CONTACTO CORPORAL Y SU USO TERAPEUTICO (resumen capítulo 6 Kepner)
Christian LopezResumen22 de Marzo de 2016
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CAPÍTULO 6. EL USO TERAPÉUTICO DEL CONTACTO FÍSICO
Come on, come on, Come on, come on Now, touch me, babe. Can't you see that i am not afraid? What was that promise that you made? Why won't you tell me what she said? What was that promise that you made?
Now, i'm gonna love you 'til the heavens stop the rain. I'm gonna love you 'til the stars fall from the sky For you and i.
TOUCH ME / JIM MORRISON
Las necesidades de quién satisface realmente el hecho de tocar… ¿del cliente? ¿Del terapeuta? ¿hasta dónde está permitido en la actualidad? ¿hay instructivos? ¿me gusta ser tocado?¿me gusta tocar? ¿cómo es mi experiencia con el contacto físico? ¿con qué partes de mi sí mismo toco más frecuentemente? Hasta el día de hoy existe un debate con relación al uso terapéutico del contacto físico en la Psicoterapia Gestalt (y seguramente en cualquier corriente terapéutica)
¿QUÉ ES TOCAR? Es un tipo de comunicación, contacto cuerpo a cuerpo, básico en la interacción humana
¿QUÉ ES CONTACTO? Herramienta para desarrollar la conciencia y aceptación del sí mismo corporal y su relación con el ambiente. Son los aspectos humanos los que amplían los efectos del contacto más allá de lo físico y lo mecánico, y así aumentan el alcance de lo que debemos tomar en cuenta como terapeutas cuando lo usamos como una herramienta en la intervención. Como un proceso humano, es la interacción entre personas vivas, que sienten y son conscientes. Si creemos que el cuerpo es también el sí mismo, entonces cuando tocamos a otra persona no estamos tocando “un cuerpo”, sino nada menos que el sí mismo de esta persona con nuestro propio sí mismo.
¿PARA QUÉ TOCAR? Desde el punto de vista terapéutico, el contacto físico busca el desarrollo del sí mismo corporal, con el fin de demostrar tensiones corporales, hacer conscientes y reorganizar posturas físicas, liberar o provocar tensión, evocar y elaborar asuntos inconclusos, reactivación de la memoria corporal, liberación de emociones contenidas y en general, actualización de la relación del cliente con la vida. Es un intercambio constante y dinámico de conocimiento, aprendizaje, emociones, sensaciones y confianza.
CONTACTO HACIA EL CLIENTE: graduado y respetuoso, atento a su historia de vida y necesidades para potencializar su experiencia. Es necesario entender los sentimientos y la consciencia de cada persona, su estado existencial, así como la relación entre éstos para comprender plenamente el resultado del contacto y la respuesta al mismo.
CONTACTO DESDE EL TERAPEUTA: confrontar temores propios, limitaciones, vergüenza y a través de los temores del cliente, el contacto con la propia historia de heridas y la corporificación de las creencias y actitudes personales y culturales.
El contacto físico es un medio de comunicación entre el terapeuta y el cliente, donde el primero trasmite su presencia, observaciones y experimentos a través del uso de sus manos, y el segundo sus declaraciones, experiencia y respuestas al contacto del terapeuta mediante sus reacciones y cambios corporales. El uso del contacto como un proceso de comunicación para desarrollar la consciencia, aceptación y amplia capacidad para el contacto físico se funda en las nociones de unidad del cuerpo y el sí mismo y de resistencia, y en el énfasis fenomenológico (empírico) intrínsecos a la filosofía de la terapia Gestalt.
- La unidad del cuerpo y el sí mismo. Si vemos al sí mismo y el cuerpo como una unidad intrínseca, entonces cualquier uso del contacto estará dirigido no a “cambiar hábitos” o “realinear partes del cuerpo”, sino más bien hacia el contacto con la persona corporificada. Si tocamos “el cuerpo” y no la persona, y así convertimos a los clientes en un objeto, entonces ¿cómo podemos esperar que ellos restablezcan la aceptación de su sí mismo corporal?
- Resistencia y contacto. Si vemos la resistencia corporal como una manifestación o expresión del sí mismo, el contacto no se usará para romper a ésta ni a la armadura (tensión), ya que esto daría como resultado el rompimiento y pérdida de una función esencial del sí mismo. Más bien se usa para convertir esa resistencia en una expresión consciente, aceptada y plena. Usamos el contacto, para descubrir la resistencia negada y estimular su uso en una acción de relación, o sea, devolverla a un enlace útil con el entorno.
- Énfasis fenomenológico en el contacto. En un enfoque Gestalt del cuerpo, la meta del contacto es aquello que la persona vive como experiencia al ser tocada, más que la producción de un cambio predeterminado. El contacto se usa, en forma de experimento, sea como un apoyo para que los clientes exploren algún aspecto de su naturaleza corporal, o como un experimento en y por sí mismo. En el primer caso, para crear consciencia sobre la manera en que un cliente contiene y coloca sus hombros; en el otro caso, podría explorar con preguntas como: “¿Cómo se siente ser tocado?” o “¿Cómo se organiza usted para recibir mi contacto?”
Como una pequeña guía, Kepner nos ofrece el siguiente cuadro con algunos de los diferentes tipos posibles de contacto y sus efectos terapéuticos:
[pic 2]
El trabajo que usa el contacto como una herramienta de intervención en particular, colocan al cliente y al terapeuta en una posición de insólita cercanía e intimidad. El cliente está literalmente en manos del terapeuta. La distancia física entre cliente y terapeuta es mucho menos que la distancia social regular y requiere que el cliente deje algo de su reserva para permitir el acercamiento del terapeuta. Potencialmente, el terapeuta está en una posición de mayor poder e influencia y el cliente en una posición de mayor vulnerabilidad y apertura que en el encuentro terapéutico común.
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