ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

FORMACION DOCENTE

Gerardzuniga3 de Julio de 2014

3.341 Palabras (14 Páginas)283 Visitas

Página 1 de 14

CONTENIDO

INTRODUCCION 1

FORMACIÓN DOCENTE ENTRE NACIONALISMO Y NEOLIBERALISMO. 2

NEOCONSERVADOR 3

EL SISTEMA EDUCATIVO 4

LA REFORMA EDUCATIVA EN AMERICA LATINA 7

CONCLUSION 9

INTRODUCCION

En el periodo que va desde inicios de los 80 hasta los primeros años del siglo XXI,

la gran mayoría de los gobiernos latinoamericanos emprendieron numerosas y

profundas reestructuraciones políticas y administrativas de los aparatos de Estado.

En América Latina los promotores de los modelos neoliberales equipararon el

concepto de “globalización” con “modernización”, lo cual implicaba aceptar la

expansión irrestricta de capitales transnacionales, el carácter supranacional de la

toma de decisiones productivas y la disminución o directa eliminación de barreras

comerciales y de acceso a la información y consumo cultural. Es importante

señalar que, si bien globalización es uno de los conceptos más discutidos en

términos de su significado y sus resultados (Rhoten, 2000; Stiglitz, 2002, 2003),

eso no impide señalar que la noción ochentista neoliberal —aquella que prometía

que la integración rápida al “mercado global” iba a solucionar los problemas

urgentes de la región— no tiene demasiado sustento. El Reporte de desarrollo

humano del Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (United Nations

Development Programme [UNDP], 1995) concluyó que en América Latina la

mayoría de los procesos de ajuste estructural implementados durante los años 80

y 90, siguieron conceptos defectuosos de los fines y medios

En el contexto latinoamericano, los sectores que promovieron y se beneficiaron

con esta confusión entre fines y medios, promovieron un discurso en el que las

políticas sociales –desde la vivienda y el desarrollo económico, hasta la salud y la

educación– eran subordinadas a la lógica de la competitividad estructural y una

creciente internacionalización del capital.

Los discursos neoconservadores y neoliberales conjugaron múltiples argumentos

teóricos e ideológicos que atacaron fundamentalmente aquellos programas que

apuntan al desarrollo de la noción de lo público, tales como los de la escuela

pública (Torres, 2001). Lo que es fundamental de resaltar es que el discurso neoliberal en el campo educativo era presentado con un manto de inevitabilidad,

cuasi religiosa, maquillado de eficiencia técnica y objetividad. En este sentido, nos

enfrentamos con lo que Pierre Bourdieu designa como el “evangelio” del

neoliberalismo.

FORMACIÓN DOCENTE ENTRE NACIONALISMO Y NEOLIBERALISMO.

En el periodo que va desde inicios de los 80 hasta los primeros años del siglo XXI,

la gran mayoría de los gobiernos latinoamericanos emprendieron numerosas y

profundas reestructuraciones políticas y administrativas de los aparatos de Estado.

Esas reestructuraciones requirieron drásticos programas de reformas económicas

y sociales, y tuvieron a los sistemas de instrucción publica como uno de los

territorios de conflicto más importantes (Fischman, Ball, y Gvirtz, 2003, Gentili y

Suárez, 2004; Reimers, 2000). Muchas de esas reformas fueron circunscritas a

procesos sistemáticos de privatización de empresas y servicios públicos,

asociados en el pasado a los modelos de Estado benefactor y de desarrollo

económico por substitución de importaciones. La privatización de empresas y

servicios, y la transformación (vía su eliminación o pérdida de poder regulatorio)

de instituciones públicas relacionadas con el modelo de Estado benefactor Keynesiano fueron percibidas y promovidas por las élites gobernantes como las

claves que darían respuestas inmediatas a los problemas históricos de crecimiento

económico, las crisis políticas y sociales, y a los nuevos desafíos asociados con la

consolidación de lo que hoy muchos analistas denominan el modelo neoliberal de

globalización (Ball, Fischman y Gvirtz, 2003; Fischman, McLaren, Sünker y

Lanksher, 2005; Stromquist, 2003).

En América Latina los promotores de los modelos neoliberales equipararon el

concepto de “globalización” con “modernización”, lo cual implicaba aceptar la

expansión irrestricta de capitales transnacionales, el carácter supranacional de la

toma de decisiones productivas y la disminución o directa eliminación de barreras

comerciales y de acceso a la información y consumo cultural. Es importante

señalar que, si bien globalización es uno de los conceptos más discutidos en

términos de su significado y sus resultados (Rhoten, 2000; Stiglitz, 2002, 2003),

eso no impide señalar que la noción ochentista neoliberal —aquella que prometía

que la integración rápida al “mercado global” iba a solucionar los problemas

urgentes de la región— no tiene demasiado sustento. El Reporte de desarrollo

humano del Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (United Nations

Development Programme [UNDP], 1995) concluyó que en América Latina la

mayoría de los procesos de ajuste estructural implementados durante los años 80

y 90, siguieron conceptos defectuosos de los fines y medios

En el contexto latinoamericano, los sectores que promovieron y se beneficiaron

con esta confusión entre fines y medios, promovieron un discurso en el que las

políticas sociales –desde la vivienda y el desarrollo económico, hasta la salud y la

educación– eran subordinadas a la lógica de la competitividad estructural y una

creciente internacionalización del capital. Tales políticas precisaban ignorar, de

manera arrogante, la enorme cantidad de información que denunciaba la creciente

fórmula patológica de la inequidad social que las propuestas neoconservadoras y

neoliberales han infligido a los países de todo el mundo (Fischman y Stromquist,

2000; Fischman, 1998; Kabeer, 1994; McLaren y Farahmandpur, 2000; Sammoff,

1995).

NEOCONSERVADOR

Los discursos neoconservadores y neoliberales conjugaron múltiples argumentos

teóricos e ideológicos que atacaron fundamentalmente aquellos programas que

apuntan al desarrollo de la noción de lo público, tales como los de la escuela

pública (Torres, 2001). Lo que es fundamental de resaltar es que el discurso neoliberal en el campo educativo era presentado con un manto de inevitabilidad,

cuasi religiosa, maquillado de eficiencia técnica y objetividad. En este sentido, nos

enfrentamos con lo que Pierre Bourdieu designa como el “evangelio” del

neoliberalismo.

Estas fuerzas ideológicas identificadas por Bourdieu funcionan en un contexto en

el que grandes sectores de las sociedades continúan asistiendo al

desmantelamiento de las infraestructuras sociales, políticas y económicas que

fueron conquistas sociales y de respaldo para las clases trabajadoras (y que hoy

no podemos más que llamar de “clase que quisiera ser trabajadora”) y también de

minorías étnicas y sociales.2

Los defensores e impulsores del fundamentalismo

del libre mercado y la globalización neoliberal han catapultado a un abismo

nociones como igualdad y justicia, al mismo tiempo que restringen la noción de

democracia, convirtiéndola en producto de consumo y transformándola en

lenguaje “autorizado” de la tecno-cultura capitalista, del desarrollismo burocrático

de la tecnología de avanzada, de la corrupción de la información y de la

teledemocracia (García Canclini, 1995; De Sousa, 1997).

El esquema contemporáneo de mercados globales cuasi irrestrictos, mínimos

controles de las operaciones financieras internacionales y descentralización de la

producción de bienes y servicios ha fortalecido el poder de las corporaciones

transnacionales y el papel de las agencias internacionales de regulación.3

Entre

esas agencias se destacan el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario

Internacional (FMI), no sólo por su peso económico, sino porque tuvieron un

impacto directo sobre las reformas estructurales en Latinoamérica. Es importante

destacar, que tanto el BM como el FMI ejercieron una notable influencia en las

reformas del sector de educación pública, a través de la imposición de

condicionamientos asociados a la provisión de recursos financieros. No hay duda

que países altamente endeudados precisaban de financiamiento para realizar

cambios estructurales. Sin embargo, muchas de las reformas que efectivamente

se implementaron fueron resistidas localmente y sólo se pudieron implementar

gracias al impulso y las presiones ejercidas por los organismos internacionales y

sus socios locales. (Carnoy y Moura Castro, 1996; Coraggio y Torres, 1999;

Torres, 2001).

EL SISTEMA EDUCATIVO

Los cambios más

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (24 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com