Perspectivas teológicas sobre la sexualidad y género

En el presente documento, veremos una reseña de la importancia que tiene la mujer en el estudio de las ciencias divinas. Así como también, la importancia que tienen dentro de la vida eclesiástica y como desde el inicio del cristianismo es un tema del cual participa. Del mismo modo analizaremos las consecuencias que ha traído en la teología la participación de la iglesia, pero apuntaremos el contraste donde es cuando el sexo femenino se ha visto más dañado en sus derechos.

El termino teología tiene un origen grecolatino, del griego theos y logos; es decir al hablar de este tema nos estaremos refiriendo a los tratados de Dios. Este término no es cristiano, sino que fue acuñado por los griegos. Solo que ellos lo enfocaban al “discursar sobre los dioses”, en este contexto la teología estaba estrechamente ligada con la explicación de manera mítica los orígenes del mundo, los dioses y su relación con los seres humanos.

Citaremos en primer lugar a Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada nacida en 1515, que fue una revolucionaria para su época. Ella siempre se preocupó por su preparación humana y espiritual. Su educación en casa, le ayudo como cimientos a que en su vida adulta supiera plantarse ante cualquier hombre y defender su punto de vista. Con el tiempo se convirtió en Teresa de Ávila, la mujer, la fundadora, la mística, la comunicadora, la doctora de la Iglesia y la escritora.

Pero hablemos de la actualidad me gustaría citar a Teresa Forcades monja benedictina, catalana, médica, activista y teóloga feminista contemporánea. Ella nos menciona y me permito citarlo de manera textual “la legitimación de las creencias colectivas se construye cada vez menos sobre dogmas rígidos establecidos por instituciones religiosas, y cada vez más a partir de una apropiación creativa, individual y múltiple de una tradición”, en otras palabras, los cuales dogmas por parte de algunas religiones están pensados en las necesidades, sin dejarse guiar por las masas.

Del mismo modo para Lagarde (1996) el tema de genero ha sido una categoría que ha necesitado recontextualizar para la erradicación de la dominación patriarcal a nivel universal y de esa manera contribuir a la liberación de las mujeres en un contexto que no sean “seres-para-otros” sino como “seres-para-si”

Virginia Azcuy en su ensayo nos refiere una frase de Schickendantz que nos dice: “se ha roto un silencio prolongado sobre el modo femenino de la condición humana que el genérico hombre” en pleno siglo XIX, pero basta con mirar al pasado y han existido un sinfín de mujeres que han luchado por la igualdad entre las personas, y algunas otras han luchado precisamente por la dignidad de las mujeres.

Del mismo modo realiza una cita sobre el Concilio Vaticano II concilio que pertenece a la Iglesia Católica, revisando la amplia bibliografía que nacieron del mismo, podemos encontrar que en 1965 el pontífice Pablo VI en una carta apostólica enmarca y anima a las mujeres en su labor. “…hijas, esposas, madres, viudas, vírgenes consagradas y mujeres solas. La Iglesia está orgullosa de ustedes, por haber elevado y liberado a la mujer, adjudicándole su innata igualdad con el hombre. Vosotras, que sabéis hacer la verdad dulce, tierna, accesible, dedicaos a hacer penetrar el espíritu en las instituciones,

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