Ejecucion

¨Si el líder no sabe cómo hacer que su visión no se concrete, es sólo un soñador¨

Todo sistema es compuesto por pequeñas partes cumpliendo una función específica, convirtiéndose estos en factores vitales para el sostenimiento del todo.

Lo anterior no es tan difícil de pensar cuando analizamos detenidamente la aportación de cada uno de estos subsistemas al funcionamiento general de una totalidad. Imaginemos por un instante el incorrecto funcionamiento del sistema nervioso en el cuerpo humano o la falta de movimiento libre en el alerón de un Boeing 737 durante el aterrizaje, de ahí pues la importancia de cada aspecto especifico de un sistema, aun y por mas descartable que este parezca.

Una organización no es para nada diferente de cualquier otro sistema compuesto por subsistemas de menor envergadura. Desde la alta dirección hasta la etapa de ejecución cada aspecto de ella es sumamente importante para su desarrollo como tal y para el crecimiento de su valor como organización en el mercado competitivo.

No importa que tan brillantes sean las ideas planificadas de una organización si estas no son llevadas a un plano de ejecución en el que su funcionamiento sea puesto a prueba con el fin de evaluar si estos ideales son o no lo que la organización necesita para lograr el éxito.

Poniendo a prueba lo anteriormente dicho, una pierna jamás podría moverse por sí misma si no existiera una orden por parte del cerebro y viceversa el cerebro sería incapaz de motivar el movimiento en la pierna si esta no contara con las terminaciones nerviosas y fuerzas musculares necesarias para ejecutarlo, como es de notar ambos sistemas se complementan con un mismo fin ¨mover una pierna¨. Aun y cuando el cerebro pudiese fungir como líder en este analogía ninguna de las dos funciones es más o menos importante que su contraparte, por el contrario ambas cumplen una función primordial en la tarea.

Un liderazgo que sea capaz de aceptar que cada aspecto de la organización es clave para su correcto funcionamiento, se estará preparando para el éxito, ya que la sola idea de que las operaciones sobrevivan tan solo con ideas afines al pensamiento corporativo es una utopía.

Las organizaciones deben fundamentar cada uno de sus ideales teniendo coherencia al momento de su ejecución, no es para nada satisfactorio y ejemplar el hecho de tener una carta de presentación sustentada en ideales y no en el equilibrio que representa el hacer o ejecutar lo que se promueve.

No se puede esperar de ninguna manera una respuesta positiva de los integrantes de la organización si estos no son motivados con el ejemplo de la alta dirección, la cual debe apegarse de manera religiosa al cumplimiento y ejecución de sus planes operativos y de desarrollo, para ello se debe asegurar que cada área de la organización cumpla la función para la cual fue creada sin olvidar complementar

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