ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ensayo sobre evaluación de los aprendizajes con interpretación hermenéutica

jcharles_1921 de Febrero de 2014

4.516 Palabras (19 Páginas)229 Visitas

Página 1 de 19

Ensayo sobre evaluación de los aprendizajes con interpretación hermenéutica

Elaborado por José Carlos González Valadez

I. Introducción

El presente ensayo debe ser considerado un primer ejercicio hermenéutico orientado a explorar el sentido de las prácticas de evaluación que se hacen en el ámbito escolar considerando las implicaciones que ellas tienen con el aprendizaje adquirido, en los alumnos de educación básica, más específicamente en nivel secundaria en la modalidad de Telesecundaria . Por el carácter interpretativo que orienta este trabajo y que invita a una reflexión sobre la evaluación que realizan los docentes en este nivel educativo, la pregunta generadora será encaminada hacia cuestionar, ¿si las interpretaciones ayudaran a mejorar la evaluación que cada docente realiza para desarrollar aprendizajes más significativos en los alumnos?.

La evaluación siempre ha tenido profundos efectos sobre la enseñanza y sobre la formación de los alumnos y docentes, siendo uno de los componentes más importantes del proceso educativo. En este trabajo trato de hacer un acercamiento de qué es y cómo se realiza la evaluación en el proceso enseñanza-aprendizaje con el fin de interpretarla, compartirla y aplicarla en la mayoría de espacios educativos, para lograr un cambio positivo en todos los actores del entorno escolar.

La evaluación como tal debe ir más allá de tener una función controladora hacia los alumnos, incluyendo la disciplina, más bien su función es formadora. Por eso es en el aula donde debemos acrecentar el postulado “evaluar para aprender”.

La evaluación del aprendizaje es uno de los factores que más influye en el interés de los estudiantes por aprender y por el propio proceso de aprendizaje. Constituye el criterio de referencia que define para el alumno lo que hay que aprender de las diversas asignaturas, así como el valor de ese aprendizaje. De acuerdo con el diseño que aquella adopte, será posible para el profesor ayudar a los alumnos a superar ciertas dificultades. Es decir, la evaluación puede ser percibida como un juicio o como una ocasión para aprender.

II. El objeto de estudio

Todos aquellos que nos dedicamos a enseñar y que, además, queremos aprender (de nuestra práctica y la de otros), comprobamos, día a día, que la evaluación cobra una importancia cada vez mayor porque desempeña un papel primordial en el proceso de enseñanza aprendizaje.

En el ciclo escolar pasado estuve fungiendo como ATP (Asesor Técnico Pedagógico) de la zona escolar número 04, con sede en Nombre de Dios, Dgo, en las visitas de supervisión que se hicieron a cada escuela y a cada docente (alrededor de tres visitas) pude observar varios problemas escolares en cada aula, uno de los problemas más fuertes y más generalizados fueron las actividades en torno a la evaluación de las actividades de aprendizaje realizadas en el quehacer diario escolar. Partiendo de que la evaluación es parte de la planeación, a ciencia cierta este aspecto está resuelto pues la mayoría de los maestros y maestras están planeando su intervención en las clases, evitando la simulación, pero aun así la parte evaluativa está quedando a deber. En este ciclo escolar estoy trabajando solamente en una escuela que tiene seis grupos (dos grupos por grado) totalmente heterogéneos con seis docentes que enseñan de diferente manera, aquí mi función es acompañarlos en el aula y a pesar de las sugerencias que se les habían hecho un año anterior y luego en estos meses que lleva de transcurrido el presente ciclo escolar, se puede notar que solo un maestro está evaluando de una manera más justa, adecuada y permanente con instrumentos acordes al plan de estudios 2011 y sobre todo transformando su propia practica pues realiza además de la evaluación sumativa una evaluación formativa, que es a lo que queremos llegar con todos los docentes.

De esa manera los alumnos podrán participar en su propio proceso evaluativo, retroalimentándose, haciendo mejores tareas, buscando mejores estrategias de estudio, corrigiendo errores y sobre todo motivándose para esforzarse permanentemente y cambiando de actitud; por esto el “evaluar para aprender” es una premisa que el docente y el alumno deben tomar como piedra angular, para mejorar las practicas.

En los últimos años la evaluación ha alcanzado un gran desarrollo en el campo de la educación y su función esencial es mejorar en el sentido de un cambio cualitativo, que sea aplicable en cualquier actividad. Mucho se ha hablado de la evaluación, de los tipos, de las formas y de los instrumentos con los que se evalúa, pero lo único claro y cierto es que en la mayoría de la aulas no se está realizando este proceso, a pesar de los cursos de capacitación y actualización en los cuales se ha participado, de las reformas que se han hecho y de los documentos oficiales que se nos entregan.

La evaluación se puede definir como “un proceso mediante el cual se proporciona información útil para la toma de decisiones ” o como según dicen Himmel, Olivares y Zabalza (1999), es un “proceso que lleva a emitir un juicio respecto de uno o más atributos de algo o alguien, fundamentado en información obtenida, procesada y analizada correctamente y contrastada con un referente claramente establecido, sustentado en un marco de referencia valórico y consistente con él, que está encaminado a mejorar los procesos educacionales y que produce efectos sobre sus participantes, para lo que se apoya en el diálogo y comprensión”.

Como señala Broadfoot (2002), la evaluación es el producto de la interacción de las personas, tiempo y espacio, enlazados en una compleja red de comprensiones, motivaciones, ansiedades, expectativas, tradiciones y elecciones. Esta red conforma un marco referencial desde el cual los docentes universitarios orientan sus prácticas de evaluación.

En la escuela en que laboro se aplica la evaluación diagnostica, la evaluación sumativa pero la evaluación formativa no se ha logrado por que los docentes aun no evalúan con ayuda de instrumentos adecuados como son rubricas, escalas estimativas, lista de cotejo, entre otros, que muestran la parte cualitativa de la enseñanza-aprendizaje, que muestran la calidad humana entregada en los trabajos elaborados, en las palabras expuestas; es a esta parte a la que quiero llegar, pues al maestro le interesa dar un número que posiblemente no refleja lo que el alumno o alumna aprendieron durante un tiempo determinado (bimestre), incluso hay compañeros maestros que pueden definir la calificación bimestral de los alumnos en diez minutos, dejando atrás los registros sistemáticos, las evidencias y el tiempo de enseñanza que dedico a lograr aprendizajes y actitudes.

Formando parte de la tradición del medio educativo, cuando se emplea el término evaluación se alude tanto a la acción, como al efecto de evaluar un desempeño académico en específico. En tal sentido se asume que la evaluación es efectivamente el resultado de un determinado proceso y una forma de evaluar algo, pues la noción que tenemos de evaluar, significa la posibilidad de conocer y reconocer el valor o bien el vigor de aquello que se evalúa. (MARTEL, 2004).

III. El método para interpretar

El paradigma cualitativo, se centra en el estudio de los significados de las acciones humanas y de la vida social. Este paradigma intenta sustituir las nociones científicas de explicación, predicción y control del paradigma positivista por las nociones de comprensión, significado y acción.

La hermenéutica es uno de los métodos del paradigma cualitativo, el cual he elegido para interpretar el problema de la evaluación en las aulas de telesecundaria, porque a través de esta se puede profundizar para encontrar las causas y posteriormente organizar un plan de acción y con esto tratar de darle solución al problema ya citado.

Así la justificación queda descrita en el planteamiento del presente trabajo para asegurar la validez y la confiabilidad en el proceso de evaluar el aprendizaje, cuando éste se centra en el aprendiz, se enmarca ontológica y epistemológicamente en la filosofía de la interpretación o la hermenéutica; en la cual el conocimiento se concibe como la articulación de una comprensión originaria, donde las cosas están ya descubiertas (Vattimo, 1987).

La hermenéutica se desarrolló por la necesidad que ha tenido la sociedad y los individuos por interpretar lo que es difícil de entender, por clarificar diferentes significados para que no existan ambigüedades; en términos generales es, la capacidad y el talento para interpretar un texto escrito, hablado o practicado, para comprenderlo, para colocarlo en contexto, para entender al autor, su contenido y su intención.

La hermenéutica, en su sentido más propio o tradicional, es la ciencia y el arte de interpretar. Es a su vez ciencia porque contiene un conjunto de principios y reflexiones teóricas en torno a la interpretación y es técnica porque también regula de alguna manera la forma en que se ha de interpretar algo, o bien, como dice M. Beuchot (2002), hay una «hermenéutica docens» y una «hermenéutica utens». Sin embargo, también señala este autor que la segunda, la parte práctica o metodológica de la hermenéutica deriva de la primera, de su parte o enfoque científico, de la reflexión en torno a lo que implica la interpretación.

Por lo que se puede decir que para este método cualitativo la experiencia, la intencionalidad, y el contexto del que interpreta es fundamental, para hacer un trabajo interpretativo adecuado.

En la interpretación hermenéutica, un significado admite más de una forma de expresión por y para un sujeto.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (30 Kb)
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com