Una nueva Lectura: Metanoia en Atención Temprana

Lectura: Metanoia en atención temprana: transformación a un enfoque centrado en la familia

La Atención Temprana ha pasado de un enfoque centrado únicamente en el niño con déficit o discapacidad a considerar también a la familia y a su entorno. Este enfoque, el Enfoque Centrado en la Familia (EFC), se detalla en el artículo de McWilliam (2016), del que hablaré.

El Enfoque Centrado en la Familia

La familia se concibe como recibidora y dadora de intervención y, por este motivo, se la sitúa en el centro de la intervención, juntamente con el niño. De hecho, los profesionales no sólo deben interactuar con la familia, sino más bien darles apoyo y brindarles oportunidades para que tomen decisiones significativas sobre la intervención. Así pues, la relación que se establece entre el profesional y la familia es de colaboración. Además, enfatiza la necesidad de aprovechar las oportunidades de las actividades cotidianas del niño y la familia. En definitiva, este paradigma engloba a un conjunto particular de principios, valores y prácticas para apoyar y fortalecer la capacidad familiar para mejorar y promover el desarrollo y aprendizaje del niño (Dunst, 2002). Es decir, su objetivo principal es el empoderamiento de la familia fomentando su capacitación y autonomía y mejorando la calidad de vida.

El Modelo Basado en Rutinas

Partiendo de este marco, McWilliam ha desarrollado el Modelo Basado en Rutinas (RBI) que se concreta en 7 componentes:

1. Comprensión de la ecología familiar a través del ecomapa, un diagrama que indica la fuerza de los apoyos formales e informales que recibe la familia.

2. Evaluación funcional de las necesidades del niño y la familia con la Entrevista Basada en Rutinas (RBI) que permite analizar el funcionamiento cuotidiano del niño y de sus familiares, establecer una relación positiva con la familia y ayudarles a elaborar una lista funcional de metas (Boavida & Aguiar, 2016).

3. Establecimiento de 6-12 objetivos funcionales basados en la participación o familiares.

4. Uso de un proveedor de servicios primarios, un profesional de referencia que atiende las necesidades de la familia. Si es necesario, otros profesionales participan en las visitas.

5. La intervención se da en entornos naturales o ambientes lo menos restrictivos posible para evitar la segregación y garantizar objetivos generalizables.

6. Consulta familiar, en la que la familia y el profesional conjuntamente establecen cual es el problema, deciden la intervención y evalúan el éxito de ésta.

7. Asesoramiento colaborativo en las clases. Se trabaja con el personal docente con el objetivo de aumentar su capacidad de intervención con el niño.

Finalmente, se debe evaluar la intervención, tanto durante el proceso, principalmente con listas de verificación, como los resultados obtenidos en el niño, la familia y dentro del aula.

El Modelo Basado en Rutinas y la Atención Temprana

Por una parte, el RBI se puede enmarcar dentro de la Atención Temprana (AT), ya que considera el contexto social y familiar y aboga por la inclusión del niño en su entorno natural (GAT, 2005). En él influye el modelo ecológico de Bronfenbrenner en considerar no sólo el entorno inmediato del niño, o microsistema, sino todos los otros sistemas, que afectan

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