NORMAS RELATIVAS A LA EJECUCION DEL TRABAJO

NORMAS RELATIVAS A LA EJECUCION DEL TRABAJO

Una auditoria es un proceso de recopilación sistemática, con el fin de obtener y evaluar de manera objetiva las evidencias relacionadas con informes sobre actividades económicas y otros temas relacionados; además esto  implica que para desarrollar esta labor se deben llenar una serie de requisitos mínimos de calidad, que brinden confianza a usuarios de la información financiera y el dictamen del auditor.

Desde antiguos años, el papel del auditor transformó su rumbo, cambio de la búsqueda de desfalcos y de certificar la exactitud de un balance general a la revisión del sistema y comprobación de las evidencias a fin de poder emitir una opinión sobre la presentación correcta de todos los estados financieros.

Para lograr una adecuada normatividad se expidieron las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), las cuales contienen principios y procedimientos básicos esenciales para el auditor, que facilitan la comprensión y permite al auditor formarse con opiniones basadas en éticas aplicables y seguridad razonable.

Así mismo, luego de su expedición se dio paso a la Auditoria Integral, la cual es una labor del auditor que hace que no solo se enfoque en la presentación de una auditoria tradicional de los estados financieros de una empresa, sino da alcance a la evaluación de la totalidad de la empresa, es decir analiza un conjunto de informaciones recibidas de la empresa, evaluar los procesos y verificar si se están cumpliendo los objetivos trazados dentro de las políticas establecidas en esa organización.  Actualmente, si la Auditoria Integral es correctamente planificada y ejecutada pueden obtenerse grandes resultados; en un principio los costos de preparación del personal y de los materiales a utilizar puede parecer significativo, además los resultados no se ven al instante, pero a la larga los beneficios que esta brinda resultan satisfactorios para la empresa.

La auditoría integral, comprende el estudio y la evaluación de las operaciones o transacciones, con la finalidad de validar los distintos sistemas que gobiernan: administrativo, operativo, contable, de gestión y de información computarizada, a través de una adecuada metodología que permita elaborar cédulas de trabajo como evidencia, incluido el uso de técnicas que permitan tener un orden lógico y coherente necesario para su revisión, supervisión, continuidad del trabajo de auditoría y para que soporten su opinión^[1]. (Canevaro, 2004)

• PLANEACIÓN Y SUPERVISIÓN

La planeación del trabajo tiene como fin decidir con anticipación todos y cada uno de los pasos a seguir para realizar el examen de auditoría.  Para cumplir con esta norma, el auditor debe conocer a fondo la empresa que va a ser objeto de su investigación, para así planear el trabajo a realizar, determinar el número de personas necesarias para desarrollar el trabajo, decidir los procedimientos y técnicas a aplicar así como la extensión de las pruebas a realizar.  La planificación del trabajo incluye aspectos tales como el conocimiento del cliente, su negocio, instalaciones físicas, colaboración del mismo etc.

Según la NIA 300, el auditor debe planear la auditoria de modo de que el trabajo  se desempeñe de  una manera efectiva.  Planear una auditoria implica establecer estrategias y desarrollar un plan de auditoria  para reducir riesgos.^[2]

Al analizar la primera norma sobre la ejecución del trabajo debe tenerse en cuenta que la designación del auditor con suficiente antelación presenta muchas ventajas tanto para éste como también para la empresa; para el auditor es ventajoso porque el nombramiento con anticipación le permitirá realizar una adecuada planeación de su trabajo para así ejecutarlo de manera rápida y eficaz, y para determinar la extensión de la tarea que pueda llevarse a cabo antes de la fecha del balance.

• EVALUACION DEL SISTEMA DE CONTROL INTERNO

Define las fortalezas y debilidades de la empresa mediante una cuantificación de todos sus recursos.  Tener una evaluación del sistema de control interno ayuda al auditor a determinar el alcance de los procedimientos de la auditoría, necesario para desarrollar el examen previo.  Dentro de este proceso se deben tener en cuenta seis elementos básicos para que exista un buen control: La misión, los sistemas de planeación, la organización, los recursos, la información y los sistemas de verificación.

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