LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LA EDUCACIÓN COMO OBJETO DE CONOCIMIENTO DE ESTUDIO

La dificultad que encuentran algunos en considerar a la educación como objeto de tratamiento científico, hay que verla encuadrada en la resistencia por admitir la existencia de leyes que interpreten las actuaciones humanas.

El perfeccionamiento de las técnicas modernas ha demostrado, que la identidad absoluta de los fenómenos tampoco se produce en el camino empírico.

En cuanto a la índole no causal de los asuntos humanos basta con responder que la ciencia se compone de leyes causales y no causales. Lo propio de las explicaciones científicas en su coherencia lógica y verificabilidad empírica.

Ya en el terreno de la educación, es clásica la insistencia de que la educación es una tarea práctica, lo que ha servido para que muchos la consideren un arte.

Nassif se ocupa también de las implicaciones que supone considerar a la pedagogía para él la única ciencia de la educación como arte.

El concepto de arte como actividad no llega a negar la tesis que afirma que la pedagogía es un arte. En cambio no puede decirse lo mismo con lo educativo. Es evidente que lo educativo es un hacer, una práctica, una actividad que intencionalmente o no, configura al hombre. Pero de ahí decir que la pedagogía es una actividad, es decir, un arte, hay una gran distancia, porque la pedagogía no es la eduacion, sino la disciplina que la tiene por objeto.

Entendemos por conocimiento especulativo, aquel tipo de operación humana cognoscitiva ordenada y exclusivamente a conseguir el conocimiento mismo. El conocimiento práctico es aquel que tiende con una teleología o finalidad intrínseca a producir algún afecto.

La educación puede y debe ser objeto de conocimiento especulativo. Muchos problemas educativos son de orden ético y los conceptos básicos que la justifican: deducibilidad, perfeccionamiento, trascendencia, etc., no puede ser objeto de tratamiento.

Una tarea educativa que no se apoyara en conocimientos especulativos seria un mero actuar sin fines, sin sistema.

Lo que resulta indudable es la dificultad de calificar con exactitud a la ciencia o ciencias de la educación. Por otra parte, como señala Hubert, la diferencia con otras ciencias, está en que éstas jamás tienen que resolver problemas de fines, que en nuestro caso son cuestiones esenciales.

La pedagogía pasa a sus aplicaciones prácticas, que son el objeto de las diferentes practicas educativas. Se convierte en aplicada para resolver los diversos problemas concretos relativos a los elementos de la educación, a sus métodos, a sus modos de organización escolar.

En fin, más allá de la pedagogía aplicada, está el acto de la educación, que es la puesta en acción por cada educador de los conocimientos de la doctrina y de las fórmulas que se enseña la pedagogía, es ciencia y reflexión práctica, técnica y arte, todo a la vez.

Dentro de la tradición división entre las ciencias positivas y filosóficas, la educación sería objeto de una ciencia intermedia entre ambas, porque permite, por una parte, el estudio empírico de las manifestaciones del proceso educativo.

En síntesis, las principales dimensiones que presenta el estudio del proceso educativo:

1. La educación es una tarea práctica. No tendría sentido el saber educativo que no desembocara en la aplicación de sus conclusiones.
2. El segundo aspecto es su vertiente especulativa. La dicotomía entre lo especulativo y lo práctico resulta siempre falsa.  
3. La tercera deriva en su carácter especulativo. La educación no se contenta con reflexiones sobre su hacer, sino que determina el “debe ser” esto es, se convierte en normativa.

¿EXISTE UNA SOLA O VARIAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN?

La expresión de “ciencia de la educación” fue empleada por vez primera por Julien de París en 1817.

• Un primer grupo considera a la pedagogía  como única ciencia de la educación. Todas las demás ciencias relacionadas con la educación serian simples ramas de aquella y por tanto son denominadas “ciencias pedagógicas”.
• Otro grupo de autores, si bien consideran a la pedagogía como ciencia general de la educación, no tienen inconveniente en admitir la existencia de otras “ciencias de la educación”.

Las llamadas ciencias de la educación no pueden ser consideradas independientemente de la pedagogía.

En un tercer nivel podemos citar a quienes admiten la existencia de un conjunto de ciencias relacionadas con la educación. El denominador común de las ciencias de la educación directa o indirectamente, aunque no la tenga como objeto especifico de estudio.

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