Ensayo De La Lectura Del Libro "El Espejo Enterrado"

Desarrollo

Carlos Fuentes, en su obra El espejo enterrado, lo que realmente nos describe , es la biografía total de España y América Latina, realizando una comentario crítico de lo que transcurrido en la historia iberoamericana en sus rasgos más esenciales.

Dice que la cultura se forma de todos los que la llevamos, la conocemos, respetamos y administramos enriquecerla y continuarla. Es un maravilloso camino el que nos da Fuentes a través de los siglos que encabeza en el encuentro de América y termina en la época actual.

La introducción nos habla de la llegada de Cristóbal colon a nuestro continente, en ella el escritor dice que la continuación de nuestra cultura puede difundirse la desunión económica y la desintegración política del mundo hispánico. Nos avance de sitios religiosos en los que se han enfrentado espejos enterrados cuyo intención era guiar a los muertos en su marcha por el inframundo, que los espejos personifican la realidad, el sol, la tierra y sus cuatro direcciones y todos los hombres y mujeres que la habitamos.

La obra se divide en 18 capítulos, que nos van narrando la historia del mundo hispano a través de los épocas. El capitulo 1, nos habla de España, narra cómo emprendió a latir el corazón de la identidad española, del encuentro de la cueva de Altamira, en Asturias, por una niña de 5 años llamada María de S, y de la figura del toro español que se otorga de la tierra ibérica y de las figuras maternas de la antigua iberia, como son la dama de baza, que fue localizado en una tumba en granada en 1971; y la dama de elche, cuyo rasgo exclusivo es que es bizca y las vírgenes católicas, del roció, de los reyes, de la macarena y de Triana.

El capitulo 2, trata de la conquista de España, y como España era como un callejón sin salida porque en aquella tiempo nadie se atrevía a arrumbar mas allá, por el mare ignotum (mar desconocido), por eso hay un cabo que se llama finiste re (cabo del fin del mundo).

El 12 de Octubre de 1492, Cristóbal Colon desembarco en una pequeña isla del mundo occidental. La hazaña del navegante fue un premio de la hipótesis sobre los hechos: la evidencia indica que la tierra era plana; la hipótesis, que era redonda.

Colon aposto a la hipótesis: puesto que la tierra es redonda, se puede llegar al oriente navegando hacia el occidente. Pero se equivoco en su geografía. Creyó que había llegado a Asia. Su deseo era alcanzar las fabulosas tierras de Cipango (Japón) y Catay (china), reduciendo la ruta europea alrededor de la costa de África, hasta el extremo sur del Cabo de Buena Esperanza y luego hacia el este hasta el océano índico y las islas de las especias..

No fue la primera ni la ultima confusión occidental. En estas islas, que le llamo “las Indias”, Colon instituyó las primeras ciudades europeas en el Nuevo Mundo. Fundo las primeras iglesias, ahí se aclamaron las primeras misas cristianas. Pero el navegante localizó un espacio donde la inmensa riqueza oriental con que había soñado estaba ausente. Colon tuvo que imaginar el descubrimiento de grandiosas riquezas en bosques, perlas y oro, y enviar esta investigación a España. De otra manera, su protectora, la reina Isabel, lograría haber pensado que su transformación (y su fe) en este marinero genovés de sueño febril había sido un error. Pero Colon, más que oro, le ofreció a Europa una enfoque de la edad de oro reintegrada: estas eran las tierras de Utopía, el tiempo feliz del hombre natural.

Colon había abierto

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