Derecho de familia Resumen: Divorcios, oro para notarios

Geovanni Pérez Pérez

A00-30-9257

Programa Doctoral en Psicología con Especialidad en Psicología Clínica

GRCC 605: Derecho de Familia

Profesor: Lcdo. Carlos J. Villanueva Morales

Resumen: Divorcios, oro para notarios

El matrimonio, según desprendido de su definición en el artículo 68 del Código Civil de Puerto Rico, es una institución civil que procede de un contrato entre un hombre y una mujer, por lo que el estado debe velar por que conforme a las leyes dicho contrato se cumpla a cabalidad. A su vez, existe una disposición a que el estado tenga la responsabilidad legal y moral de que ese matrimonio no se disuelva a menos que exista una razón válida.

La noticia titulada Divorcios, oro para notarios, enmarca la realidad actual de nuestro país en relación a la cantidad exorbitantes de divorcios en Puerto Rico y el proceso amargo que pasan las parejas en un tribunal para terminar su contrato matrimonial. Se aborda sobre el Proyecto de la Cámara 385 que propone que aquellos divorcios por consentimiento mutuo se puedan llevar a cabo en la oficina de un abogado notario. El consentimiento mutuo es una de las causales o razones legales por la cual una persona puede solicitar un divorcio en Puerto Rico. Según el escrito, durante la última década ha representado la causal de divorcio más común en el país. Resulta interesante que la mitad de los divorcios del país se lleven bajo esta causal y es que les facilita el proceso a la pareja. Entre las ventajas que tiene el mismo se pueden mencionar: el hecho de que las parejas no tengan que expresar las razones específicas que las llevaron a tomar la decisión de romper con el matrimonio, lo que les brinda privacidad y un cierto grado de intimidad. Por otra parte, el proceso judicial es mucho más rápido en comparación con otras causales.  

Las leyes no cambian de moda o pierden vigencia con el tiempo, sino que son aplicables siempre y cuando no hayan sido derogadas, según se estipula en el artículo 5 del Código Civil de Puerto Rico. Para crear un contraste, en medio de esta realidad de los divorcios en Puerto Rico, es necesario hacer mención del proyecto que firmó el pasado gobernador, Alejandro García Padilla, cuya ley entra en vigencia en unos meses y les otorga el poder a los abogados notarios a casar en Puerto Rico. Se han basado en la realidad actual que los tribunales están sobrecargados de casos y se pueden utilizar estos profesionales capaces de orientar las partes y completar el acto matrimonial. Es entonces válida la discusión de permitir a los abogados notarios llevar a cabo el proceso de divorcio por consentimiento mutuo. Si un abogado puede casar, por qué no podría llevar a cabo el proceso de divorcio por consentimiento mutuo, cuyo fin es terminar el contrato de ambas partes de modo libre, voluntario y con acuerdos previos ya firmados. El país necesita leyes atemperadas a la realidad actual, ya no existe el tabú de aquella “obligación” de un matrimonio para toda la vida y la sociedad visualiza los divorcios como una opción válida si no es efectivo el matrimonio.

Si algún argumento negativo podría tener esta disposición, sería la inquietud de que el estado estaría facilitando los divorcios en nuestro país. Lo que no tiene fundamento válido cuando se establece que son solo aquellos divorcios por consentimiento mutuo los que atenderá el notario. Basta con solo analizar las estadísticas y ver que el índice de divorcios sobrepasa el setenta por ciento para entender que la pareja que tiene las razones para culminar su matrimonio, lo hará por una razón u otra. En este sentido, podría abrirse una puerta al diálogo para que más parejas escojan el divorcio por consentimiento mutuo, como se ha visto el incremento en la última década, y disminuyan otras causales que laceran grandemente a las partes.

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