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Monitore Del Manejo Reproductivo Del Ganado Lechero


Enviado por   •  19 de Febrero de 2014  •  6.763 Palabras (28 Páginas)  •  248 Visitas

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MONITOREO REPRODUCTIVO DEL GANADO LECHERO

Daniel Val Arreola

INTRODUCCION

En la actualidad la ganadería bovina, en particular la de leche, están bajo una gran presión debido a la caída en el precio del litro de leche y animales. Por lo que es lógico el buscar alternativas para reducir costos e incrementar la eficiencia de la unidad de producción. La estrategia más utilizada es la de incrementar la producción de leche por vaca a través de mejores programas de nutrición y mejoramiento genético. Otra alternativa en el caso de unidades más grandes e intensivas es la de “diluir” los costos fijo incrementando el tamaño de hato. Así mismo, en otros contextos se ha buscado incrementar la producción de forrajes en la propia explotación y reducir la dependencia en el uso de concentrados y granos. Sin embargo, aspectos centrados en el manejo reproductivo del hato, aunque no son ignorados por parte del ganadero ni del técnico, en muchas ocasiones no son prioritarios como los aspectos ya antes mencionados. Es reconocido por todos que la eficiencia reproductiva tiene un efecto en la producción de leche por día de lactancia y por día de vida productiva; por otra parte una pobre eficiencia productiva tiene un efecto directo en las políticas de eliminación debido a las altas tasas de desecho involuntario. Lo anterior significa que el hato tiene altos costos de depreciación de animales y una baja tasa de mejoramiento genético.

El propósito de este trabajo es dar una panorámica sobre los enfoques que permiten valorar el manejo reproductivo y la consecuente eficiencia reproductiva alcanzada. Se hará énfasis particularmente en ganado lechero, aunque también se señalarán algunos aspectos asociados a ganado de carne. Pero en particular se buscará hacer énfasis en la importancia del manejo de la información generada de registros confiables, y su efecto en la toma de decisiones que permitan mantener la viabilidad de la unidad de producción como empresa.

EL CICLO DE PRODUCCION Y REPRODUCCIÓN EN EL GANADO LECHERO

Una vez que la vaquilla ha alcanzado su primer parto, el ciclo anual de producción da inicio. El objetivo primario de dicho ciclo es que el animal produzca la máxima cantidad de leche con la mejor calidad posible en función de la cantidad y calidad del alimento que se le ofrezca; el segundo objetivo es que la vaca este gestante de nueva cuenta para que pueda tener su parto el próximo año en la misma época (Esslemont et al., 1985). El primer objetivo es que obtiene la mayor atención tanto por parte del ganadero como del veterinario, y los cambios realizados se reflejan de una manera más inmediata y son medibles en cuanto a producción de leche se refiere. El segundo punto aunque no necesariamente se considera de menor importancia, según es señalado por (Esslemont et al., 1985), los efectos de las decisiones tomadas no son evidentes en el horizonte inmediato y por lo tanto son difíciles de vislumbrar y cuantificar. En este sentido, es frecuente evaluar la funcionalidad de este ciclo productivo en un tiempo pasado, es decir, ya que los problemas o beneficios derivados de estrategias elegidas ya ocurrieron.

Figura 1. Relación de los ciclos productivos y reproductivos en el ganado lechero

En la Figura 1 se muestra una representación del ciclo productivo y su relación con el ciclo reproductivo. Considerando que una vez que la vaquilla ha parido esta inicia su producción de leche alcanzando su máximo nivel más o menos a los 35 – 50 días posparto, para después ir disminuyendo a una tasas de 1.5 – 2.5 % por semana hasta que el animal finaliza su lactancia. La forma y característica de la curva de producción de leche dependerá del número de parto y el mes de parto, sin embargo el nivel de producción dependerá de la calidad y cantidad de alimento ofrecido. Cada ciclo productivo inicia con un parto, por lo que el punto más crítico en este ciclo es el momento en que la vaca concibe, porque de este evento dependerá la en patrón de producción en el próximo parto. Por lo general se acepta como un ‘ideal’ biológico que un intervalo entre parto sea de 365 días, en primer lugar porque cuando se alcanza la máxima productividad por lactancia, y segundo (y principalmente en el caso del ganado de carne y todos aquellos explotados en sistemas extensivos), la vaca continuará teniendo su parto en el mismo periodo en el próximo año, por estas razones los intervalos entre partos ‘ideales’ son de 12 meses (Call, 1978).

Considerando un periodo de gestación de aproximadamente de 282 días y el intervalo entre partos de 365 días, ya antes señalado; la vaca tendrá un periodo de aproximadamente 83 días para volver a quedar gestante, en donde la mayoría de las explotaciones lecheras manejadas un determinado grado de intensidad buscarán gestar sus vacas antes de estos 83 días. Por tal motivo, es un asunto de suma relevancia la capacidad que se tenga de identificar aquellos animales que estén en estro, para efectos de que sea servida, particularmente cuando se emplea la inseminación artificial (Mosielele, n/a). Esta tarea se dificulta sino se cuenta con una técnica de detección de estros adecuada. En la mayoría de los casos las vacas se empiezan a servir a los 42-50 días posparto (considerando que no hay complicaciones posteriores a éste), por lo que un objetivo común es que el promedio de días del periodo parto-1er. Servicio sea de aproximadamente 65 días y es factible que la gran mayoría de las vacas puedan concebir en promedio 83 días post-parto (Call, 1978).

Aún bajo condiciones óptimas de tasa de detección de calores y tasa de concepción, hay un cierto grado de variación cada año en torno a la meta de 365 días. Aquellos animales que no han logrado concebir dentro de la ventana de tiempo de 83 días post-parto, sólo hay dos decisiones que deberán de tomarse: i) se decide seguir sirviendo a ese animal ó, ii) se desecha porque falla al quedar gestante en el tiempo señalado ó porque está vacía e improductiva por un periodo de tiempo muy prologado. Al final de la lactancia las vacas normalmente no se ordeñan por un periodo de “secado” que varía entre 50 a 60 días previo a su próximo parto. Dicho periodo seco es importante para la vaca por las siguientes razones:

i. Se reponen nutrientes corporales perdidos durante la lactancia

ii. Se repone y se repara el tejido secretor de la ubre

iii. Permite al feto tener su mejor tasa de desarrollo de la gestación

iv. Ayuda a acumular

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