Edificando La Resiliencia en el Aula
Daniel Zamora HernándezTrabajo22 de Agosto de 2018
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Edificando la Resiliencia a Través de las Relaciones Positivas Dentro del Aula
Daniel Zamora
Universidad Tecmilenio
Campus Cd. Juárez
Después de los eventos del 18 de enero del presente año en el Colegio Americano de Monterrey, me sentí invadido con una angustia para la cual no tenía palabras. Mis pensamientos fueron inmediatamente llenados por mis alumnos de segundo semestre, la misma edad del adolescente que protagonizo tal evento. Como muchas personas, me pregunte qué es lo que podía haber pasado por su mente, que lo había orillado a cometer tal acto. Sin embargo, no pude responder ninguna de mis preguntas. Después pensé que yo pude haber sido la persona encargada de ese grupo, y fue entonces cuando me di cuenta que tenía yo una responsabilidad hacia mis estudiantes.
A través de este curso, hablamos sobre varios temas que son la base de la psicología positiva; de cierta manera, las bases de una vida plena y feliz. Cuando llegamos al tema de resiliencia, y me adentre más en las lecturas, me di cuenta de que esta era el área en el que más de debía yo de enfocar, y en la que podría yo encontrar una solución para ayudar a mis alumnos. Estando nuestra escuela situada en Ciudad Juárez, muchos de nuestros alumnos han crecido en una zona que en algún punto fue considerada una zona de guerra. El meta estudio de Vázquez, C (2005) se enfoca en el impacto que los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y el 11 de marzo del 2004 en Madrid tuvieron sobre los ciudadanos de dichas ciudades. En esta investigación, se dio cuenta que la gente desarrollo una gran resiliencia, no necesariamente una inmunidad, pero si se sobrepuso y pudo superar esa etapa de tan elevado estrés. Esta investigación me llevo a figurar un paralelo con los residentes de Ciudad Juárez. Estos, como aquellos en los varios estudios citados por Vázquez, viven con un alto nivel de estrés debido a la constante violencia e inseguridad que impregna la ciudad. La resiliencia puede ser descrita como la habilidad que una persona tiene de persistir, adaptarse adecuadamente, y reponerse después de encontrarse con obstáculos, retos, contratiempos, decepciones, o adversidad y regresar a un nivel razonable de bienestar (McGrath and Noble 2003). De la misma manera, Bernard (2004) argumenta que la resiliencia es un conjunto de atributos o mecanismos de protección que ayudan a que una persona se pueda adaptar adecuadamente a pesar de los riesgos de factores que pudiese encontrar a lo largo de su desarrollo.
Con esto en mente, me enfoque en buscar maneras en las cuales pudiera ayudar a aquellos más cercanos: mis estudiantes. Mi interés se volcó hacia aquello que ayudaría a mis alumnos a desarrollar resiliencia, y en turno, felicidad, ya que la felicidad está compuesta de satisfacción, mecanismos de supervivencia, y emociones positivas. (Cohn, M. et al, 2009) Fue así como usando mi experiencia previa con actividades de formación de grupos efectivos y liderazgos, adecue una actividad para reforzar las relaciones positivas entre mis alumnos, y de esta manera, ayudarles a desarrollar resiliencia.
Las relaciones personales tienen una gran influencia en el desarrollo de la resiliencia de las personas. Criss, M. et al (2002) sugiere que la relación positiva con los compañeros de escuela contribuye a la construcción de resiliencia en niños expuestos a ambientes hostiles y adversos. La importancia de las amistades y su papel en la formación de resiliencia en los estudiantes también es explorada por Doll, D. et al (1998), McGrath, H & Noble, T. (2003), and Graber, R. et al (2015). De acuerdo con la investigación de Graber, incluso una sola, cercana amistad de apoyo promueve la resiliencia. Después de la familia, las escuelas son los lugares en los que los alumnos están expuestos a interacciones más cercanas, y el ambiente en el que pueden mejorar las habilidades socio-emocionales que desarrollan la resiliencia. Para algunos estudiantes, inclusive, que no gozan de una familia que los apoye, la escuela se convierte en el único lugar para aprender dichas habilidades.
El estudio realizado por Bell en 1998 sugiere que los estudiantes que contaban con amistades también eran más propensos a tener una mayor autoestima y sentir más orgullo de sí mismos. Es decir, los alumnos se creían más capaces de completar cualquier tarea, y pensaban con mayor optimismo de sí mismos. El análisis realizado demostró una correlación positiva entre la amistad que los niños tenían y su resiliencia. Los resultados del estudio de Bell, aunque sugieren más trabajo, nos dejan saber que esto no es una idea nueva, y que una de las bases de la resiliencia yace en las relaciones originadas en la escuela.
El efecto a largo plazo, como el uso de drogas, depresión y ansiedad en la vida adulta, también fue explorado por McGrath & Noble. Ellos encontraron que las relaciones sociales positivas ayudan a un mejor rendimiento escolar, y óptimos niveles de bienestar y salud mental en la vida adulta. Su investigación sugiere que el aislamiento y el rechazo de otros compañeros, e incluso los maestros, pueden crear un efecto negativo en la vida adulta del estudiante. También sugieren que las escuelas deben de procurar una cultura de cuidado e inclusión hacia los estudiantes con dificultades de adaptación. Es sugerido que, a través de un programa de tutoría alumno-alumno, aquellos alumnos que son rechazados puedan poder comenzar a desarrollar relaciones positivas. Además de este ejercicio, los autores sugieren otras actividades que pueden mejorar la relación entre los alumnos, incluyendo el Positive Peer Reporting.
El Reporte Positivo por Compañeros (PPR), ha demostrado tener mucho éxito en varias y sigue siendo una opción muy usada para mejorar las relaciones y conducta de aquellos alumnos con problemas. PPR se basa principalmente en reportar aquellas acciones positivas que los alumnos observan a sus compañeros hacer. De acuerdo con Libster, L. (2004), el PPR nos puede ayudar a mejorar la resiliencia de estudiantes con problemas de adaptación o aceptación social, y de esta manera reducir su riesgo a dejar la escuela, una conducta criminal, o psicopatología. Tomando este enfoque como base, el diseño de la actividad que propongo, busca hacer que aquellos estudiantes que se sienten aislados o rechazados puedan tener un mayor sentimiento de pertenencia en el grupo.
A través de las actividades escolares y extracurriculares en las que los estudiantes se desenvuelven, se puede generar un ambiente en el que la resiliencia es desarrollada. El tomarse el tiempo para realizar actividades como la que sugiero en esta evidencia, podría ayudarnos a disminuir el estrés generado por la escuela, así como por su propia etapa de crecimiento. Dumont, M. & Provost, M. A. (1999) descubrieron que aquellos estudiantes que contaban con un grupo de amigos de un buen tamaño tenían mayor autoestima y a la misma vez, contaban con índices más altos de resiliencia. Esta autoestima debe de ser alimentada por aquellos cercanos a los alumnos, en este caso, su familia y compañeros. Felker, D. W. (1974) hace hincapié en que la autoestima se puede construir incluso a través del mensaje más sencillo de aprecio, o de la celebración del logro más insignificante.
La actividad que a continuación se presenta se realizó con el afán de que los alumnos se ayudasen los unos a los otros a construir su autoestima y mejorar sus relaciones entre ellos. Aunque la actividad podría no demostrar efectos inmediatos en ellos, la mejora de sus relaciones es palpable. Espero que, a través de esta actividad, se pueda seguir construyendo la resiliencia de mis alumnos, y puedan sobrevivir en esta ciudad que ha sido golpeada tan fuertemente por la violencia y desesperanza.
Actividad: Warm Fuzzies
Objetivo: A través de esta actividad, los alumnos compartirán notas positivas que a su vez les ayudaran a mejorar las relaciones con sus demás compañeros de clase, las cuales les permitirán tener un mayor sentimiento de pertenencia y de esta manera, desarrollaran una mayor resiliencia.
Área de aplicación: La actividad está diseñada para su aplicación con alumnos, pero puede ser aplicada en todo el ámbito escolar, ya sea administrativo, docente, o directivo.
Duración de la actividad: Aproximadamente 5 minutos para su explicación, y 15 minutos para su aplicación.
Requerimientos: Notas auto adheribles de 3x3 pulgadas de diferentes colores, plumas o marcadores. Puede ser realizada en cualquier contexto, preferentemente en un lugar cerrado, ya que se requiere una superficie plana para adherir las notas.
Procedimiento:
Antes de comenzar la actividad, se deben de distribuir, o ya tener distribuidos los bloques de notas auto adheribles a los participantes. Una vez que se reparten las notas a los presentes, se procede con la explicación previa. En ingles, algo que es warm and fuzzy se refiere a algo que es cálido y peludito, por hacer una vaga interpretación. Aquellas cosas que tienen estas cualidades – como animales pequeños, cobijas calientitas, los calcetines peluditos que siempre están disponibles en navidad, etc. – nos brindan sentimientos de confort, calidez, y felicidad. Es difícil pensar que un pedazo de papel nos pueda hacer sentir esto, sin embargo, lo que haremos es hacer que alguien más logre sentirlo a través de un mensaje positivo. Hay que aclarar que, si hay una manera correcta de escribir estos mensajes, ya que muchas veces se escribe la nota en el lado equivocado o se puede confundir sobre el orden en el cual debe de hacer las cosas. Manteniendo la nota sobre el bloque, o las notas que se le han dado – es decir, con el pegamento hacia abajo – se escribe una nota positiva, ya sea de agradecimiento, reconocimiento, o amistad a otra de las personas presentes. Se les pide a los participantes escribir un mínimo de cinco notas, tratando de dirigir al menos dos, a personas que consideramos inteligentes, importantes, o admiramos, pero con quien desafortunadamente no tenemos mucha interacción. Los mensajes deben de ser positivos, y demostrar un verdadero interés al escribirlos. Una vez que el mensaje ha sido escrito, la nota auto adherible se dobla por la mitad, revelando así un lado en blanco. Sobre este lado, se escribe el nombre del destinatario de la nota. Cabe mencionar que no es necesario escribir el nombre del receptor, ya que, siendo mensajes positivos, aun siendo anónimo, pueden tener un buen resultado. Conforme los participantes terminan de escribir sus mensajes, los colocan en la pared que se designó para esta actividad, y regresan a sus lugares.
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