La Importancia Del Juego En Los Niños
ale53236 de Enero de 2014
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LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LOS NIÑOS.
La primera fase en la vida de cualquier persona es la infancia; y ésta a su vez se caracteriza por la formación global e integral del niño o la niña. El juego es el primer acto creativo del ser humano. Comienza cuando el niño es bebé, a través del vínculo que se establece con la realidad exterior y las fantasías, necesidades y deseos que va adquiriendo.
Constituye la ocupación principal del niño, así como un papel muy importante, pues atreves de este puede estimularse y adquirir mayor desarrollo en sus diferentes áreas como son psicomotriz, cognitiva (intelectual) y afecto social. Además el juego en los niños tiene propósitos educativos y también contribuye al el incremento de sus capacidades creadoras, por lo que es considerado un medio eficaz para el entendimiento de la realidad.
Por medio del juego los pequeños experimentan, aprenden, reflejan y transforman activamente la realidad. Cuando un niño toma un objeto cualquiera y lo hace volar, está creando un momento único e irrepetible que es absolutamente suyo. Porque ese jugar no tiene pautas preestablecidas, ni exigencias del medio, no hay un "hacerlo bien". Permite tres funciones básicas de la maduración psíquica: la asimilación, comprensión y adaptación de la realidad externa.
Por medio del juego, los niños empiezan a comprender cómo funcionan las cosas, lo que puede o no puede hacerse con ellas, descubren que existen reglas de causalidad, de probabilidad y de conducta que deben aceptarse si quieren que los demás jueguen con ellos.
Favorece las adquisiciones sociales tempranas, las habilidades de comunicación social. Es una preparación para la vida adulta. Es jugando donde el niño descubre al amigo, aprende a relacionarse con los demás, ejercita sus habilidades y capacidades y se aventura a asumir pequeños riesgos que lo ayudan a crecer y a conocer lo que tiene a su alrededor. El juego es evolutivo ya que empieza por el dominio del cuerpo y posteriormente maneja las relaciones sociales y su medio.
Muchos son los autores que hablan de la importancia del juego y de la relación entre juego y etapas de desarrollo del niño/a. Uno de ellos es Jean Piaget. Para Piaget el niño nace en un medio que condiciona su conducta, crece con una serie de factores sociales que estimulan el desarrollo del niño/a en mayor o menor medida y desarrolla un nivel madurativo propio, diferente al de los demás, estos tres factores influyen en el esquema de representación del mundo que el niño/a va creando, ello genera que asimile conductas nuevas y acomode esas conductas en sus esquemas de acción, formando de esta manera nuevos esquemas de acción perfeccionados. Este autor divide las diferentes formas de relación niño-juego, en estadios:
• Estadio Sensoriomotor, entre los 0 y los 2 años, predomina el juego funcional o de ejercicio. Al principio el niño solamente reacciona frente a los reflejos, pero progresivamente experimenta utilizando su propio cuerpo como herramienta, repite acciones e incorpora el manejo y descubrimiento de objetos en sus movimientos, también desarrolla juegos de ejercicios con personas mediante los cuales desarrolla habilidades sociales.
• Estadio Preoperacional, entre los 2 y los 6 años, se caracteriza por el desarrollo del juego simbólico. El niño/a juega a imitar: juega a que cocina, a mamas y papas, a que es conductor de coches…
• Estadio de las operaciones concretas, entre los 6 y los 12 años. En este estadio se desarrolla el juego de reglas.
El estadio que más nos interesa es el estadio Sensoriomotor que se divide de la siguiente manera:
• Desde que nace hasta los cuatro meses. El niño/a al principio no juega sino que reacciona frete a los reflejos primarios, posteriormente realiza acciones involuntarias, descubre sus movimientos y los repite por placer. (a esto se le llama reacción circular primaria).
• Desde los cuatro hasta los ocho meses. En esta etapa el niño/a descubre sin intención y repite la acción, como sucede en el estadio anterior, pero esta vez lo hace jugando con el medio físico, con objetos que tiene a su alcance, los lanza, los mueve, busca al adulto para que interaccione con ellos… (Reacciones circulares secundarias).
• Entre los ocho y los doce meses, el niño/a empieza a realizar acciones de forma intencionada, para conseguir una finalidad. El niño/a presta más atención a lo que tiene a su alrededor.
• Entre los 12 y los 18 meses, el niño/a manipula los objetos y observa lo que sucede, al mismo tiempo que eso sucede experimenta nuevas coordinaciones de acciones. Por ejemplo: En el patio, estira el brazo con la pala en la mano y mueve el cubo varios centímetros.
• Entre los 18 y los 24 meses, el niño/a ya no realiza las acciones de forma automática, ahora reflexiona sobre las acciones y es capaz de prever cuál será el resultado de sus acciones, por ejemplo: si tira el vaso al suelo, el agua caerá.
BENEFICIOS DEL JUEGO
• Satisface las necesidades básicas de ejercicio físico: agarrar, correr, trepar, balancearse.
• Es una vía excelente para expresar y realizar sus deseos.
• La imaginación del juego facilita el posicionamiento moral y maduración de ideas
• Es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional.
• Con los juegos de imitación está ensayando y ejercitándose para la vida de adulto.
• Cuando juega con otros niños y niñas se socializa y gesta sus futuras habilidades sociales: cooperar, negociar, competir, seguir reglas, esperar turnos.
• El juego es un canal para conocer los comportamientos del niño y así poder encauzar o premiar hábitos.
• Desarrolla el habla y el lenguaje: desde el balbuceo, hasta contar cuentos y chistes.
• Capacita su inteligencia racional: aprende a comparar, categorizar, contar, memorizar. facilita el aprendizaje sobre su cuerpo (habilidades y limitaciones). aprende a reconocer el medio ambiente que lo rodea: explorar posibilidades, reconocer peligros y límites.
Para que un niño pueda jugar es necesaria la presencia de un “marco” que contenga y sostenga la escena lúdica. Las condiciones necesarias para que el juego se desarrolle de forma natural y espontánea son cinco: tiempo, espacio, juguetes y objetos diversos, compañeros y compañeras, y adultos dispuestos a compartir y acompañar el juego.
• Espacios: necesitan disponer de escenarios adecuados que inviten a descubrir y a imaginar, y que permitan moverse en libertad.
• Tiempo suficiente para desplegar sus juegos, momentos relajados, sin prisas, que les permitan iniciar una partida, acabarla, animarse a repetirla de nuevo y ordenar los juguetes que han utilizado.
• Compañeros con quien compartir estos momentos de diversión y crecimiento. Amigos y amigas con los que reírse, con los que relacionarse y, también, con los que enfadarse y discutir, para aprender a llegar a acuerdos.
• Juguetes y juegos seguros seleccionados con criterios de calidad, variados, teniendo en cuenta sus preferencias, sus gustos y sus necesidades. La cantidad de juguetes no es directamente proporcional la cantidad de juego o la cantidad de tiempo que se dedica a jugar.
TIPOS DE JUEGOS
De ejercicio: Son juegos basados en el movimiento y en el desarrollo de las capacidades físicas, en los que gracias a la acción y a la repetición se van dominando habilidades de manipulación y control del propio cuerpo. Primero son acciones y movimientos muy simples, sin ningún objetivo aparente que, por el placer de la repetición, los niños irán perfeccionando, mientras se exploran a sí mismos y al universo que les rodea. Aunque son los primeros juegos que aparecen en la infancia, se prolongan hasta la edad adulta, propiciando el goce de jugar por jugar.
Simbólicos: Es el juego de representar, imaginar y reproducir situaciones de la vida cotidiana, imitando y representando lo que ven y sienten, para comprender y asimilar su entorno y en especial las relaciones entre las personas. El juego simbólico o de ficción es el juego infantil por excelencia. Obligado a adaptarse a un mundo social adulto y a una realidad física que aún no comprende, el niño necesita inventarse su propio mundo a partir de aquello que vive, pero traduciéndolo a un lenguaje simbólico, personal, con el que adaptar ese mundo externo a sus necesidades. Por medio del juego de ficción el niño asimila poco a poco ese mundo externo, lo elabora y se adapta a él en un proceso continuo de maduración. Su característica principal es la simulación, la posibilidad de simbolizar un objeto que no está presente representándolo con otro, posibilitando que un palo de escoba se convierta en un caballo, una silla en un coche o un compañero de juego en un superhéroe. La imaginación y creatividad, la expresión de sentimientos, el enriquecimiento del lenguaje y la interiorización de normas y pautas de comportamiento son algunas de las características de estos juegos.
De construcción: El juego propone la combinación de una serie de elementos para conseguir formas diferentes, que reunidas se convierten en un todo. Juntando, añadiendo, montando o desmontando se estimula la experimentación y se descubre la capacidad de crear, imaginar soluciones y superar retos. La precisión, la atención y la paciencia, la capacidad de orientación y organización espacial, así como
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