Contradicciones Discurso Fúnebre De Pericles

La realidad del Discurso Fúnebre de Pericles.

Pericles (495 a.C - 429 a.C) fue un importante e influyente político y orador ateniense en los momentos de la Edad de Oro de la ciudad. Principal estratega de Grecia, gran dirigente, hombre honesto y virtuoso, llamado el Olímpico, por su imponente voz y por sus excepcionales dotes de orador.

Uno de sus discursos más influyentes fue La Oración Fúnebre, dicha durante los juegos funerales de los caídos de la Guerra del Peloponeso y escrita años más tarde por el historiador Tucídides en su libro Historia de la Guerra del Peloponeso, que constituye una de las descripciones más vivas y emocionantes que se hayan hecho de la democracia. Sin embargo, se puede observar que el Discurso Fúnebre de Pericles representa una contradicción al estilo de vida de la época y un error al sistema político de aquel entonces.

Este discurso constituye la pieza esencial de los dos primeros años de la guerra del Peloponeso. No hay duda de que se trata de uno de los elogios fúnebres más famosos de toda la literatura, en donde se aprecia un discurso político que sitúa las bases del Estado, como una creación de todos los ciudadanos, que está por encima de cada uno de sus miembros y al que, por ser el bien común, se le deben rendir sacrificios.

Uno de los temas contradictorios de este discurso era la figura de la mujer, ya que en la época de Pericles, no poseía voz ni voto, no era ciudadana, solo transmitía la ciudadanía. No podía estar presente en la asamblea en el momento de tomar decisiones. Prácticamente solo era útil como matrona. En el discurso fúnebre aparece que las mujeres poseerán fama al momento en que su marido muera, que se olvidará la condición de mujer y pasarán a tener voz y voto en representación de su marido: “y si debo tener un recuerdo de virtud de las mujeres que ahora quedarán viudas, lo expresaré con una breve indicación. Para ustedes será de gran fama al no ser inferiores a vuestra condición natural” (Tucídides, 404 a.C. párrafo 45). Claramente se puede observar que existe una diferencia entre lo que pasa realmente en la Antigua Atenas con lo que se da a conocer en el discurso. Esto puede ser producto de que la oración fue escrita años más tarde.

El ideal femenino tradicional, comparado con el discurso, se puede decir que es una contradicción muy curiosa, ya que las mujeres aunque quedasen viuda en aquella época eran casadas más tarde con el hermano del difunto, o sea, que claramente ellas vuelven a quedar atadas y no podían dirigirse al Senado, porque su nuevo marido era quien debía de mandar en la casa y ser el representante de la familia frente a los Magistrados. La mujer debía no ser considerada entre los hombres ni para bien ni para mal. Se trataba de una convencional areté –virtud que recibían solo los hombres luego de ganar un conflicto- heredada de la sociedad aristocrática y desarrollada luego por la democracia.

Con respecto al sistema político de Atenas se sabe que correspondía a la Democracia, una política instaurada por Clístenes y sobresaliente gracias a Pericles. Pero que claramente es una metamorfosis de varios sistemas de gobiernos. Por lo que no es una política pura y se debió estudiar a cada polis para llegar a una política que dejara contentos a todos los ciudadanos o a la mayoría de ellos.

En el discurso fúnebre se presenta el sistema de gobierno como una idea propia, como una política pura nacida en Atenas: “pues tenemos una Constitución que no envidia las leyes de los vecinos, sino que más bien es ella modelo para algunas ciudades que imitadoras de los otros. Y su nombre, por atribuirse no a unos pocos, sino a los más, es Democracia” (Tucídides, 404 a.C, párrafo 37). Cabe decir que la idea fundamental obtenida por Pericles es del régimen de la oligarquía. De este modo, se debió estudiar distintos sistemas políticos para lograr llegar a uno que fuese lo más justo para cada persona. Por ello, es un error decir que fue un sistema político puro y que además la idea original provenga de Atenas. Esto se justifica porque los espartanos viven exclusivamente

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