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Gestión colaborativa de conflictos


Enviado por   •  21 de Enero de 2019  •  Trabajos  •  3.231 Palabras (13 Páginas)  •  115 Visitas

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trabajo final

vivir con la casa partida al medio

El caso

El 27 de enero de 2018 terminaban 20 años de refacciones para la familia Otelli Morales. Cuando Stella Maris y su esposo Néstor se mudaron a esa casa de Mataderos, no había pisos, ni paredes pintadas, ni cocina, sólo la parte externa. Néstor es constructor y, en dos décadas fueron armando a su medida, pensando en cada rincón y diseñando todo detalle.

En el camino sus hijos, Ezequiel y Emiliano se hicieron adultos, Néstor tuvo que usar silla de ruedas durante mucho tiempo, por lo que sacaron los desniveles de la planta baja para que él pudiera manejarse solo, pudieron hacer un quincho y el segundo piso se transformó en un playroom. Pero una grúa que debía colocar el último detalle de la casa, la pileta, echó todo para atrás: en un desequilibrio insólito, tambaleó y su brazo hidráulico se incrustó en el medio de la planta alta, partiéndola, literalmente, en dos.

Tres meses después, la casa estaba virtualmente a cielo abierto y sin la protección del techo, la construcción se agrietaba día a día. La familia miraba las paredes y techos que ellos mismos habían levantado con desconfianza.

“Acá no se duerme como antes”, decía Stella Maris, quien se despierta en la mitad de la noche por el ruido de los nylon que se mueven con el viento, suena la alarma que detecta estos movimientos, o bien porque les llueve adentro. El agua trabaja detrás de las paredes, trayendo como consecuencia problemas de filtraciones de humedad y quebraduras de las paredes

 Luego del hecho, la familia recibió la ayuda de amigos y familiares, así como de vecinos y personas ajenas a su círculo íntimo.

La situación judicial no estaba encaminada. Hasta el momento (3 meses después) los gastos recaían sobre la familia y, Paolini, la empresa a la que apuntaban los Otelli Morales sostenían que la máquina no les pertenecía, el abogado de la empresa indicó que “Jurídicamente, la grúa no es de la firma”, y agregó: “lo que deberían hacer es el reclamo en el seguro de la grúa para que paguen instantáneamente, pero tienen pretensiones que exceden el dinero que les darían, por eso insisten con Paolini” La familia, a su vez, insistía en que haber contratado esa compañía: los acusaron de no hacerse cargo y de quitar los stickers que habían en la maquinaria con su nombre.

El peritaje ordenado por la justicia concluyó en que se trató de una falla humana: el operario no extendió las patas de seguridad y a eso se debió el desbalanceo. Los Otelli aseguraron que en los días subsiguientes al accidente hubo diálogo con los abogados de la firma y sostenían que les prometieron que la vivienda iba a quedar “más linda que antes”. Pero ante la falta de respuestas concretas, acordaron una mediación para el mes de mayo.

El caso, hoy

  Actualmente, la empresa aún no se ha hecho responsable de los daños. Se sienten engañados, porque nadie se acercó a informarles de nada. Además presentaron el presupuesto de los arreglos a la empresa en marzo, y aún no tienen respuesta.

 La familia expresó:        

“Estamos reconstruyendo la casa con nuestros ahorros, con dinero que nos han prestado amigos y familiares porque la empresa hasta ahora no se ha hecho cargo. Tuvimos cuatro mediaciones, en las cuales se presentaron varias empresas y dos seguros en la primer instancia, y uno de ellos no estaba activo por falta de pagos desde noviembre y pertenecía al dueño de la máquina. El otro tiene un seguro común que no cubre los gastos y por otra parte, en todas las mediaciones la empresa Paolini no se presentó. El abogado que venía a mi casa decía representar a otra empresa, pero después nos enteramos que esa empresa es Paolini, por lo tanto, acá vinieron a decir que representaban a Horacio Paolini y una sarta de mentiras, pero nadie se presentó por parte de él, y con todas las mentiras con que nos encontramos desde el momento del accidente: que sacaron los calcos que decían Paolini, dijeron que cuando yo salí a los medios a hablar por pedido de la otra parte, el deterioro de los techos de mi casa era por desidia mía”

Si bien no tienen un número específico del costo de arreglar parte de la casa, se hicieron los techos, aleros, se levantaron medianeras, frente, se arreglaron vigas de estructura y se revocaron las paredes; se hicieron instalaciones eléctricas, está conectado el sistema de alarma, la pileta, se arregló la rampa para personas con discapacidad, junto con las barandas. Aún faltan los pisos de la segunda planta, para eso no les alcanzó, faltan ventanas, rejas, revestimientos, terminar de conectar el baño.

La causa es llevada por el Juzgado Criminal y correccional 54.


Análisis del caso

Partiendo dede el punto de vista de Bleger, se puede definir un conflicto como la coexixtencia de conductas contradictoras, incompatibles entre sí. El conflicto aquí presentado, a grandes rasgos consiste en la negativa de la empresa responsable de la máquina a pagar por los daños ocasionados a la familia y a su vivienda. Éstos tuvieron su origen en la caída de una grúa sobre la casa debido a un desbalanceo de la máquina.

Estamos ante una disputa, esto implica que el conflicto es explícito, se ha manifestado públicamente. Esto último, en un sentido más literal ya que, dada la importancia del mismo, trascendió a los medios de comunicación.

Existen diversas formas de comportarse ante un conflicto, dependiendo de dónde se sitúen las partes en relación con los intereses propios y los ajenos. Estos son: evitar, acomodarse, contemporizar, competir y colaborar. En este caso, la parte representada por los Otelli se sitúa desde la competición, haciendo énfasis en los intereses propios y desdeñando los de la otra parte. Mientras que la empresa Paolini parece tomar partido por la colaboración en un principio al manifestar que se le dará dinero a la familia por los daños causados, pero en la práctica, aborda el conflicto desde la perspectiva, también de la competición, sin tener en cuenta los intereses de la familia, buscando “salirse con la suya”.

Asimismo, teniendo en cuenta el planteo de William Ury, los conflictos pueden gestionarse de distintas maneras. La primer forma de gestión, el poder, implica la capacidad de forzar a alguien a hacer algo que de otra manera no haría. Surge de la dependencia de recursos, esto es: “yo tengo algo que el otro necesita y no tiene, y él tiene algo que yo necesito, pero no tengo”. Sin esta interdependencia no sería necesario ningun tipo de intercambio. Por esto tambien se afirma que el poder es relacional, es decir, surge de la relación entre las partes. El derecho, por su parte, se refiere a la justicia, según lo establecido por pautas independientes que se perciben como legítimas. Por último hallamos a la gestión de los conflictos a partir de los intereses, las necesidades, preocupaciones, expectativas, temores de las partes que subyacen a las posiciones. Los intereses refieren a lo que realmente queremos, las posiciones a lo que decimos que queremos.

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