Caso Jet Airways

APORTACIÓN INICIAL AL CASO JET AIRWAYS

Jet Airways es la compañía de aviación más importante en la India; inició sus operaciones en mayo de 1993, y desde entonces, se creó una prestigiosa reputación a nivel internacional, recibiendo diversos premios a su solidez y calidad. Así también celebró alianzas y convenios con diversas líneas aéreas, entre ellas Air Sahara y con su principal competidor, Kingfisher Airlines, posicionándola entre las 3 mejores aerolíneas del mundo. Sin embargo, su situación se vio afectada por la crisis mundial del 2008; con el incremento en los precios de los combustibles, que dependen directamente del precio del petróleo, así como la ralentización de la economía que provocó una disminución masiva de la demanda de vuelos y una ocupación mucho menor de asientos, se tradujo en una pérdida de rentabilidad y liquidez para la empresa, perdiendo un aproximado de 2.53 billones de rupias en ese mismo año, así como una caída drástica en el precio de sus acciones en la bolsa de Bombay, llegando a valer el 23% de su valor original.

Lo anterior llevó a la decisión del Consejo de Administración de Jet Airways de despedir a 1900 de sus empleados que se encontraban en período de prueba o con una antigüedad menor a los seis meses. La disyuntiva se presentó dos días después cuando, el presidente de la compañía, Naresh Goyal, decidió reinstalarlos. A continuación expondré mi opinión acerca de esta decisión, tanto en el aspecto económico y de ética que esta situación implica.

Primeramente, analizando los principios del proceso administrativo, quizás el más importante es la planeación, que como nos dice Munch y García consiste en “fijar el curso concreto de acción que ha de seguirse, estableciendo los principios que habrán de orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo y las determinaciones de tiempo y de números necesarios para su realización” (2004, p.27). Es a través de este paso que la organización define las directrices que se seguirán para llegar a sus objetivos y en base a esto, se llevan a cabo todas las acciones correspondientes. En el caso concreto, considero que Jet Airways tuvo una falla inicial en la planeación para los años 2008 y anteriores, dado que no tuvo una correcta proyección a futuro. Es decir, creo que existieron factores externos que no se consideraron, tales como las tendencias del mercado petrolero, que tienen un impacto a gran escala sobre las operaciones de la compañía; si bien es cierto que ninguna empresa está totalmente preparada para una crisis de tal magnitud como la que ocurrió en 2008, el consejo de administración y demás departamentos de índole económica de Jet Airways debieron observar cómo se estaban comportando los precios de los combustibles, para así tomar las medidas pertinentes para contener las pérdidas que se pudieran generar a consecuencia de esto, y no llegar a una situación tan negativa como la que les ocurrió, evitando así tomar decisiones drásticas, como lo fue el despido masivo de su nómina.

Tomando en cuenta lo primordial que es la comunicación interna dentro de una organización cuyo objetivo de acuerdo a Guzmán (2012 p.75) es: “permitir el alineamiento del esfuerzo de todos sus integrantes…la comunicación interna en la empresa, constituye uno de los elementos centrales para articular las relaciones entre los diferentes departamentos de la organización empresarial.” De acuerdo a la definición anterior, considero que existió una falta de comunicación y de coordinación entre los departamentos de la organización, principalmente entre el área de finanzas y de recursos humanos. Por una parte, en finanzas se estaba observando que las cifras eran mayormente de pérdidas y en recursos humanos se siguió contratando gente en grandes cantidades, sin adecuarse el capital humano a la situación económica crítica que estaba pasando la empresa.

Ahora bien, considero que a pesar de la falta de liquidez y rentabilidad así como las pérdidas millonarias que se estaban presentando en Jet Airways, la decisión de Naresh Goyal fue la más adecuada. Esta afirmación la baso en el hecho de que la opción del Consejo de Administración de despedir a 1900 empleados fue precipitada; si bien es cierto que desconozco el procedimiento que llevaron a cabo para tomar dicha decisión, creo que fue basada más en números que en sus empleados, perdiendo un poco la responsabilidad y ética que debe tener una compañía con la sociedad.

En primer término, el anuncio del despido no se llevó a cabo de la manera más adecuada, fue de la noche a la mañana, sin previo aviso y sin darles a los despedidos el tiempo necesario para asimilar su nueva situación, para empezar a buscar otro empleo o reacomodar su escenario económico. Con esto, Jet Airways no sólo perdió credibilidad ante sus empleados, también con sus clientes, al afrontar de esta manera la crisis que estaban pasando. Así también, un despido de esta magnitud debía generarles gastos de operación, ya que al no contar con todo su personal, la flotilla de aviones no funciona al 100%, tal vez tendrían que haber reducido rutas, lo que les llevaría a otra pérdida de liquidez.

Es así que, en mi opinión, la decisión de Naresh Goyal fue la más humana y reivindicó a su compañía como socialmente responsable, reflejando preocupación por sus empleados y que afrontarían la crisis con otras alternativas. De acuerdo a Robbins, la responsabilidad social se define como “el deber de una empresa, aparte de los requisitos legales y económicos, de perseguir metas de largo plazo para bien de la sociedad (2009, p.103). Las acciones

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