EL PROFESOR Y SU PRÁCTICA COTIDIANA

1.- Reconceptualización y revaloración de la cotidianeidad de su práctica docente.

Hablar de lo cotidiano, no es otra cosa que hablar de cada unas de las actividades que repetidamente, día con día, realizamos los seres humanos con el objetivo de satisfacer nuestras diferentes necesidades o simplemente de lograr alcanzar las metas que nos proponemos; ya sea en nuestra vida personal, en nuestra vida social o en la laboral.

En este caso, enfocaremos la atención, a hablar de lo cotidiano en las labores que el profesor y el alumno realizan dentro la institución educativa a la que asisten, las cuales pueden llegar a ser desde las de menos relevancia, hasta las que causen mayor influencia en el desempeño de sus labores escolares.

Las tareas diarias que tanto el profesor como los alumnos realizan, serán pues de vital importancia: para el niño en su formación educativa, como para el profesor en el desempeño de su trabajo dentro de la institución escolar y para que estos logren obtener aprendizajes significativos. Es por eso que como buenos profesores es indispensable conocer las necesidades e intereses de nuestros alumnos y buscar cada día las diferentes formas de hacer que aprendan sin la necesidad de caer en lo aburrido o en la monotonía.

A) Actividades cotidianas del maestro y de los alumnos

Es imposible separar las actividades del maestro de las del alumno, pues tanto uno como el otro se necesitan para existir, pero sí, especificaremos cuales actividades son más propias de cada uno. Lo típico del profesor es: guiar, tomar lista, dirigir, planear, controlar, organizar, evaluar, etc. Pero entonces; cómo lo hace, qué técnicas utiliza y qué puede lograr.

Una de las actividades pedagógicas que el profesor debe realizar es conocer a sus alumnos y sus necesidades, así como sus limitaciones para el aprendizaje; para ello, existen diferentes técnicas que puede implementar variadamente para conocerlos y lograr encontrar sus dificultades y sus intereses. El diario de campo¹ por ejemplo; será de las más eficaces y accesibles formas de evaluar su trabajo diario, pues no es tan complicado, incluso lo puede hacer al termino de su jornada sin interrumpir el horario de clases y lo llevara a reflexionar sobre su quehacer cotidiano y si es activo y creativo logrará grandes cambios en su trabajo diario.

Si el profesor en verdad se preocupara por realizar esta actividad tal vez muchas de las dificultades con las que se encuentra al momento de evaluar el aprendizaje de sus niños, estuvieran ya resueltas o mínimamente identificadas, por ellos es te vital importancia el compromiso, el profesionalismo y la dedicación que en el profesor exista para hacer bien su trabajo.

Además de sus prácticas diarias como parte de sus jornadas pedagógicas dentro y fuera de la escuela, simultáneamente están realizando otras actividades que le ofrecen nuevas oportunidades laborales o de realizaciones personales junto a su familia. Desempeñando estos otros roles, el maestro/a tiene que lidiar entre la contradicción de sus necesidades como persona y sus responsabilidades como docente.

Tanto para el profesor como para el alumno sus actividades diarias llegarán a ser relevante en la medida que pongan en ella esmero, dedicación e interés y éstas estén enfocadas siempre a la realización y logro de sus metas profesionales

En cuanto al alumno lo más usual seria decir: el alumno “debe hacer”; tareas, participar, leer, estudiar,

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