Autismo. Desarrollo emocional y trastornos del espectro autista

Génesis Johanna Gómez Rodríguez

Regina Rodríguez Rodríguez

Pensamiento Creativo

Juan Manuel Escamilla

2017-24-03

Desarrollo emocional y trastornos del espectro autista.

        Desde el inicio de la vida existen algunas emociones básicas de carácter innato, que cuando un niño crece van modificando y va aprendiendo a diferenciar, de tal manera que para la edad de 2 a 3 años se comienzan a manifestar emociones culturalmente reconocidas. Según la Teoría de las emociones (Izard, 1972). Se considera que el desarrollo socio-emocional y cognitivo se influyen mutuamente, aunque debido a que el sistema emocional es anterior, puede estimular el avance socio-cognitivo, por ejemplo, promoviendo las interacciones sociales, permitiendo revelar comportamientos o expectativas, o por medio de las representaciones sociales y el conocimiento. A su vez estos avances que se producen a nivel socio-cognitivo estimulan el desarrollo emocional y social de la persona. Ha sido comprobado que una de las causas por las cuales los pacientes diagnosticados con el espectro autista desarrollan una interacción social limitada con las personas es debido a que no pueden trasmitir o expresar sus emociones de una manera que los demás las puedan percibir. Temple Grandi escritora del libro Atravesando las puertas del Autismo¨, en el cual por ser una persona que sufre de este trastorno relata sus experiencias y también nos define el autismo de la siguiente manera:

¨Él autismo es un desorden del desarrollo. Un defecto en el sistema que recibe la información sensorial, el cual, causa que el niño sobre-reaccione con algunos estímulos y deje de reaccionar con otros. El niño autista, generalmente se aleja del medio que lo rodea y de la gente que hay en él, para bloquearse y aislarse de los estímulos que le llegan. Autismo es una anomalía de la niñez que separa al niño de las relaciones interpersonales. El no sale a explorar el mundo que lo rodea, sino que se queda en su propio mundo interior. ¨ (Grandi)

Un niño con autismo puede ser clasificado como una persona en su propio mundo y que normalmente no quiere a otros en ese mundo. Es común en los pacientes con autismo el no poder percibir sensaciones como el tacto, gusto, olfato, oído y vista. El cerebro en una persona sin autismo integra estos sentidos para proveer percepción y significado a toda la información que nos rodea. La integración sensorial es la organización de toda la información que entra por nuestros sentidos y es lo que nos da un entendimiento del mundo y es lo que nos permite formular la respuesta adecuada a los estímulos del ambiente que está a nuestro alrededor, los niños con autismo no cuentan con este nivel de integración sensorial, debido a esto para ellos es más difícil integrarse al mundo exterior y poder socializar con otras personas. (Canon, 1997)

`        Otro de los problemas que los niños con autismo sufren es el no sentirse agosto con el contacto físico o a veces ni llegan a notarlo.  Debido a que tiene un muy mínimo sistema sensorial muchos pueden ni sentir lo que pasa a su alrededor. Como el niño con autismo es inconsistente en captar muchas de las sensaciones de su ambiente, él no puede integrar esas sensaciones para formar una percepción clara del espacio y de sí mismo. Él puede demorar un largo tiempo en establecer una percepción visual, e incluso cuando él percibe algo, no percibirlo bien. Hay una parte del cerebro, el sistema límbico que “decide” qué estímulo sensorial será registrado y atraerá nuestra atención y también decide si nosotros haremos algo con esa información. Esta es la parte que no trabaja bien en el cerebro de un niño con autismo, y hace que él no registre muchas cosas que todos los demás notan muy fácilmente. Como por ejemplo, podríamos poner una almohada en el cuello de un niño sin autismo y el muy fácilmente notaria su presencia, sin embargo, si ponemos una almohada en el cuello de un niño con autismo puede que ni sepa que la tiene ahí, ni sienta ninguna molestia alguna.  Los masajes y la presión muy pesada es el tipo de estímulo táctil que a menudo produce una contestación positiva en el niño con autismo, demostrándonos su entendimiento al mundo exterior. Al igual que tirar de sus brazos y piernas les puede dar una sensación de satisfacción, estimulando los receptores en las articulaciones y los músculos.

        En este próximo parcial trataremos de solucionar este problema que los niños con autismo sufren para poder facilitar su integración con las personas que lo rodean, tratando de mejorar su comportamiento y ayudar a que puedan expresarse mejor con los demás, porque puede que los autistas manifiesten las emociones “de una forma poco convencional”, pero sus sentimientos y emociones están ahí, el punto es ayudarlos a trasmitirlas. Para nuestro proyecto final crearemos un juguete sensorial que nos ayude en las terapias con ciertos niños, otorgándoles un mejor entendimiento de como expresar sus diferentes emociones, en si comenzando con las cuarto sensaciones más simples; enojo, felicidad, tristeza, y sorpresa. A su vez también integrar en este juguete alguna forma de poder hacerles masajes y administrar presión, para ayudarlos a sentir y familiarizarse más con dicho juguete.  

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