Ecommerce
standk28 de Agosto de 2013
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Evolucion
El comercio electrónico mundial seguirá creciendo significativamente hasta el punto de superar los US$ 1.000.000 millones para el 2011. Eso equivale a aproximadamente US$ 2 millones en ventas en línea por segundo. Por su parte, el año 2010 el número de usuarios de la WEB sobrepasó los 2 mil millones, de los cuales 1.200 millones correspondieron al mundo en desarrollo.
Existe un enorme potencial de crecimiento para aquellas personas o empresas que quieran vender online a clientes situados en mercados como EE.UU., China, India, Europa, Asia o América Latina.
Este rápido crecimiento en el comercio electrónico es impulsado en parte por un aumento similar en la población mundial conectada a internet. Sobre la base de un estudio de Forrester, el total de la población online mundial aumentará de 1,5 mil millones de usuarios de Internet en 2008 hasta 2,2 mil millones en 2013, es decir, más de un 30% de la población mundial.
Latinoamérica es uno de los continentes que lidera las tasas de crecimiento de internet como canal de negocios y se ha transformado en una herramienta estratégica para el crecimiento económico y para el aumento de la competitividad de las empresas, principalmente PyMEs y emprendedores.
Sólo el comercio electrónico a consumidores (o B2C como es conocido en la jerga especializada) crecerá en América Latina a más de 40% al año, representando hoy cerca de US$ 30.000 millones. Para algunas grandes empresas y PyMEs, el canal de ventas online ya es una parte significativa de su facturación y sigue creciendo. Muchas otras preparan activamente su ingreso y se proyecta un verdadero boom para los próximos años, influido en gran medida por la explosiva masificación de los smartphones.
Sin embargo, muchas empresas y personas se enfrentan al reto de resolver los desafíos de la “última milla” para ingresar al mundo de los negocios por internet, que se traducen en capacitación, recursos, servicios y soluciones de negocios, entre otros.
Corría el año 1994 cuando la primera tienda comercial abrió sus puertas en el World Wide Web. Ahora, 14 años después, en la Red existen más de 300.000 sitios comerciales, lo que muestra una gran evolución. Sin embargo, según los expertos en economía, esta es apenas la punta de un iceberg que sigue en crecimiento.
Este mismo crecimiento se ha evidenciado en las ventas, superando los grandes obstáculos existentes, entre ellos la implementación de las TIC y la carencia de medidas de seguridad confiables para transferir dineros en la Web.
Según la Unctad, el 95 por ciento del comercio electrónico en el mundo se realiza en los países desarrollados; África y América Latina juntas representan solo el uno por ciento del total comerciado en la red de redes.
Los que sí se tiene claro es que en estos continentes y en los países menos desarrollados el E-commerce es considerado la tendencia del futuro. Así mismo, muchos de los gobiernos de estas regiones tienden a dar prioridad a la mejora de la infraestructura y al perfeccionamiento de sus accesos a las tecnologías.
E-commerce en América Latina
En América Latina el volumen del comercio electrónico procede fundamentalmente de Brasil, Argentina y México, países donde las transacciones comerciales superan los 12.000 millones de dólares en tres meses.
Como lo evidencia el anterior dato, Latinoamérica es todavía un mercado amplio en el que no existen grandes compañías que dominen una categoría de productos, siendo este un territorio lleno de oportunidades comerciales.
Hoy en día, los consumidores resuelven sus inquietudes antes de comprar un producto leyendo blogs con reseñas, usan comparadores de precios para obtener el más bajo, encuentran ofertas en subastas, y finalmente realizan la compra a través de una transacción electrónica con su forma de pago predilecta, cerrando todo el círculo de sus compras de manera virtual. Gracias a la competencia, este proceso y sus herramientas fueron refinándose con los años, hasta lograr una experiencia superior a la que obtendríamos en una tienda real.
Por suerte, la misma tecnología que forzó este cambio de paradigma en el comercio continúa evolucionando, y esta vez podría volver a favorecer a las tiendas comerciales físicas. Para empezar, los dispositivos móviles inteligentes como un iPhone o un teléfono equipado con Android, son capaces de leer los códigos de identificación de los productos y obtener información detallada sobre los mismos, opiniones y comparativas de precios, en cualquier lugar donde estemos. Además, la llegada de computadoras en formatos más ligeros como el iPad, permiten a los comerciantes brindar esta información dentro de sus locales de una forma intuitiva y no invasiva.
Otro punto importante: para enriquecer la experiencia del cliente hay que conocerlo. En el mercado online existen múltiples herramientas disponibles y métricas aplicables que nos permiten recaudar información sobre nuestros visitantes, hasta convertirlos en clientes. Desde opciones de uso común como Google Analytics para medir la efectividad de nuestro sitio de comercio electrónico, hasta soluciones más exclusivas como comScore que nos permiten segmentar nuestro público y sacarle provecho. En el mundo real, la persona que entra a una tienda es en la mayoría de los casos un completo desconocido... hasta ahora. Los servicios de geolocalización como Foursquare están en su momento de auge, y demuestran que la gente está dispuesta a moverse de sus hogares más allá del patrón habitual, para ser parte de un juego que mezcla el mundo virtual con el real. En cuestión de tiempo, estos servicios comenzarán a integrarse completamente con nuestros perfiles online (Facebook, Twitter, Google, etc) y pondrán a disponibilidad de los comerciantes la información necesaria para ofrecernos los productos que sean más acordes con nosotros. De esta forma, no sólo podrán ser los usuarios quienes activen una capa de realidad aumentada y vean los comercios a su alrededor, sino que los dueños de los mismos podrán visualizar quien es la persona que está entrando a su negocio, y como puede atenderla mejor.
Por último, las transacciones online gozan de una altísima credibilidad hoy en día, ya sea a través de nuestra cuenta bancaria o intermediarios como PayPal. Ahora el paradigma es mover todas estas opciones crediticias para reemplazar lo que actualmente llevamos en nuestra billetera: dinero en efectivo y tarjetas de crédito. Iniciativas como Square demuestran que esto es viable a corto plazo, y abrirá las puertas a nuevos consumidores y vendedores, para operar de una manera segura y moderna, fuera de las convencionales computadoras de escritorio, permitiendo pagar por nuestros productos virtualmente en cualquier lado.
Los consumidores deben prestar atención a la Ley del Consumidor (19.496) en el artículo 3 letra B al señalar que son derechos y deberes básicos del consumidor: “El derecho a una información veraz y oportuna sobre los bienes y servicios ofrecidos...”
Además, el consumidor en virtud del artículo 3 bis de la misma ley podrá poner término unilateralmente al contrato en el plazo de 10 días contados desde la recepción del producto o desde la contratación del servicio y antes de la prestación del mismo, en los siguientes casos: letra b) En los contratos celebrados por medios electrónicos, y en aquéllos en que se aceptare una oferta realizada a través de catálogos, avisos o cualquier otra forma de comunicación a distancia, a menos que el proveedor haya dispuesto expresamente lo contrario. Para ello podrá utilizar los mismos medios que empleó para celebrar el contrato. En este caso tendrá un plazo de 10 días para ejercer el derecho de retracto.
Aspectos legales
Las obligaciones legales de una web es uno de los aspectos que más preocupan a los responsables de una tienda online y más confianza y seguridad transmiten a los clientes. En el ámbito del comercio electrónico existen varias normas que regulan las transacciones comerciales y la protección de los datos, y otras leyes complementarias.
Una buena práctica consiste en implantar adecuadamente esta normativa en el sitio de comercio electrónico.
Protección de datos. Las tiendas online están obligadas, en el marco de la legislación actual, a cumplir una serie de obligaciones respecto a los datos que reciben de sus clientes.
• Tratamiento de los datos. Hay que informar a la Agencia de Protección de Datos del pais si es que existe del uso y existencia de una base de datos de carácter personal. Es un trámite sencillo y normalmente gratuito a traves de internet
• Comunicación de los datos. Los usuarios de una tienda online deben conocer qué se hará con sus datos personales, adónde irán a parar y cómo pueden solicitar el acceso, la rectificación, la cancelación o la oposición al uso de esos datos. Esta información debe figurar en la tienda online de forma clara, sencilla y accesible.
• Seguridad y privacidad de los datos. La información faciltiada por terceros debe recogerse en un fichero seguro, invisible a terceros. Además, el reponsable del fichero tiene que mantener en secreto estos datos y no revelarlos a ninguna otra empresa salvo que se obtenga una autorización expresa del cliente.
Condiciones Generales. Las condiciones generales de venta recogen las obligaciones
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