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ENSAYO DE COTIDIANIDAD EN MI PRÁCTICA DOCENTE


Enviado por   •  12 de Febrero de 2012  •  1.419 Palabras (6 Páginas)  •  5.744 Visitas

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ENSAYO: “LA COTIDIANIDAD EN MI PRACTICA DOCENTE”

• INTRODUCCIÓN

La cotidianidad dentro del aula es un aspecto que aunque muchas veces no nos damos cuenta que forma parte de nuestra vida diaria ahí está. Entonces este trabajo está hecho con la finalidad de reflexionar sobre las cosas que los docentes realizamos cotidianamente.

Cabe mencionar si en verdad interesa o me sirve de algo tener cotidianidad en mi labor docente, igual es importante señalar lo que creo en mi opinión que se debe cambiar dentro de la cotidianidad, lo que siento que de plano no me está ayudando en nada y sólo esta haciendo mi práctica como rutinaria.

• DESARROLLO

Hablar de cotidianidad es hablar de todas las cosas que pasan diariamente, que son constantes y muchas veces no se pueden cambiar, e incluso ni si quiera nos percatamos de ellas porque son acciones que día con día se repiten. Heller sostiene que el hombre nace ya inserto en su cotidianidad (Heller, 1970, 41)

Al hablar de mi trabajo dentro de la escuela puedo mencionar muchas cosas cotidianas pero que realmente nunca las he tomada en cuenta o bien ni siquiera me percato que las hago, pero ahora reflexionando y entrando en detalles sobre la cotidianidad dentro de la escuela me puedo dar cuenta de las cosas, de las acciones, de los movimientos que hago y que muchas veces no les prestó atención pero que en realidad son aspectos que tienen mucho valor más sin embargo no los tomo en cuenta.

Jackson (1975) señala que la asistencia de los niños a la escuela es una experiencia tan común en nuestra sociedad que los que nos quedamos mirando cómo se van, rara vez nos detenemos a pensar qué será de ellos cuando lleguen a sus clases. Desde que entro al plantel realizo cosas que día con día las repito empezando por saludar a los maestros y platicar con ellos, pero esto no únicamente lo llevo a cabo cuando entro, si no que también en la hora de recreo y posteriormente en la hora de salida me despido.

Reflexionando sobre esto, me doy cuenta que al hacer esto diariamente me favorece, porque así mantengo una buena comunicación con los profesores, y de este modo si tengo dificultad con alguna actividad o algo que no pueda resolver, sé que puedo recurrir a ellos con familiaridad, porque tengo confianza gracias a lo cotidiano que hago con ellos.

Elsie Rockwell (1982) nos brinda una rica descripción de las escuelas, él argumenta que: si se mide en tiempo, la experiencia escolar tiene un peso importante en el contexto formativo del niño. Si tomáramos como referencia el tiempo que el niño pasa en la escuela, tendríamos en cuenta cuán importante es la vida escolar para el niño, independientemente de que su aprendizaje le sea útil o no para vivir en el mundo del trabajo.

En mi práctica docente lo primero que realizo al entrar al aula es saludar a mis alumnos y esto es algo cotidiano porque a diario lo hago, aunque realmente a este punto no le encuentro gran importancia ya que muchas veces desde el momento que entro al plantel algunos alumnos corren para saludarte, entonces dar los buenos días es más que nada una costumbre de buenos cortesía, enseguida de esto lo que día a día realizo es pasar lista de asistentes, esto creo que es fundamental desde mi punto de vista porque aunque uno conozca bien a sus alumnos y sabemos quién asistió en ese día o bien quién no lo hizo, pero puede que a lo largo del año escolar no lo recordemos, entonces el pasar lista para mí sería algo importante para llevar un control sobre muchos aspectos aparte de la asistencia, pues ahí puedo registrar participaciones tareas, indisciplina, etc.

Pero no sólo ese tipo de aspectos entran en lo que es lo cotidiano pues durante mi estancia dentro de la escuela y el aula son varias cosas que las puedo calificar como cotidianas, por ejemplo la relación alumno-docente que es algo tan cotidiano que nosotros mismos hemos venido viviendo desde que entramos al preescolar, pero ahora no somos alumnos sino maestros.

Cuando estoy frente a mis alumnos hago muchos gestos, gestos que los estoy haciendo constantemente y que al mismo tiempo transmiten alguna señal al niño. Por ejemplo cuando hay alumnos haciendo otra cosa que no es lo que yo les asigne, lo primero que hago es voltear hacía ellos

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