LA POCA Y/O DEFICIENTE CONTRIBUCION AL DESARROLLO DE LA COMPRENCION Y EXPRESION ORAL.

LA POCA Y/O DEFICIENTE CONTRIBUCION AL DESARROLLO DE LA COMPRENCION Y EXPRESION ORAL.

Introducción

La expresión oral constituye una destreza de comunicación que no tiene sentido sin la comprensión, sin el procesamiento y la interpretación de lo escuchado. La comunicación es un proceso, una acción, basada en unas destrezas expresivas e interpretativas, por lo que la expresión oral debe entenderse como tal, junto a la comprensión oral, la lectura y la escritura.

¿Cuál ha sido entonces el objetivo de los docentes frente a la comprensión y expresión oral en los alumnos?

Ha sido y no solo como objetivo del docente sino de toda la comunidad escolar el de mejorar la expresión oral de los alumnos y la comprensión e interpretación de distintos tipos de mensajes orales ha sido, desde siempre, uno de los objetivos primordiales de la enseñanza de la lengua en la escuela; sin embargo, raramente los usos y formas de la comunicación oral se establecieron en objeto de una enseñanza reglamentada, que tuviera en cuenta las diferencias entre lengua hablada y lengua escrita, como dos modos distintos de comunicación a partir de un mismo sistema lingüístico.

Las actividades específicas en torno de la lengua oral tenían por lo general y siguen teniendo en muchas de nuestras aulas un carácter secundario a la escritura, marginal y esporádicos. Tampoco se ha prestado una atención adecuada a los estudios de los usos lingüísticos orales y a su didáctica en la formación y actualización de los docentes. Este error obedece, sin dudas, a diversas causas; pero, aquí, nos interesa solamente una que, aunque no se la mencione explícitamente, surge como la justificación oculta de por qué no se trabaja de manera sistemática la oralidad en las aulas: el lenguaje oral, a diferencia de la escritura, constituye un aprendizaje indudablemente extraescolar.

DESARROLLO

La escuela concentra su atención sobre el aprendizaje formal de la lengua escrita, porque es su responsabilidad inevitable y con frecuencia, pone tanto empeño en el cumplimiento de este compromiso que deja en el olvido el desarrollo de las competencias orales.

Es obvio que existen grandes diferencias entre los niños provenientes de distintos entornos socioculturales, las diferencias entre sus repertorios comunicativos se manifiestan en la interacción lingüística que tiene lugar en la escuela, influyendo en la socialización de los alumnos y en los logros que éstos habrán de alcanzar en los aprendizajes escolares. No todos los alumnos han tenido las mismas oportunidades de tomar contacto con los diferentes formatos del habla; no todos han estado en contacto con los mismos modelos de oralización.

Como docentes, es de fundamental importancia tomar en cuenta los conocimientos previos de los alumnos, pero no para acentuar las carencias, lo que no saben, sino para planificar situaciones de uso de la lengua que permitan reflexionar sobre formatos de habla alternativos y de mayor prestigio social para poder desenvolverse en contextos más amplios y más formales. No subestimar la lengua del alumno no quiere decir que dejemos de lado la intervención pedagógica en este campo; significa promover la capacidad de reflexión de los alumnos sobre el lenguaje como una forma de actuación social y dejar de lado la predisposición que consiste en decirle al alumno lo que es correcto y lo que no lo es, para mostrarle lo que es adecuado y lo que no lo es según el contexto de comunicación.

Quizás todo lo anterior nos haga pensar en la poca o nula contribución que como docentes ejercemos sobre el desarrollo de la comprensión y expresión oral en nuestros alumnos, pero considero que para poder dar atención a ello de una forma intencional en las aulas, debemos saber ¿Por qué y para qué es importante desarrollar la comprensión y expresión oral en las escuela?

Porque la escuela es un ámbito privilegiado donde los alumnos pueden adquirir y desarrollar los recursos y las estrategias lingüísticas necesarias para superar la desigualdad comunicativas, la planificación escolar del trabajo con la lengua oral necesita concebir el aula como un escenario donde tienen lugar diferentes escenas o eventos comunicativos: convertir el aula en escenario comunicativo implica asumir que únicamente con el uso o con estar expuesto al lenguaje de otros no basta sino que hace falta una actuación intencional y adaptada por parte de quien domina el lenguaje en ayuda de quien tiene que adquirirlo. Estas ayudas constituyen estrategias de intervención.

La autora María Elena Rodríguez (2000), en su texto “Hablar en la escuela ¿para qué? ¿cómo? Nos menciona

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