FORMACIÓN INTEGRAL Y SUS DIMENSIONES

LA FORMACIÓN INTEGRAL Y SUS DIMENSIONES

El proyecto indagó sobre las concepciones de estudiantes, profesores y administrativos sobre la formación integral en nuestra Institución; toda vez que la formación integral es tanto un concepto como una práctica; pero más allá de nombrarla en planes, programas, misión y visión, no se comprende ni se expresa en acciones de la vida cotidiana de los actores de la Institución que den cuenta del desarrollo y de los estímulos intencionados pedagógicamente que comprometan cada una de las dimensiones humanas que la componen: cognitiva, comunicativa, socio afectiva, política, lúdica, motriz madurativa, productivo-laboral, ético-moral.

Qué representa para el individuo la adquisición de un saber, si no sabe al mismo tiempo o si no tiene al menos una idea bastante precisa qué puede hacer con él una vez adquirido?.

... entonces es preciso sin duda que conlleve también la transmisión de un saber relativo a la manera de vivir con lo que se sabe, incluyendo por supuesto una cierta idea de la manera de adaptarse a situaciones nuevas, es decir, que la transmisión del saber debe constar asimismo de una parte de “transmisión de un saber vivir”. Montefiore (2000).

La Formación Integral, como proceso y como producto en el contexto de la Educación Superior está relacionada con todas las potencialidades del ser humano que son posibles estimular en los procesos de enseñanza y aprendizaje, ya que estos procesos requieren ser una vivencia de la experiencia de comprensión y auto-comprensión en la manera de vivir con lo que se sabe, adaptarse a situaciones nuevas y poder transformarlas en contextos específicos. En tal sentido, “capacitados para entender a otros y entendernos con los otros en compromisos prácticos y comprendernos a nosotros mismos en capacidades, talentos y limitaciones” Ruiz (2002).

Esta propuesta pretende mostrar las manifestaciones de las dimensiones en procesos de aprendizaje de conocimientos, valores, actitudes, habilidades, sentimientos y visiones del mundo. Asimismo, “en este contexto, la educación, entendida como Formación Integral, será un pequeño sub -proceso del gran proceso denominado desarrollo del ser humano” ACODESI (1999).

Abordar la Formación Integral como formar con- sentido integral y de integralidad tiene sus orígenes precisamente en que sea asumida la posición de contribuir a gestionar el conocimiento que se propone una Institución de Educación Superior como el Poli, a través de que todos los aprendizajes sean significativos, tanto para los estudiantes, como para toda la comunidad educativa institucional, es decir que se puedan aplicar en la vida y para toda la vida, promoviendo por tanto la necesidad de que sean asumidas actitudes tales como la autodisciplina, el auto estudio y la autonomía como maneras de vivir con lo que se sabe y de adaptarse a situaciones nuevas.

Formación integral “el cual es un concepto difuso, polisémico y con variadas interpretaciones en el ámbito de la educación Superior.

Uuniversidad se entiende como aquel escenario de encuentros, de relaciones entre profesores y estudiantes en que se construyen proyectos académicos, científicos y se adquiere y se aplica el conocimiento; pero también como el escenario que propicie a sus actores la construcción y la transformación de proyectos de vida tanto personales como sociales.

Concepciones es un constructo social que se va configurando en el imaginario de cada persona de acuerdo a sus vivencias y a su formación. Esto es, que de acuerdo a ello creemos algo sobre la realidad y lo expresamos de diversas maneras; en actos, lenguajes y expresiones.

Persona entendida como un ser único y singular, el cual crece y se desarrolla en diferentes dimensiones (cognitiva, comunicativa, socio afectiva, política, lúdica, motriz madurativa, productivo-laboral, ético-moral) que dan cuenta de su integralidad o interacción, relación y a su vez, interdependencia con las demás dimensiones, generando en la persona un desarrollo de potencialidades, más que de capacidades. Implicando con ello, que una dimensión no tiene que ser estimulada primero que otra, o que el desarrollo como es visto en la educación tradicional es la sumatoria de saberes y habilidades.

Formación, debe diferenciarse del proceso continuo en el que la persona adquiere y se apropia de conocimientos, habilidades y actitudes para transformar la realidad cotidiana en que se vive y aportar al desarrollo, tanto personal, como social. No enfatiza tanto en el saber, sino en el ser, es decir, se refiere a la formación de la persona, al carácter, al cultivo de valores y principios que rigen la condición humana, logrando la mayoría de edad que Kant propone, o sea reconociéndose y actuando con autonomía que se construye gracias al complejo proceso de la Educación. Provoca en él un auto reconocimiento de sus potencialidades para que con un ambiente adecuado y una estimulación permanente, cada persona pueda valorarse, crear y transformar sus entornos cercanos donde vive.

Comprensión es un rasgo esencial de la inteligencia humana relacionado con la apertura y las posibilidades del ser, es una disposición afectiva en la que el ser se reconoce a sí mismo, se afecta y se vincula.

“La comprensión no es un acto posterior de vivir, sino consustancial al mismo. No vivimos y después o antes comprendemos, sino que vivimos comprendiendo” Ruiz (2002).

No solo se involucran las facultades intelectuales, sino también, el complejo sistema mediante el cual percibimos y nos relacionamos con el mundo: la naturaleza, los objetos, los otros, es decir, los sentidos que permiten establecer y mantener el contacto con aquella realidad que nos es exterior, pero sobre todo, los que impiden que la razón se hunda en la profundidad y se agote en el aislamiento.

La comprensión abarca tanto la inteligencia en el sentido de actividad del cerebro como inteligencia de los sentidos; inteligencia y sensibilidad realizan los procesos de comprensión; desarrollarlas ambas es buscar la integridad y la integralidad del ser humano.

La vida humana se articula lingüísticamente, todo el hacer, el pensar y el sentir se sustentan en el lenguaje articulado en palabras y en el lenguaje de los gestos, símbolos y narraciones. Pensar,

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