Tesis liderazgo. Desarrollo interior del líder

La temática sobre el liderazgo ha sido abordada en infinidad de ocasiones y desde perspectivas diferentes a lo largo de la historia. Ciencias como la psicología, sociología, empresariales, entre otras, han intentado abordar la problemática desde diferentes perspectivas para darle respuesta a las necesidades del contexto en que se estuviese inmerso en ese momento determinado. Sin embargo, en ninguno de los casos se han logrado obtener resultados lo suficientemente concisos, homogéneos y adaptables como para poder trasladarlos a la vida cotidiana de las sociedades, culturas, organizaciones y demás aspectos que hacen al desarrollo del ser humano en comunidad.

Lejos se está de encontrar una “respuesta” única para la problemática, y teniendo en cuenta la forma en que fueron avanzando las diferentes disciplinas en las últimas décadas se podría inferir que intentar buscarla en el corto plazo no resultaría ser el camino más acertado. Las ideas provenientes de pensadores interdisciplinarios contemporáneos ofrecen una nueva manera de ver al mundo y conocer los aspectos relacionados con la conducta humana, brindando una variedad de herramientas que resultaban desconocidas en el ámbito de las ciencias empresariales y que en la actualidad parecieran ser el sendero por el cual se debe transitar a la hora de inmiscuirse en dicha temática.

Es en este punto en donde encontramos una de las primeras aristas de cambio a la hora de abordar diversas temáticas en el siglo XXI, emprender el conocimiento de una disciplina requiere inevitablemente de la colaboración de otras para poder iniciar la labor desde una perspectiva sistémica y entendiendo la importancia de que nos enfrentamos a un todo interdependiente e influenciado por sus diferentes partes.

Como se establecía anteriormente, teniendo en cuenta solo el ámbito de las ciencias empresariales, resulta acotado intentar entender o definir a l liderazgo con las herramientas que esta disciplina nos ha ofrecido a lo largo de la historia, es por ello que durante las siguientes páginas nos proponemos la tarea de introducirnos en aquellos aspectos relacionados con ciencias como la psicología, que consideramos son algunos

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de los puntos de partida sobre los cuales hay que trabajar para determinar cuáles son las competencias que deben desarrollar las personas para la formación de líderes, ya sea en uno mismo o con terceros.

Desde hace algunos años, el concepto de desarrollo basado en competencias ha tomado un gran interés. Desde el desarrollo de personal técnico hasta el desarrollo del liderazgo en gerentes y ejecutivos. Todas estas estrategias son necesarias para competir en un mundo globalizado, tecnificado y rápidamente cambiante. Se entiende entonces la necesidad de que las organizaciones se preocupen por identificar y desarrollar una base de competencias claves. (Delgado Torres y Delgado Torres, 2003, p.83)

Se va a obrar particularmente con los aportes de cuatro autores que han trabajado y trabajan sobre temáticas como las inteligencias múltiples (Howard Gardner), la inteligencia emocional (Daniel Goleman), la teoría sistémica (Peter Senge) y las competencias emocionales (Fredy Kofman).

Desarrollo interior del líder

Desde los comienzos de nuestra disciplina se han desarrollado teorías sobre el liderazgo, en la actualidad las nuevas ideas distan mucho de lo que en un comienzo se entendía. Pero el primer paso para poder comprender estas nuevas cuestiones es despojarnos de algunas afirmaciones que aún siguen vigentes y que limitan el estudio, por ejemplo, “un líder es un jefe”, “líder se nace”, etc. Para comprender la nueva concepción de formación de líderes es necesario contar con una apertura a la interdisciplina y al trabajo colaborativo más allá de las ciencias empresariales.

Poca bibliografía sobre liderazgo se puede encontrar que haga referencia a la importancia del desarrollo interior de la persona y que se alejen de los viejos mitos establecidos. Algunos autores hacen cierta referencia, pero en la mayoría de los casos la situación deviene en un modelo a seguir con pautas para llevar a cabo a la hora de practicar el liderazgo.

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El liderazgo es un fenómeno a la vez simple y complejo. Sus complejidades son paradójicas: es arte y ciencia, implica estabilidad y cambio, está asentado en cualidades personales y en destrezas interpersonales, vive entre el pensamiento y la acción, (...), exige un firme compromiso con el aprendizaje y el desaprendizaje, (...). Se asocia con el poder, pero depende de la autoridad, sirve para transformar aspiraciones en realizaciones, se suele explicar en términos racionales, pero sólo funciona cuando además hace vibrar la cuerda de las emociones (Díaz Carrera, 2009, p.240).

Para evitar perderse en la complejidad que la bibliografía le adjudica al liderazgo, resulta importante encontrar el punto de partida sobre el cual se debe trabajar. La

respuesta a esta encrucijada es mucho más simple de lo que uno podría esperar. La base para el desarrollo de liderazgo se sustenta en el fortalecimiento de lo que llamaremos capacidades o competencias intrapersonales.

El desarrollo de competencias para el liderazgo comienza, y ya lo veremos más adelante, desde que la persona nace y lo hace durante todo el transcurso de su vida. Aunque no esté explicitado cuáles son específicamente dichas competencias, sí podemos afirmar que hay determinadas capacidades, ya sea desde el plano personal como con la interrelación con terceros, que colaboran a la formación de los líderes.

Lo que buscamos es darle la importancia que merece el desarrollo de la persona no solo a nivel intelectual sino también con aspectos relacionados con las emociones y la forma de relacionarse con terceros, es decir, con otros aspectos sobre la inteligencia que se han

explorado durante los últimos años. En líneas generales, se intenta establecer la relación entre el éxito de las personas en su interacción con otros e instituciones y el tiempo y recursos destinados durante toda su vida en la fructificación de sus propias emociones.

Por otro lado, también es oportuno destacar que aquel que en determinado momento de su vida considere que no ha podido, querido o intentado abordar estas capacidades, no es incapaz de hacerlo. Por cuestiones biológicas que hacen específicamente a la madurez y la forma de trabajar del cerebro humano, este es más permeable y capaz de aprender ciertas conductas en niños pequeños, sin embargo, esto no impide que las

personas puedan fomentar dichas capacidades durante la madurez.

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Debido a lo explicitado, es importante conocer específicamente algunos conceptos sobre los que se trabajará durante las aproximadamente páginas:

Inteligencia: Existen infinidad de definiciones de inteligencia, Ardila (2010) afirma

Que es un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social. Incluye la capacidad de resolver problemas, planear, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender de la experiencia.

No se identifica con conocimientos específicos ni con habilidades específicas sino que se trata de habilidad cognitiva general, de la cual forman parte las

capacidades específicas (p. 100).

Emociones: Lawler (Como se citó en Bericat, 2012) establece que son estados evaluativos, sean positivos o negativos, relativamente breves, que tienen elementos fisiológicos, neurológicos y cognitivos.

Sentimientos: Segura y Arcas (Como se citó en Ferrández, 2016) establecen que son bloques de información integrada, síntesis de datos de experiencias anteriores, de deseo y proyectos, del propio sistema de valores y de la realidad.

Pensamientos: El pensamiento es la facultad o capacidad de pensar. Siendo el pensar formar o combinar ideas o juicios en la mente. Examinar mentalmente algo con atención

para formar un juicio (Real Academia Española, 2014)

Cabe destacar la estrecha relación existente entre las emociones y los sentimientos, dado que las primeras suponen respuestas motrices, cognitivas y fisiológicas de nuestro cuerpo frente a los estímulos que tienen carga emocional. Las emociones son respuestas con autonomía dado que no requieren de pensamientos y preceden a los sentimientos, ya que estos son la parte consiente de una emoción y forman parte del pensamiento en virtud de la experiencia. En otras palabras, los sentimientos son el paso por la razón de las emociones.

A continuación se trabajará sobre los cuatro autores citados anteriormente, ellos representan el sustento sobre el cual se desarrollara el trabajo y creemos se debería trabajar sobre los nuevos líderes. Como veremos a continuación no todos sus aportes

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tienen similitudes para con el resto, pero es ello lo que contribuye al enriquecimiento de la temática tratada.

Análisis del material relevado (aportes de los autores, supuestos, evidencias)

La Inteligencia intrapersonal de Howard Gardner

Howard Gardner es un psicólogo, investigador y profesor nacido en Pennsylvania, Estados Unidos. Estudió en la Universidad de Harvard en donde se orientó hacia la psicología y la neuropsicología. Sus líneas de investigación se han centrado en el análisis de las capacidades cognitivas en menores y adultos, a partir del cual ha formulado la teoría de las ·inteligencias múltiples”. Presentada oficialmente hacia 1983. Se puede afirmar que ha desarrollado su carrera profesional en base a la búsqueda continua por lograr conceptualizar la inteligencia. Ha desarrollado una nueva teoría de las competencias intelectuales, que cuestiona el punto de vista clásico

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