intentó transformar la estructura económica del país fomentando la industria y estimulando el mercado interno. Paralelamente, el estado peronista emprendía una importante política de estatizaciones acorde con una corriente mundial en ese sentido. Pese a las buenas intenciones, el peronismo no logró transformar a la industria en la principal fuente de ingresos del estado, cuyas divisas seguían proviniendo de la exportación de granos y carnes.

Una difícil situación internacional, con mercados cerrados, el fuerte boicot norteamericano contra nuestro país y dos malas cosechas consecutivas obligaron a Perón a replantear su política económica. En 1949, promediando su primera presidencia, Perón convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente. El amplio triunfo peronista permitía incluir en el texto de la constitución la posibilidad de la reelección del presidente y los derechos del trabajador. Se establecieron también los derechos del estado sobre las fuentes de energía y el fomento de la intervención estatal en la economía. Esta reforma, junto con la Ley de Voto Femenino, sancionada gracias al impulso de Evita, llevarían en 1951 a Perón a un amplio triunfo electoral y a un segundo período de gobierno.

El Segundo Plan Quinquenal planteaba volver a una economía más tradicional y la aplicación de ajustes en los salarios y las políticas sociales. Las bases del modelo peronista comenzaban a tambalear y se produjo un acercamiento con los EEUU materializado en el polémico contrato petrolero firmado con la Standard Oil de California, que contradecía gran parte de los principios doctrinarios peronistas y daba enormes ventajas a la compañía norteamericana.

El peronismo tuvo ciertas características autoritarias y personalistas que irritaban a la oposición. Durante gran parte del gobierno de Perón fue muy difícil poder expresar ideas opositoras con libertad. La mayoría de los medios de comunicación estaban en manos del estado y los restantes sufrían permanentes clausuras. En las universidades, los estudiantes protestaban por el bajo nivel educativo y la importante presencia de profesores de tendencias fascistas. Líderes como el radical Ricardo Balbín y el Socialista Alfredo Palacios sufrieron la cárcel y el exilio.

La crisis desatada en 1952, coincidentemente

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