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Relacion Entre La Practica Y La Teoria

adrianao715 de Julio de 2013

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La teoría en la práctica educativa

Luis Gerardo Meza Cascante

La distancia entre la teoría y la práctica que todo el

mundo deplora es, en la actualidad, endémica

dentro de la perspectiva de que la teoría de la

educación puede elaborarse en contextos teóricos

y prácticos diferentes del contexto teórico y

práctico en el que se pretende aplicar.

Wilfred Carr

Resumen

En su obra "Una teoría para la educación. Hacia

una investigación educativa crítica" Wilfred Carr

intenta demostrar que la brecha entre la teoría y la

práctica educativa no se debe a estos supuestos,

sino "que las distancias entre la teoría y la práctica

están totalmente inmersas en los fundamentos

conceptuales sobre los que se ha construido el

conjunto de la práctica de la teoría de la educación

y que solo se eliminarán retirando algunos

supuestos básicos dudosos en cuyos términos se han entendido siempre la teoría de

la educación y su relación con la práctica".

Tomando como fundamento los planteamientos de Carr en la obra citada, me intereso

en este trabajo por destacar sus ideas más relevantes y reflexionar sobre los alcances

en nuestra realidad educativa.

Introducción

La relación entre teoría y práctica educativa ha recibido mucha atención. Para Carr,

como tema de discusión y debate, la relación entre la teoría de la educación y la

práctica educativa ha recibido más atención que la mayoría de los temas.

Lamentablemente, como concluye este autor, a pesar de la gran cantidad de

publicaciones sobre el tema la mayoría de los educadores siguen pensando que la

teoría educativa es "jerga" incomprensible que no tiene nada que ver con sus

problemas y preocupaciones.

Para unos teóricos la brecha que se observa entre la teoría y la práctica educativa se

debe a la ignorancia, la apatía o la indiferencia de los docentes. Otros, convencidos de

que su "jerga" es difícil de comprender y sosteniendo que la relevancia práctica de sus

teorías no siempre es evidente, creen que la brecha entre la teoría y la práctica se

puede salvar mediante la introducción de estrategias que traduzcan a los profesores

las teorías relevantes y los convenzan de su valor práctico.

Qué entendemos por práctica educativa

Aunque parezca paradójico no es fácil dar una definición de lo que debe entenderse

por práctica educativa. Como dice Carr, "resulta sorprendente descubrir que los

filósofos de la educación que defienden de buena gana el sentido de "teoría de la

educación" parecen reacios a discutir cómo ha de entenderse el concepto de práctica

educativa".

Tal vez una parte de los estudiosos asuman la posición de ver el concepto de práctica

educativa como un término primitivo, al estilo de los matemáticos, del cual se asuma

que se conoce lo suficiente por las relaciones que guarda con otros conceptos, que no

se definen explícitamente al carecerse de otros términos previos y precisos que

puedan ser utilizados en tal definición. O, tal vez, otras personas estimen que es

innecesario definir lo que es evidente, pues asumen que la "práctica educativa" es algo

que resulta claro y evidente para todo el mundo. A Carr le queda la sensación de que

se asume que el significado de "práctica educativa" es tan rotundo y claro que

podemos quedarnos tranquilos con nuestras ideas de sentido común cuando usamos

la expresión en las discusiones y debates sobre la educación.

Pienso que posiciones como las esbozadas anteriormente encierran ciertos peligros,

como el que señala Carr cuando afirma que "podríamos esperar que cualquier

investigación filosófica sobre el significado de práctica educativa que se centrara solo

en la forma actual de utilización del concepto, fuese incapaz de detectar los puntos

débiles heredados que contuviera nuestro concepto actual".

Como Carr considero que nuestro concepto actual de práctica educativa constituye el

producto final de un proceso histórico a través del cual un concepto más antiguo,

amplio y coherente ha ido sufriendo transformaciones y modificaciones graduales.

Kemmis, en el prólogo de la obra de Carr, aclara este punto. En efecto, nos dice: "

Para el profesor en ejercicio, ¿puede haber alguna idea más inocente, más

transparente, más familiar que la de "práctica"? Es lo que hacemos. Es nuestro

trabajo. Habla por sí misma –o, al menos, eso pensamos. Pero hay otro punto de vista:

la práctica no "habla por sí misma". Según esta perspectiva alternativa, la práctica

educativa es algo que hacen las personas. La práctica educativa es una forma de

poder; una fuerza que actúa tanto a favor de la continuidad social como del cambio

social que, aunque compartida con otros y limitada por ellos, sigue estando, en gran

medida, en manos de los profesores".

Importancia de comprender la propia visión de los

educadores

Para Carr es evidente que la práctica educativa no se trata de una especie de

conducta robótica que el docente lleva a cabo de manera completamente inconsciente

o mecánica. Es una actividad intencional, que el docente desarrolla en forma

consciente, que solo podemos comprender adecuadamente si consideramos los

esquemas de pensamiento, las más de las veces implícitos, en cuyos términos otorgan

sentido a sus experiencias los educadores.

Por tanto, sostiene que "los educadores solo pueden llevar a cabo prácticas

educativas en virtud de su capacidad para caracterizar su propia práctica y para

hacerse idea de las prácticas de otros partiendo de la base, por regla general implícita,

de un conjunto de creencias relativas a lo que hacen, de la situación en la que actúan

y de lo que tratan de conseguir".

Asimismo, indica que una práctica educativa es también social y que, en

consecuencia, el esquema teórico de un docente individual no se adquiere en forma

aislada. Se trata, más bien, de una forma de pensar que se aprende de otros colegas y

se comparte con ellos, que se conserva a través de las tradiciones de pensamiento y

práctica educativos en cuyo marco se ha desarrollado y evoluciona. En otras palabras,

dice Carr, los esquemas teóricos de los profesionales de la educación tienen una

historia: son formas de pensar heredadas en las que deben iniciarse los profesionales

para que lo que piensen, digan y hagan se estructure de forma inteligible y coherente.

Carr visualiza un de tipo de teoría de la educación que se caracteriza porque nace del

reconocimiento del hecho de que los problemas que trata de afrontar solo los plantean

y pueden resolverlos los profesionales de la educación.

De acuerdo con lo anterior, estima inadecuado que los teóricos de la educación

consideren a los docentes como objetos susceptibles de inspección teórica o como

clientes que acepten y apliquen soluciones teóricas. En cambio, dado que la

experiencia práctica de los docentes constituye el origen de los problemas que se

debe considerar, debemos reconocer el carácter imprescindible de la participación de

los educadores en la tarea teórica.

En consecuencia, reconoce que el éxito de la teoría de la educación depende por

completo de la medida en que pueda estimularse a los profesores para que conozcan

y comprendan de forma más perfeccionada y eficaz sus propios problemas y prácticas.

Posiciones sobre la relación teoría y práctica educativa

Ha tenido gran preponderancia la posición que asume y estimula una especie de

división del trabajo: por una parte los teóricos de la educación construyendo teorías y

por otra, los docentes poniéndolas en práctica. Esta posición ha encontrado sustento

en concepciones dominantes de la ciencia. En efecto, como plantean Dobles y sus

colegas (1998 ), muchas veces, en nombre de la "ciencia", se pudieron haber

cometido grandes torpezas, considerando el saber como propiedad exclusiva de "la

ciencia". Se consideró, agregan, a la ciencia como única dueña de la verdad; en

consecuencia, se dejaba la idea de que las personas más cercanas a la práctica

educativa, no tenían nada que decir de su cotidianidad, de cómo realizar ciertas tareas

y por qué hacerlo ni estaban calificadas para enriquecer esa "ciencia" o hacer también

ciencia desde una perspectiva diferente.

Carr describe y analiza tres formas de concebir la relación entre la teoría y la práctica

educativa, a la vez que aporta su propia visión. La primera, y más corriente, según su

opinión, es entender la relación como de oposición. Según este punto de vista

"práctica" es todo lo que no es "teoría". La "teoría" se ocupa de generalizaciones

universales e independientes del contexto; la "práctica" se refiere a los casos

particulares y dependientes del contexto. La teoría trata de ideas abstractas;

...

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