Infantil Autismo
sheffyccTutorial2 de Enero de 2013
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Hasta la década del sesenta se culpabilizó a los padres como factores causantes del mismo, pero a partir de 1964, cuando el Dr. Bernard Rimland, Ph.D., Psicólogo y padre de Mark, un niño con Autismo, acaba con el mito del origen emocional del trastorno y escribe su libro “Infantile Autism” (1964) donde plantea la posibilidad del origen orgánico del autismo y además funda la National Society for Autistic Children (N.S.A.C.), se comienza a hacer investigación sobre los aspectos orgánicos del síndrome, y al mismo tiempo se inicia el tratamiento psicoeducativo con investigación e implementación de estrategias específicas para enseñar a los niños con autismo.
Una vez que el Dr. B. Rimland plantea el origen orgánico del trastorno, no solamente surgen avances en el área educativa sino también aparecen investigadores en el área biológica que a su vez van a ir cambiando la definición del trastorno y sus características así como las posibilidades de tratamientos médicos no psiquiátricos.
Por esto vemos que se pasa de ubicarlo como una forma de Psicosis Infantil Precoz a considerarse como un Trastorno del Desarrollo (1974). En 1974 con las investigaciones de Mary Coleman, neuro-pedíatra, se empieza a hablar de Síndromes Autistas, ya se piensa que hay diferentes tipos de Autismo:
Autismo Familiar 8%
Autismo Celíaco 10%
Autismo Purínico 22%
Y cada tipo de autismo, por tanto, tendrá un tratamiento médico diferente. Por ejemplo con relación al Autismo Purínico hoy sabemos que con las investigaciones del Dr. William Shaw en Laboratorios Great Plains se puede detectar la deficiencia de la enzima adenilsuccinato-liasa. Sobre el Autismo Celíaco, también hoy tenemos que se pueden medir péptidos en orina como resultado de la incapacidad de digerir el gluten y la caseína por deficiencia de la enzima Dipeptidil peptidasa IV (DPPIV) y tenemos las investigaciones de Panksepp, Reichelt y P. Shattock que terminan en la Teoría del Exceso de Opioides.
En los últimos años ya venimos hablando de Trastornos del Espectro Autista, donde se incluyen un grupo de trastornos del desarrollo que van desde el Desorden de Déficit de Atención (DDA), el Desorden de Déficit de Atención con Hiperactividad (DDAH), los Trastornos Profundos del Desarrollo (TPD), el Autismo y el Síndrome de Asperger (SA) que son trastornos con las mismas características, pero en diferentes grados de severidad y con bases biológicas semejantes.
Una de las primeras investigaciones y hallazgos positivos en el tratamiento médico del autismo realizada por el Dr. B. Rimland, Ph.D., en el Institute for Child Behavior Research hoy “Autism Research Institute” , que él dirige en San Diego, California, fue la utilización de altas dosis de vitaminas del complejo B, o megavitaminoterapia, ya en la década del setenta con mejorías milagrosas y casi curativas en algunos niños con autismo.
Treinta años más tarde entendemos científicamente el por qué los niños con autismo tienen deficiencias nutricionales que necesitamos restituir en el tratamiento médico.
En ese mismo tiempo, se empezaba a hablar de las “alergias cerebrales”, que consistían en síntomas de empeoramiento de la conducta cuando los niños consumían alimentos ricos en trigo o leche, y ya muchos padres reportaban mejoría del cuadro de autismo cuando esos alimentos eran retirados de la dieta de sus hijos. Otro aspecto importante señalado por el Dr. Rimland fue la selectividad de los niños autistas en su alimentación y él dijo “los alimentos que ellos prefieren y consumen con más frecuencia son los que más daño les hacen”.
En 1978 en el I Seminario Internacional de Autismo, en Madrid, el Dr. B. Rimland dijo: “el niño autista se vuelve adicto a la comida perjudicial.” Por ese tiempo también se refería a los trastornos digestivos que aparecían cuando el niño consumía eso alimentos perjudiciales como ya ha sido demostrado científicamente por diferentes investigadores (Wakefield, A., Horvath, K., Negrón y col.).
El Dr. Rimland es un visionario!!!
Ha sido duramente criticado y desvalorizado por los profesionales de la Medicina, pero muy apoyado y valorizado por los padres que han podido comprobar la verdad de sus investigaciones.
En 1981 apareció otro hecho insólito, los padres de un niño informan a la colectividad que su hijo Duffy Mayo, había mejorado después que un especialista en Infecciones por Hongos le había indicado un tratamiento para la Candidiasis Intestinal. Y en la Conferencia de la Autism Society of America (A.S.A.), 1990 en Anaheim, California, se plantearon discusiones entre padres y profesionales expertos en autismo, porque muchos padres estaban aseverando que sus hijos habían mejorado después del tratamiento para la Candidiasis Intestinal, y los profesionales decían “que tiene que ver el intestino con el autismo que es un trastorno neurológico...”
El Dr. William Shaw en 1991 siendo Director del Laboratorio Clínico de Bioquímica, Endocrinología y Toxicología de un hospital infantil descubre la relación entre infecciones respiratorias altas, candidiasis por abuso de antibióticos y los síntomas del autismo, así como la mejoría del trastorno con el tratamiento antimicótico. Así comenzamos a comprender lo que los padres de Duffy Mayo habían informado sobre la mejoría observada luego del tratamiento de la candidiasis. El Dr. William Shaw ha sido pionero en la investigación de la relación intestino/sistema nervioso.
En la década de los ochenta surgen investigaciones que plantean la teoría del exceso de opiáceos en el autismo (Panksepp, 1979; Reichelt, 1981) y muchos expertos en autismo empiezan a utilizar drogas para disminuir este exceso de endorfinas, como fue la utilización de Naltrexona, antagonista opiáceo en niños autistas (Campbell, M., 1985; Gillberg, C.,1985; Negrón, L., 1990).
Actualmente se dice que el autismo es un trastorno multi-factorial:
Genético
Inmunológico
Ambiental
Otro aspecto importante reportado en este informe consiste en que la población está siendo diagnosticada más tempranamente, para 1987, el 35% eran diagnosticados antes de los 4 años y en 1998 ya el 55% está siendo diagnosticado antes de los 4 años. Además en esta población diagnosticada cada vez más se observa un mejor nivel intelectual y pocos niños con retardo mental severo. En el pasado se decía que el 70% de la población autista presentaba algún grado de retardo mental.
Este aspecto de la edad de diagnóstico y la presencia de niños autistas de alto nivel de funcionamiento, también lo estamos observando en Venezuela.
Teuvo Rantala, Nutricionista Clínico, padre de un niño con autismo, quien vive en Helsinki, Finlandia, y cuyo hijo aparentemente “no presenta síntomas de autismo después de estar con el tratamiento nutricional durante 4 años”, dice que “el no cree en que el autismo necesariamente está asociado a retardo mental”. Es partidario de la Teoría del Exceso de Opioides en el autismo, y por tanto sostiene que un exceso de péptidos provenientes del intestino se vuelven exógenos y dañinos para el sistema nervioso central. El sistema inmune reacciona ante la presencia constante de estos péptidos exógenos y dañinos y esto probablemente altera al sistema inmune (Singh, 1988, 1991, 1993); Weizman, 1982; Todd, 1985; Yonk 1990 y Warren, 1990). Los hallazgos de exámenes de orina demuestran la presencia de eliminación elevada de péptidos en sujetos autistas (Reichelt, Shattock).
Las investigaciones actuales indican que los sujetos autistas desarrollan intolerancia a la caseína de la leche y al gluten como consecuencia de la deficiencia de ciertas enzimas y esas llamadas “alergias cerebrales” producen una severa disfunción metabólica cerebral. Es un hecho demostrado que una dieta especial afecta positivamente a los sujetos autistas (Kniveberg, 1995).
Uno de los mayores problemas que reportan las familias de los niños autistas y que les producen agotamiento a los padres y cuidadores es la hiperactividad, las conductas disrruptivas y los trastornos del sueño. Teuvo Rantala expresa que él ha podido observar y experimentar la influencia positiva de una dieta especial en su propio hijo.
Hoshimo (1990) dice “mientras más salvaje es el niño, mayor es la alteración del sistema neurotransmisor”. Para Paul Shattock, Farmacólogo, padre de un adulto autista, investigador de la Universidad de Sunderland, Inglaterra, el autismo es un Trastorno Metabólico en el que intervienen factores genéticos, ambientales, infecciosos y dietéticos. El apoya la Teoría del Exceso de Opioides y la permeabilidad intestinal resultante de anomalías genéticas o envenenamiento con pesticidas y metales pesados. Las consecuencias de un desorden metabólico son compatibles con los fenómenos genéticos, epidemiológicos, anatómicos, inmunológicos, psicológicos y conductuales asociados a este síndrome.
Teoría del Exceso de Opioides
Según Paul Shattock, el Autismo puede ser una consecuencia de la acción de péptidos de origen exógeno que afectan la neurotransmisión dentro del Sistema Nervioso Central. Aumento de los péptidos por deficiencia de enzimas endopeptidasas por déficit de cofactores como vitaminas y minerales, y aumento de la permeabilidad de las paredes intestinales por deficiencia del Sistema Fenol-Sulfuro Transferasa.
La Cándida aumenta la permeabilidad intestinal y produce Arabitol y Arabinosa y cualquier sustancia que utilice el sistema Fenol-Sulfuro Transferasa también aumenta la permeabilidad de la pared intestinal (Acetaminofen, cítricos, chocolate, manzana).
La Teoría del Exceso de Opioides
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