Gabriela Y La Mentalidad Japonesa

Introducción:

En este trabajo me permitiré exponerles el caso de Gabriela y la mentalidad ¿Japonesa?, en el cual podrán observar la problemática que enfrentan en la empresa Autojal, debido a la dificultad que representa en ciertos casos el tener socios extranjeros y no tener una planeación administrativa correcta.

También elaboraré una propuesta de solución que permita a mi juicio solucionar el problema que están afrontando, integrando temas referentes a lo visto hasta ahora en la materia de Fundamentos de la Administración.

Desarrollo:

Gabriela ha sido una trabajadora responsable y confiable durante toda su vida, lo cual hizo que pudiera entrar a trabajar a Autojal, empresa de Alejandro Aguirre, y subiera rápidamente de puestos debido al apoyo que su jefe, pero sobre todo porque ella se lo ha ganado. Al abrir la empresa una distribuidora de autos Senzei, una marca japonesa, fue ascendida a gerente de la misma. Senzei, ha tenido sólo personal masculino en sus puestos ejecutivos, tiene una planta en México dónde los gerentes eran en su mayoría japoneses, pero siempre hombres. Incluso Gabriela es la única mujer en un puesto como el suyo en empresas que tiene que ver con Senzei, esto ha sorprendido a varios.

El personal está motivado y Gabriela cumple con las metas de la empresa y aunque ha habido tropiezos con los incentivos prometidos Gabriela ha sabido llevar lo mejor que puede con lo mejor que tiene sus proyectos.

Al ser una distribuidora con buenas ventas, la empresa Japonesa decidió otorgar un premio, un viaje a Japón, esto junto con otras distribuidoras con buenos resultados. Alejandro le dijo a Gabriela sobre la buena noticia y que ella sería la que obtendría este beneficio. Al poco tiempo la empresa Senzei le informó a Alejandro, que una mujer no puede asistir al viaje y el debió informarle esto a Gabriela, lo cual la hizo que se enojara mucho ya que piensa que éticamente es incorrecto y quiere luchar por sus derechos, por esta injusticia. Su jefe Alejandro por teléfono le ha pedido que mejor deje las cosas como están, para no tener problemas con la empresa Seizei.

Es importante mencionar que debido a su cultura y forma de ver la vida en los 90’s Japón era un país que daba mucha importancia a que la mujer estuviera en casa cuidando de la familia, por lo que no permitía que tuvieran puestos directivos o gerenciales, precisamente para evitar que descuidara a su familia. “Debido a las exigencias de la empresa, la conciliación de la vida laboral y familiar es prácticamente imposible, por lo que las mujeres en muchos casos tienen que renunciar a su vida profesional si desean formar una familia. De esta forma, es habitual que en las relaciones profesionales con extranjeros (especialmente cuando se producen a nivel de directivos) por parte japonesa se trate exclusivamente con hombres” (Jensana, 2010).

Los protagonistas y su papel:

Gabriela: Al tener buenos resultados en la distribuidora en la que trabaja se ganó un premio, un viaje a Japón, ciudad donde se encuentra la matriz de los autos que vende Senzei, pero poco después de haberle informado la buena noticia le comunican que la empresa japonesa no permite que mujeres ganen ese premio, por lo que no podrá ir al viaje y además le hace ganar un descontento con su jefe por no pelear por esta clara discriminación hacia ella por ser mujer.

Alejandro: Director general de la distribuidora de autos Autojal, él ha tenido confianza en Gabriela, y se encuentra con la problemática de que la empresa de autos que el distribuye, Senzei, ha retirado el premio que él ya ha anunciado a Gabriela, y esto debido a ser mujer, él ha acatado esta orden y explicado a Gabriela que aunque no se trata de una decisión propia de la distribuidora, él no puede hacer nada y le pide dejar las cosas como están para no tener problemas.

Empresa Senzei: Empresa Japonesa concecionaria de Autojal, regaló un viaje a Japón a las distribuidoras que obtuvieran mejores rendimientos, pero por su cultura sólo permite que sean hombres los que lo reciban.

La empresa ha sabido llevar las cosas correctamente, pero no tienen un código de ética que guíe las conductas, tampoco han explicado a sus empleados la “cultura organizacional” que tienen algunos de sus proveedores, en este caso los japoneses, ya que así Gabriela podría haber estado preparada sobre la noticia que le dieron. Y no sólo Gabriela, su jefe también debería estar informado sobre la mentalidad japonesa desde antes de que se presentara este problema, ya que al hacer tratos, negocios o convenios con empresas extranjeras, debemos estar preparados, es una actividad básica de una buena administración. En este caso estoy hablando de ambas empresas, Autojal para saber con qué empresa está tratando y Senzei al expandir su empresa fuera de Japón y volverla global, debió de conocer también la cultura, valores, leyes etc., de esos países. “Las organizaciones tienen culturas diferentes. Los países también tienen culturas. La cultura nacional son los valores y actitudes que comparten los habitantes de un país y que definen sus comportamientos y convicciones sobre lo que es importante” (Robbins, 2008).

En este caso aunque las cosas parecen marchar correctamente, se ve claramente que no han llevado una correcta planeación ninguna de las dos empresas, ya que si fuera así sabrían que: “La planeación, consiste en la determinación de lo que se desea lograr por medio de una organización, y la investigación y valoración de cuáles serán las condiciones futuras que habrá de encontrarse, hasta determinar los diversos cursos de acción posibles” (Reyes, 1992). Con todo esto es claro que aunque en Autojal tienen una buena cultura organizacional y siguen una ética implícita, todo esto choca cuando se enfrentaron a la cultura y ética de

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