TAREA BALANCE SCORE CARD

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Introducción

Como bien apunta el autor el Balance Scorecard, siegue siendo “un desconocido” a pesar incluso desde su implementación o, mejor dicho, desde su adopción por parte de muchas empresas que, si bien, reconocen su valía es sólo de manera superficial, pues no conocen a cabalidad la metodología BSC y, en consecuencia, desconocen su verdadero potencial y alcances.

En otros trabajos se han estudiado los factores que hacen que el modelo BSC sea exitoso, en esta ocasión, el artículo explora una serie de puntos clave para su correcta implementación en las empresas. Lo anterior es de suma importancia pues cuando se piensa en el modelo BSC es fácil notar su potencial, sin embargo, la implantación es otra cosa. Al ser una metodología compleja, su implantación también lo es, demanda, por ejemplo, como se vio en tareas anteriores, un empuje fuerte por parte de la gerencia, personal formado y calificado y mucha comunicación en todas las direcciones y áreas de la empresa.

La terea no es sencilla, pero volviendo a los beneficios que puede traer el BSC consigo, vale la pena el esfuerzo, pero, ¿por dónde empezar? Aunque un artículo no es suficiente para cubrir todos y cada uno de los aspectos de la implementación del BSC ciertamente el autor ofrece puntos clave que bien pueden ser también puntos de partida para la implantación. Además, en el artículo el autor hace un repaso de los errores más comunes al momento de la implementación del BSC.

Desarrollo

El BSC es un “traductor” entre la estrategia de la empresa a objetivos más bien relacionados con la operación. Así se definió en trabajos anteriores y de la misma manera en este caso también el autor lo considera así. Sin embargo, el autor también destaca su faceta como Integrador entre áreas de la empresa que normalmente quedan fuera de estos esquemas o bien, que se desarrollan por su cuenta. Esta descoordinación es un gran obstáculo si se piensa en estabilidad y crecimiento, por esa razón el BSC es más que un conjunto de objetivos e indicadores, es un armonizador y una especie de ecualizador del comportamiento de las áreas y de las personas que laboran en la empresa.

A pesar de lo anterior, muchas de las empresas que han adoptado el Cuadro de Mando Integral no termina por solucionar sus problemas o al menos no da los resultados que se esperan de él, esto se debe a que como se dijo anteriormente, el BSC sigue siendo un desconocido, tal vez suene contradictorio, pero a pesar de que se ha vuelto popular, en revistas y en círculos académicos, sigue siendo un desconocido en términos de conocer la metodología a cabalidad o bien, tener ideas equivocadas o, como menciona el autor, un enfoque limitado. A continuación, se presentan las diferencias entre un enfoque limitado y la realidad del BSC

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Por lo anterior la primera acción al implantar el BSC es tomar una “fotografía” a los indicadores para saber si siguen la Misión, Visón y objetivos de la empresa. Lo anterior dará pie a corregir ciertos indicadores, pues como dice el autor, uno de los errores más comunes al momento de establecer indicadores y objetivos es que son demasiados. Aun incluso sin la Misión, Visión u objetivos son inadecuados es mejor cambiarlos por algo que sea asequible para la organización. El BSC busca una alineación coherente entre los elementos ya citados y por sobretodo una simplificación de los mismos para que sean comprensibles para todos y cada uno de los miembros de la organización. Lo anterior no busca simplificar a través del recorte sino de la coherencia y congruencia, pues esa simpleza dará pie a una fácil aplicación partiendo de la comprensión.

Partiendo del hecho de que la estrategia es correcta, definida y comprensible para todos, entonces se vuelve al punto medular que son los objetivos. Como se dijo antes con frecuencia se establecen demasiados objetivos, algunos de ellos demasiado pretensiosos o bien, fuera de lugar en términos de congruencia con la estrategia. Para ello, una solución que ofrece el BSC es una herramienta llamada Mapa estratégico. El mapa estratégico es una de las herramientas fundamentales del BSC, por esa razón es fundamental tomarla en cuenta para su implantación. Dicha herramienta permite, clasificar objetivos, englobarlos por categorías y jerarquizarlos. Aunque pueden variar, las perspectivas más comunes son:

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