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EL MOMENTO DE LA VERDAD: CRÓNICAS Y CRÍTICAS AL DESCUBIERTO.


Enviado por   •  26 de Octubre de 2016  •  Reseñas  •  3.732 Palabras (15 Páginas)  •  139 Visitas

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EL MOMENTO DE LA VERDAD: CRÓNICAS Y CRÍTICAS AL DESCUBIERTO.

Durante muchos años, hemos escuchado  la historia del descubrimiento de América, siempre a favor o enalteciendo a los españoles, se creía que fueron los que despertaron a un continente estático ante su llegada, pero con el tiempo fue despertando en cada americano la sensación de una gran mentira y que antes de la conquista, los pueblos americanos eran sociedades igualitarias y vivían en armonía.

  Estas dos posturas o paradigmas tienen una interpretación opuesta: los hispanistas y los americanistas, ambas luchan por imponer una visión sobre la verdadera historia de los hechos, la primera encubre la complejidad de las civilizaciones americanas, afirmando que el propósito de la conquista fue implantar la civilización donde solo había lo que Europa consideraba barbarie, desconociendo la cultura de los pueblos americanos. En tanto el segundo valoriza el desarrollo cultural de los originarios, sosteniendo que a raíz de la conquista resulta imposible conocer el mundo indígena en sus propios términos.

  Proponemos en este trabajo realizar un análisis profundo del diálogo que surgen entre las Crónicas de Cristóbal Colón [1] y de Hernán Cortes [2] (hispanistas) y las críticas realizadas por Abel Posee [3] y Eduardo Galeano [4] acerca de la colonización en América Latina (americanistas).

  Antes de continuar es importante saber ¿Qué son “Las Crónicas de Indias”?

  Diremos que son textos que pertenecen a un género literario hibrido que surge a partir del descubrimiento de América en 1942,  presentan muchas características que son propias de  la literatura como el estilo, que imita al de las novelas de caballería de la Edad Media. También que son estudiados en la literatura latinoamericana, por ser los primeros que trataron de reflejar la realidad del continente latinoamericano.

  Estas formas de testimoniar fueron variadas y dependían de los estilos de cada cronista, por ejemplo cartas, diarios relacionados a la subjetividad de ellos, a esos textos se los llama Crónicas de Indias porque relatan hechos en orden cronológico, es decir, en sucesión temporal y porque creían haber llegado a las Indias Orientales. Las crónicas son similares a los diarios pero estos son más subjetivos porque el autor/narrador es el protagonista que va relatando los hechos a medida que suceden y registrando las emociones. Las crónicas surgieron en la Edad Media y sirvieron de fuente de información para la historiografía, la ciencia que se ocupa de narrar la historia.

  Cabe destacar que en gran cantidad los cronistas de la época de la conquista y colonización de América eran europeos y, por tanto, su testimonio no es neutral sino que presenta una visión etnocéntrica, es decir que miraron los hechos desde la perspectiva europea,  occidental y católica; una perspectiva que consideraba al europeo-blanco-occidental-católico como el centro y al otro cultural y lingüístico como lo diferente, lo raro, lo marginal. El etnocentrismo implica la creencia en la superioridad y, consecuentemente, el derecho a dominar al otro. Quien asume una postura etnocéntrica no es capaz de ponerse en el lugar del otro.

  Además podemos decir que los relatos de los cronistas cuentan los hechos a partir  de preconceptos y experiencias previas de los colonizadores: América y sus pobladores son algo exótico ante la mirada europeísta, evangelizadora y civilizatoria del conquistador, y tienden a ver en las culturas locales la pura expresión de la naturaleza salvaje. Sin embargo en este análisis literario vislumbramos la realidad con la que se enfrentaron los nativos.

  Sabemos que la conquista y colonización no fue un proceso pacífico, sino que conllevó la muerte de miles de aborígenes latinoamericanos; por lo mismo resulta importante analizar sus causas y consecuencias.

  Cristóbal Colón, emprende su viaje con el objetivo de llegar a las Indias, precisamente a la Isla Cipango, en busca de nuevos horizontes económicos que beneficiaran a los reyes de España y su imperio. En 1492 éste llega a las costas de la isla Guanahani de la que se tomo posesión llamándola San Salvador, Colón en sus escritos da cuenta que había llegado a las Indias, realiza una somera descripción del espacio y de los que la habitaban, los indios, considerándolos  personas pacíficas, de buen carácter, jóvenes, hermosos, de piel trigueña (color de los canarios), era gente mansa, bondadosa, ignorante e ingenua. En estas crónicas podemos evidenciar con la siguiente cita, el interés económico de Colón, “Y yo estaba atento y trabajaba de saber si había oro,  y vide a unos de ellos y traían un pedazuelo colgado[…] y así ir al sudeste a buscar el oro y piedras preciosas”(Colón, 46). Pero también la necesidad de  inculcar la religión católica a los nativos, aun cuando en párrafos anteriores decía, que los nativos creían que, los que habían  llegado a sus tierras eran dioses, entonces podemos decir que hubo un ocultamiento de la religión y la cultura de los originarios. Podemos ejemplificar con el fragmento siguiente:

        “Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harán cristianos; que me pareció que ninguna secta tenían.” (Colón, 45)

   Abel Posse, en su trabajo “Breve crónica de civilización y barbarie”, critica y denuncia el atropello a América que se inicio en 1492, nos explica que la conquista de América no solo fue un  hecho protagonizado por americanos y europeos, sino una etapa marcada por confusiones y contradicciones en la que el genocidio y teocidio dio lugar a la realidad de una continente mestizo.  

   Con respecto a este encuentro producido entre ambos civilizaciones, el autor dice que, fue el  inicio de un ciclo decisivo en la historia,   por su parte Colón y su tripulación creían haber llagado a las Indias, y por ende la certeza de que esta gente eran los recolectores de especias del Gran Khan y por otro lado, los nativos, creían que ellos eran dioses enviados desde el cielo, en cumplimiento de la profecía de Kulkulcan Quetzalcoatl, Viracocha. Pero estos dioses con particularidades humanas, luego se transformarían en hombres, torturadores y exterminadores de una comunidad.

            Posse, afirma que la colonización, fue una etapa de “cubrimiento”, tarea realizada por los cronistas, quienes tenían el mandato económico de ocupar, poseer tierras y pueblos para luego someterlos al imperio, negar la importancia de grandes civilizaciones nativas, de su forma de vida y de sus dioses, tal como se evidencia en las crónicas de Cristóbal Colón:

        “las tierras que acá obedecen a Vuestras Altezas son más que todas las otras de   cristianos y ricas. Después que yo por voluntad divina, las hube puestas debajo de su real y alto señorio…” (Colón, 50)

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