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LOS GERENTES COMO LÍDERES

diegorojastesmerInforme11 de Noviembre de 2020

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LOS GERENTES COMO LÍDERES

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INTRODUCCIÓN

Hoy en día estamos inmersos en un mundo mucho más competitivo y globalizado, que se caracteriza por cambios continuos e impredecibles en donde la valoración a las personas pasa por la calidad de sus habilidades y la certeza de sus decisiones. Este tema no es ajeno a las empresas, sino que es justamente aquí en donde existe  una gran repercusión de estas características.

La productividad, el desarrollo y las utilidades que se generan en una empresa tienen directa relación con este tema y cuya responsabilidad recae finalmente en una persona: el gerente. Es éste el encargado de determinar las tareas que hacen funcionar una empresa,  de definir quién es quién, qué labores debe desarrollar y a quién le debe rendir cuentas. Sin embargo el gerente no está sólo en una empresa, sino que trabaja junto a un gran número de personas, cada una con labores, jerarquías, responsabilidades, aptitudes e intereses diferentes que los llevan a desenvolverse y relacionarse de manera distinta. Es por esto que el trabajo en equipo es fundamental para el éxito de una institución y es aquí donde surge el concepto de liderazgo, el cual es el método más efectivo para lograr los objetivos propuestos mediante la renovación y revitalización. Sin esta característica, las organizaciones corren riesgo de vagar sin control, sin un curso definido, ya que es el liderazgo quien les imprime fuerza, vigor y define el rumbo que deben seguir.

En la actualidad el papel que deben desempeñar los mandos superiores en una empresa ha cambiado mucho en comparación con los últimos años. Si se quiere alcanzar mejores resultados y una excelencia empresarial ya no basta con un mando clásico, el cual caracteriza principalmente en un gestor y la relación mando-obediencia, en donde el administrador se centra en la eficacia (no en la eficiencia), no toma iniciativas ni riesgos, tiene una visión miope de la empresa y se rige por las normas preestablecidas. Esto puede funcionar hasta cierto punto, ya que hay algunas cosas que se pueden administrar como la rutina, los horarios, los procesos, los recursos, etc. Pero ¿cómo se administra la actitud, la dedicación, la confiabilidad, la valentía, la creatividad, la perseverancia, los valores, la colaboración y la pasión?

Una persona con una visión general, dispuesta a los cambios, centrada en la eficiencia y en las personas, dispuesta a trabajar en equipo y a aceptar todas las ideas que puedan ayudar a alcanzar los objetivos de la empresa y de las personas es capaz de responder a la interrogante anterior y se le designa como líder, ¿pero estas características son suficientes para tomar el control de una empresa?

En el presente trabajo se analizarán las teorías de los rasgos que diferencian a un líder de alguien que no lo es, además se estudiarán las distintas teorías del comportamiento que distinguen entre un líder eficiente y uno ineficiente. Un concepto importante que se considerará es el poder, el cual está estrechamente relacionado con el liderazgo y que tiene directa repercusión con las relaciones que se establecen entre el líder y los subordinados, generando reacciones distintas por parte de estos últimos frente a los distintos poderes utilizados por sus líderes.

GERENTES EN COMPARACIÓN A LOS LÍDERES

Es muy común que se confundan estos términos  al considerarse de cierto modo como equivalentes, sin embargo existe una serie de características que diferencian a un líder de un gerente. Este último es nombrado, se encarga de encontrar la manera de afrontar la complejidad, busca imponer el orden y la consistencia por medio de la elaboración de planes formales, del diseño de la organización y de la vigilancia de los resultados alcanzados en comparación con los planes establecidos. Su capacidad para influir se basa en la autoridad inherente a su cargo y tiene el poder legítimo que le permite compensar y disciplinar.

Por otra parte los líderes pueden ser nombrados o surgir del grupo, se encargan de afrontar el cambio, tienen un tipo de poder personal, ya que pueden influir en las personas más allá de  las acciones determinadas por la autoridad formal, debido a las relaciones existentes. Esta influencia significa una transacción entre las personas, en razón de la cual una persona actúa con la intención de modificar o provocar el comportamiento de otra. Sin embargo el ser líder no quiere decir necesariamente que se tenga las habilidades que permiten desarrollar las actividades de un gerente.

Un líder también se puede definir como aquel que establece los cursos para desarrollar la visión del futuro y, después, compromete al resto de las personas comunicándoles esa visión e inspirándolas a seguirla y así superar los obstáculos que se puedan presentar. Por otro lado el gerente es quien utiliza la autoridad de su posición para obtener el compromiso de los miembros, poner en práctica la visión presentada por el líder y se encarga también de coordinar y dotar de personal a la organización y enfrentar los problemas cotidianos.

Entonces surge la duda: ¿todo gerente debe ser líder? En la práctica, todo gerente debiera ser un líder, ya que no basta con tener  características administrativas para ser un ejecutivo exitoso, sino que éste debiera entender la diferencia entre administrar y liderar, y saber cómo combinar estas dos actividades, para esto, el ejecutivo debiera encontrar el equilibrio entre los procesos de la organización y una auténtica preocupación por las personas, para así  poder llevar la organización al éxito. El hecho de que un gerente no sea un líder, implica muchas veces que la organización tienda al fracaso al considerar al ser humano como otro recurso más, obviando sus intereses y aspiraciones personales, creyendo que su motivación personal gira en torno al salario. Es por esto que alguien que no es líder no es capaz de generar una visión para sus organizaciones y colaboradores que se arraigue en los sentimientos más profundos de sentido vital y trascendencia; de sentido de servicio y superación con una ética de compromiso y solidaridad.

Como se ha visto, hoy en día se requiere de un liderazgo gerencial, el que implica la influencia de los gerentes en el resto de la organización, para ellos debe realizar una serie de tareas específicas que le permitan liderar a sus subordinados:

  •  Orientación (comunicación de objetivos, instrucciones, etc.). 

  •  Apoyo en la realización de la tarea y también en la atención de problemas personales (counseling). 
  • Control de la ejecución y de los resultados de la tarea, y adopción de las medidas pertinentes. 
  • Suministro de feed-back (retro alimentación) en cuanto al comportamiento del subordinado. 
  • Evaluación del desempeño del subordinado. 
  • Otorgamiento de recompensas al subordinado (premio o castigo). 
  • Un buen líder gerencial debe ser proactivo.

TEORÍA DE LOS RASGOS DEL LIDERAZGO

El concepto de liderazgo no es nuevo, sino que viene desarrollándose hace varios años y los primeros estudios trataron de buscar características específicas que diferenciaran a las personas que sobresalen y se consideran líderes. Según estas primeras teorías, los rasgos del líder son el concepto central mientras que otras características son menos importantes.

En la historia de la humanidad existe una serie de personajes que se consideran líderes como Jesucristo, Moisés, Atila el Huno, Napoleón, Martín Luther King Jr., Nelson Mandela, etc. Todos ellos poseían cualidades personales que los diferenciaban del resto, algunas de éstas relacionadas con el éxito, y que posteriormente permitirían definir los rasgos para escoger a un líder, ¿pero existen características específicas comunes en cada uno de ellos? La verdad es que es muy difícil encontrar características comunes, ya que cada uno presenta rasgos completamente diferentes (inteligencia, seguridad en uno mismo, valor, astucia y otras) por lo que el intento de aislarlos no dio buenos resultados.

Las principales fallas de esta teoría fueron:

  • Los rasgos sólo pueden prever el liderazgo en situaciones determinadas  y no existe uno universal que se pueda aplicar a cualquier situación.

  • Los rasgos prevén el comportamiento del líder en situaciones débiles, no así en situaciones fuertes en donde existen normas rígidas de comportamiento, fuertes incentivos para ciertos tipos específicos de comportamiento e ideas muy definidas en cuanto a la premiación y sanción de éstos. Estas situaciones fuertes tienen menos oportunidades para que los líderes expresen sus tendencias personales. Estas situaciones concuerdan con una organización sumamente formal y con culturas fuertes, lo que finalmente limita mucho la capacidad de los rasgos para prever el liderazgo.

  • Esta teoría funciona mejor cuando se trata de prever el surgimiento de un líder, pero no es aplicable cuando se quiere diferenciar de un líder eficiente de uno ineficiente, ya que el hecho de que un individuo presente rasgos de líder no significa necesariamente que tendrá éxito liderando un grupo para lograr un objetivo.

Varias razones provocaron que esta teoría no diera resultados, sin embargo, hoy se considera que ciertos rasgos de personalidad asociados con algunos rasgos de liderazgo como el comportamiento, las actitudes y la seguridad en uno mismo, han tenido más éxito y han sentado las bases para las teorías actuales.

CARACTERÍSTICAS QUE DISTINGUEN A LOS LÍDERES DEL RESTO

  • Impulso o motivación: los líderes exhiben un alto nivel de esfuerzo, tienen un alto deseo de logro, son ambiciosos, tienen mucha energía, son muy persistentes en sus actividades y muestran una gran iniciativa.

  • Motivación para liderar: los líderes tiene un fuerte deseo para influir y dirigir a otros. Además demuestra una disposición a asumir responsabilidades.
  • Honestidad e integridad: los líderes construyen relaciones de confianza entre ellos y sus subalternos al ser sinceros y al mostrar una alta consecuencia entre sus palabra y los hechos.
  • Confianza en uno mismo: los subalternos ven a sus líderes como carentes de dudas. Los líderes, por lo tanto, deben mostrar confianza en sí mismos con la finalidad de convencer a sus subalternos de que las metas y decisiones tomadas son las correctas.
  • Inteligencia: los líderes deben tener la inteligencia suficiente reunir, resumir e interpretar una gran cantidad de información y deben ser capaces de generar expectativas, resolver problemas y tomar las decisiones correctas.
  • Conocimiento del trabajo: los líderes tienen un alto grado de conocimiento acerca de la empresa, la industria y las cuestiones técnicas. El conocimiento profundo permite a los líderes tomar decisiones bien informadas y comprender la implicancia de éstas.
  • Inteligencia emocional: un líder debe tener una personalidad con autocontrol, debe poseer la cualidad de ser sensible ante las situaciones y la habilidad de adaptarse a las circunstancias cuando es necesario.

Aún los rasgos individuales son insuficientes para explicar el liderazgo, ya que tener las características adecuadas sólo hace probable que un individuo sea en realidad un líder efectivo. Este individuo para poder lograr convertirse en un líder efectivo, todavía debe tomar las decisiones correctas.

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