Visión crítica frente a la discapacidad intelectual en Colombia

Ensayo sobre la discapacidad intelectual.

Edna Margarita Leiton Morea.

Mayra Luz Sánchez Anaya.

Mauricio Arango.

Universidad de Antioquia

Seccional Urabá.

Psicología V

2017.

Visión crítica frente a la discapacidad intelectual en Colombia.

La discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación, por lo tanto la discapacidad se vuelve un fenómeno complejo que afecta al individuo y a todo su entorno familiar, quienes se ven obligados a cambiar hábitos , conductas y métodos de enseñanza para permitirles el mayor progreso posible, puesto que tal discapacidad afecta en general el desenvolvimiento del sujeto frente a personas, situaciones y  lugres , por lo que se puede decir que afecta la interacción en general con el entorno, (OMG,2017). En este caso hablaremos específicamente de discapacidad intelectual o cognitiva, la cual se caracteriza por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en conductas adaptativas, los individuos con esta  discapacidad son clasificados en  diferentes niveles los cuales permiten conocer la severidad de su condición, estos son :leve, moderada, grave y profunda(Calderon,2017). cuando a una persona se diagnostica se debe tener en cuenta el nivel, puesto que dependiendo de éste se  sabrá el tipo de ayuda que necesita el individuo, esta clasificación se logra mediante la aplicación de test y pruebas que solo personal profesional sabrá aplicar y dará las  recomendaciones o pasos a seguir.

En este escrito se abordara este tema desde una perspectiva crítica en cuanto a la inclusión laboral y educativa, en la cual las personas con esta discapacidad son estigmatizadas y colocadas en una posición de inferioridad por el solo hecho de ser diferentes, lo cual fomenta rechazo, lástima e incomodidad, todo esto generado por la Ignorancia en cuanto a creencias erróneas y supersticiones, llevando así a que estas personas se sientan incapaces de valerse por sí mismas y potencializarse, para lo cual se requiere ir derrumbando las barreras; es entonces  indispensable que en primer instancia  su círculo familiar más inmediato, luego la familia lejana, amigos , maestros, terapistas, vecinos etc. cambien su opinión frente al tema, ya que una de las características de esta condición  es la dificultad que se presenta en aprender, comprender y relacionarse, aun cuando  estas personas a pesar de sus limitaciones y de acuerdo con el grado de la discapacidad intelectual, son sujetos con  posibilidades de lograr grandes cosas, tener vidas productivas, independientes y desarrollar sus propias metas.

Desde una perspectiva histórica el trabajo siempre ha estado presente desde los inicios del hombre, es una actividad inherente que le permite generar herramientas para la supervivencia sin importar su condición. Pero a medida que avanzan los siglos y con un mundo cada vez más globalizado el trabajo en las empresas se ha vuelto más competitivo y por ende exigente para las personas física e intelectualmente “normales” a esto súmele el hecho de tener  una discapacidad intelectual, lo que ocasiona que  aparezcan barreras difíciles de eliminar en cuanto al derecho a la inclusión laboral de personas con cualquier discapacidad, reforzando estas barreras se encuentra la sociedad llena de paradigmas que hacen aún más imposible este derecho; aquí el error ha sido creer que la dificultad que tiene una persona con discapacidad para la inclusión plena en dicha sociedad radica en las limitaciones motrices, intelectuales, sensoriales o psicosociales, y se deja de lado las verdaderas razones, las cuales residen en el entorno, la cultura y actitudes que toma la sociedad, la cual desde tiempos inmemorables ha creado un sistema que funciona solo para personas sin ninguna discapacidad. Ésta errada creencia queda comprobada al ver una persona con discapacidad en un ambiente inclusivo y accesible, en donde logra participar, desarrollarse y crecer, es entonces aquí, cuando se comprueba que el problema no son ellos sino un entorno excluyente que menos precia y rechaza la discapacidad, pero lamentablemente aun cuando estas personas demuestran que eran erróneos dichos perjuicios, acerca de su capacidad frente a una labor, siguen siendo rechazados en las empresas, desaprovechando ese potencial; se trata siempre entonces de un grupo relegado por las instituciones tanto públicas como privadas en donde sus necesidades y problemas no forman parte de la agenda nacional ni de ningún tipo de debate, lo que se traduce en olvido y marginación por parte del estado; existen políticas que amparan el derecho al acceso de una vida laboral plena para estas personas, pero aun así, no logra consolidarse y no es mucho lo que se ha conseguido; en los últimos años el gobierno ha realizado esfuerzos para mejorar las condiciones de vida para estas personas. “Por medio de la cual se establecen las disposiciones para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad (ley estatutaria 1618, 2013)”. Pero lastimosamente siguen siendo pocos los resultados en cuanto al tema de inclusión laboral, dicho problema radica en que no se está haciendo nada para obligar a las empresas a cumplir con la ley a cabalidad, dejando así el tema al libre albedrio de las instituciones públicas y privadas.

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