Consideraciones y perspectivas de la estrategia de bajo coste. Aplicación al sector hotelero
cpastor23Tutorial11 de Noviembre de 2013
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Consideraciones y perspectivas
de la estrategia de bajo coste
Aplicación al sector hotelero
Juan José Romero Muñoz*
Francisco Joaquín Cortés García*
El modelo de las compañías aéreas de bajo coste no sólo plantea
una estrategia de precios. Es igualmente un modelo de gestión, un
modelo tecnológico y un modelo de desarrollo comercial que ha
generado negocio neto en el ámbito conjunto del sector desde su
aparición. Dicho modelo, que ya ha logrado desarrollar importantes
y contrastados elementos de consolidación, tanto desde el punto de
vista conceptual como desde el punto de vista empírico, está siendo
trasladado con cierto éxito a negocios dentro del sector turístico,
como es el caso del sector hotelero. En el presente artículo, básicamente,
planteamos las claves que, a grandes rasgos, definen el
modelo de gestión de bajo coste, así como las posibilidades de su
traslación al sector hotelero en un proceso global de racionalización
y reducción relativa del gasto unitario por turista.
Palabras clave: precios, modelo de gestión, desarrollo comercial, industria
hostelera, low cost.
Clasificación JEL: L83.
dole comercial (el low cost) que está gozando
de una gran aceptación entre determinados
segmentos de usuarios y turistas
vacacionales. El modelo y la estrategia
low cost se basa en dos pilares
esencialmente: uno relacionado con la eficiencia
asignativa y con la optimización
de la estructura de costes, y otro relacionado
con las nuevas propuestas comerciales
en una estructura de mercado en
profundo cambio y caracterizada por la
intensificación del nivel de competencia
entre las distintas compañías que operan
en el mismo.
Y precisamente, a nuestro juicio, la implantación
de este modelo de gestión low
cost no puede dejar impasible a las compañías
aéreas que ofrecen productos sustituivos
(las compañías de servicio global),
pero tampoco a otros subsectores turísticos
que ofertan productos complementarios,
pues el cliente irá exigiendo paulatinamente
la traslación del modelo a todos
los proveedores del paquete turístico global
(paquete turístico low cost).
En este sentido, podríamos traer a colación,
a modo de ejemplos de carácter
emergente, el caso de los hoteles low cost
y las agencias de viaje de bajo coste, experiencias
mucho menos consolidadas
que la referente al transporte aéreo, pero
con muchas oportunidades de negocio y
de desarrollo comercial en el presente y
en el futuro más inmediato, especialmente
cuando la estructura de costes de las compañías
y empresas turísticas se ven sustancialmente
afectadas por factores exógenos,
como la subida inopinada del precio
de los carburantes, que imponen nuevas
restricciones competitivas y modifican
sustancialmente la función de producción
convencional de las compañías de transporte
aéreo.
El bajo coste en el sector turístico, tal y
como lo entendemos conceptualmente en
nuestros días, nace de una experiencia
competitiva concreta, precisamente de los
procesos de liberalización en el sector
aéreo, del incremento de la complejidad
del sector, de la búsqueda de nuevos nichos
y de nuevas oportunidades de negocio,
etcétera. Pero también incide en el nacimiento
de las empresas low cost el proceso
de democratización de la actividad
turística y de la expansión del denominado
turismo de masas, así como la búsqueda
de nuevas experiencias mucho más activas
y hedónicas por parte de los turistas.
En este sentido, resulta preciso destacar
que el nuevo turista del siglo XXI, en
términos generales, y enmarcado en un
concepto de turismo activo y colaborativo,
busca experiencias mucho más auténticas
y mucho más profundas que el turista
convencional por el que se han caracterizado
las últimas décadas, hecho que le
permite prescindir de determinados servicios
que suponen un alto coste para la
producción por parte de los proveedores
de productos y servicios turísticos, y que
no afectan esencialmente a sus expectativas.
Además, en la conformación del paquete
turístico interviene en la actualidad
un mayor número de proveedores, teniendo
este hecho un efecto claramente negativo
en el peso y en la importancia del
transporte, por ejemplo, sobre el conjunto
de las actividades que conforman el producto
o servicio turístico global.
No nos cabe la menor duda de que, al
igual que ocurriera con la proliferación de
los vuelos chárter, el bajo coste es una auténtica
revolución desde la oferta que ha
generado negocio neto en el sector del
transporte aéreo y en el conjunto de la actividad
turística. Una prueba de esto, es
decir, de la creación de negocio neto en el
conjunto del sector del transporte aéreo,
pero también del sector turístico en su
conjunto, son los proyectos de segmentación
de antiguas compañías de bandera,
absolutamente maduras en el sector y re-
BOLETÍN ECONÓMICO DE ICE N° 2871
28 DEL 6 AL 12 DE MARZO DE 2006
COLABORACIONES
JUAN JOSÉ ROMERO MUÑOZ Y FRANCISCO JOAQUÍN CORTÉS GARCÍA
cientemente liberalizadas, que están considerando
lanzar nuevas enseñas comerciales
para competir, en un mercado hipersegmentado
y en un entorno extremadamente
competitivo, con las compañías
de bajo coste declaradas, como en su día
hicieron British Airways o KLM.
En términos generales, se puede decir
que en la aparición, pero, sobre todo, en
la consolidación y expansión de las compañías
low cost han influido de forma determinante
los siguientes aspectos:
• El proceso de mundialización, que ha
introducido el concepto de mercados globales
y profundamente interconectados
en todos los ámbitos (financiación, localización
productiva, función de producción,
función comercial, etcétera), operados
esencialmente por grandes compañías y
tour operadores.
• El proceso general de liberalización
del transporte aéreo, que ha obligado a replantearse
a las compañías su estructura
asignativa de los recursos debido a la fuerte
presión competitiva que se ve reflejada
en la evolución de los precios del transporte
aéreo. El transporte aéreo en Europa
comenzó su proceso de liberalización
en la segunda mitad de los años ochenta.
• El incremento de la competencia, que
ha alentado a las empresas a introducir
innovaciones comerciales y la búsqueda
continua de la eficiencia económica y financiera.
• El desarrollo de nuevos modelos de
gestión empresarial en el ámbito general
de los costes.
• El propio desarrollo tecnológico y las
nuevas posibilidades de conectividad que
han ofrecido tanto Internet como el desarrollo
de las tecnologías de la información
y de la comunicación (TIC).
• La eliminación de intermediarios en
el proceso de distribución, especialmente
debido a Internet (convergencia del negocio
mayorista con el negocio minorista en
muchos sectores, especialmente en el
sector turístico y en el sector del transporte
aéreo).
• Los procesos de democratización y
popularización del turismo de masas, que
ha permitido generar expectativas de consumo
a nuevos turistas y nuevos usuarios.
• Los nuevos hábitos del consumidor:
fragmentación del período vacacional,
desplazamientos a larga distancia en los
fines de semana, incremento general de
la renta, etcétera.
• Las nuevas oportunidades de segmentación
desde la oferta debidas a la
aparición de nuevas aspiraciones, y
mucho más variadas, desde la demanda.
• La aparición y un mayor conocimiento,
por parte de los turistas, de nuevos
destinos turísticos que tradicionalmente
han sido considerados como secundarios.
• Etcétera.
Las perspectivas de crecimiento de las
estrategias low cost son especialmente
halagüeñas. Ni siquiera los atentados terroristas
del New York el 11 de septiembre
de 2001, que alteraron sustancialmente la
evolución del sector turístico en general,
pero en concreto, la del transporte aéreo,
han sido suficientes para ralentizar la inercia
de crecimiento de los ingresos y del
volumen de facturación de las principales
compañías low cost que operan en el
mundo (low cost operador).
Obviamente, no obstante, no se puede
hablar de una estrategia madura; entre
otras cosas, desde el punto de vista sintomático,
debido al fuerte crecimiento en el
que
...