Fracaso Del Modelo Integrador
marelysmarcano19 de Mayo de 2013
3.628 Palabras (15 Páginas)522 Visitas
MODELO INTEGRADOR
Este modelo es transmisor, igualador capacitador, forjador y formador, está formado por 3 partes que son el respaldo filosófico, objetivos y teoría y los lineamientos de política.
Respaldo filosófico cuyas características principales son la educación centrada en la persona humana, la educación integral, la educación como medio propiciador, el hombre individual y social y el respeto por los valores humanos y nacionales
Sus objetivos son el desarrollo de la inteligencia y fortalecimiento de la voluntad, la educación como transmisora de valores y conocimientos, la educación como medio de promoción y convivencia social, la educación capacitadora para el trabajo y la educación forjadora de futuro
Los alineamientos de política son la promoción de modelos educativos particulares que ayuden al desarrollo de la inteligencia y fortalecimiento de la voluntad, el enfasis de formación en los valores, la canalización de recursos a la investigación y el desarrollo Experimental, la promoción de un vínculo real con la producción, la incorporación de nuevas tecnologías educativas, el desarrollo de docentes, el establecimiento de un sistema general de evaluación desincorporado, la fijación de estándares académicos , la ampliación de los recursos asignados al sector, la vigilancia estrecha de los recursos presupuestales, la competencia por los recursos y la ampliación de la participación de los agentes educativo.
Contexto imperial
es un entorno físico o de situación a partir del cual se considera un hecho.
Doctrina política o estrategia de un estado para expandirse territorial, cultural o económicamente a costa de otros estados generalmente menos desarrollados
Contexto neoliberal
El neoliberalismo, o también conocido como institucionalismo o modelo neoliberal, es un término que se define como aquella teoría política con la que se pretende lograr la máxima reducción de la intervención del Estado. Se encuentra asociado al libre mercado y al capitalismo, en términos económicos. El neoliberalismo es una concepción individualista y egoísta del funcionamiento del estado, donde la libertad total que propugna, transforma a los pobres en esclavos de los ricos, no solo a nivel interpersonal, entre ciudadanos ricos y pobres de un estado, sino interestatal, donde hay estados poderosos y estados de segunda y tercera clase, marginados, y utilizados por los poderosos en pos de sus fines.
1.2.3 Fracaso del modelo integrador en un contexto imperial y neoliberal
Los cambios a largo plazo y gran escala que atraviesan los continentes raras veces ocurren sin profundos procesos de cambios acumulativos y heterodoxos en el nivel de las relaciones de clase de ámbito local, regional y nacional. Del mismo modo la propagación de nuevas ideas, organizaciones, luchas y políticas a través de las fronteras nacionales no es simplemente un proceso de 'comunicación' o una 'revolución tecnológica', sino el resultado de la emergencia de organizaciones políticas que ya comparten perspectivas básicas e intereses con los 'actores principales'.
Durante los años 1990 los regímenes neoliberales patrocinados por EEUU y las economías de Ibero América experimentaron una serie de quiebras, crisis graves y estancamiento crónico. Los fracasos económicos de los regímenes neoliberales generaron la base popular para una nueva oleada de movimientos sociales radicales, que sustituyeron a la generación anterior de partidos electorales de centro izquierda y antiguos radicales de los años 1980 como principales opositores al imperialismo estadounidense. CONAIE en Ecuador, el MST en Brasil, los Cocaleros en Bolivia, los desempleados piqueteros en Argentina, y los Zapatistas de México todos ellos vinculados a movimientos urbanos para desafiar las políticas neoliberales y en algunos casos para derrocar regímenes. Estos movimientos y sus políticas de acción directa extraparlamentaria hicieron detonar el apoyo en las ciudades entre una minoría de sindicalistas militantes.
Si bien los poderes imperialistas - de nuestro tiempo - EEUU y la Unión Europea son incapaces de establecer la hegemonía directa, en sentido estricto, sobre las masas de Ibero América, cuentan con las élites colaboradoras con las que comparten intereses, propiedades y riquezas. Dada la creciente polarización, y la agudización de las crisis políticas y económicas la influencia de la clase dirigente colaboracionista sobre las masas se ha vuelto muy tenue. En este contexto la clase político social crucial que entra para ejercer el poder es la pequeña burguesía por medio de su aparato electoral de partido, su papel en la burocracia estatal y en las organizaciones cívicas, sus estrechos lazos con la burocracia sindical, las ONG y los 'movimientos sociales'. Combinando una 'retórica populista' de ataque al “neoliberalismo” y la “globalización” con un servilismo incondicional a la política electoral, y al orden institucional y legal, esta clase ejerce realmente la hegemonía sobre sectores importantes de las masas durante períodos de tiempo más o menos largos.
Además de los nuevos movimientos de acción popular directa, las guerrillas colombianas (FARC y ELN) aumentaron su control territorial e influencia, rodeando la capital, Bogotá. En Venezuela, un nuevo tipo de política nacionalista que combinó la movilización popular y la polarización de clases, con la política electoral encabezada por Chávez, ganó la Presidencia en 1998 sobre la base de su oposición a la política imperialista estadounidense. Los puntos culminantes de estos movimientos ocurrieron en diferentes momentos de los años 1990 - alcanzando su cénit alrededor de 2001.
En respuesta, Washington aceleró su programa de militarización por una parte, y, por otra parte, ajustó su estrategia política a la promoción y cooptación de una nueva generación de políticos de centro izquierda al servicio de sus planes neoliberales.
La militarización abarca un amplio repertorio de tácticas - incluso dentro del mismo país. En Venezuela, Washington siguió una serie de políticas desde promover un golpe militar, un golpe civil-militar, un cierre empresarial, un referéndum fraudulento y la contratación de fuerzas paramilitares Colombianas para actividades terroristas transfronterizas. Las tácticas ofensivas de Washington fueron derrotadas en todos los casos por una alianza entre los pobres urbanos y las fuerzas militares constitucionales. Los conflictos radicalizaron a las bases populares del movimiento Chávez, aumentaron el nivel organizativo de las bases, llevando a la expansión de los programas sociales, pero no hicieron radicalizar las políticas del régimen hacia los banqueros, industriales o los dueños de los medios de comunicación.
EEUU aumentó inmensamente su ayuda militar al régimen colombiano y a las fuerzas paramilitares del Plan Colombia y amplió sus bases militares por toda la región Andina. Como consecuencia de una política de tierra quemada, el cerco guerrillero de las ciudades principales resultó debilitado y el régimen de Uribe sobrevive apoyado por EEUU. Sin embargo, el Plan Colombia no ha podido infligir ninguna derrota estratégica a las guerrillas, y el nivel de descontento social urbano y rural y la organización social han aumentado.
Paradójicamente, aunque el aumento de las tácticas estadounidenses de militarización no han logrado alcanzar objetivos estratégicos, sus tácticas políticas sí han tenido éxito: El apoyo a Washington por parte de políticos electorales de centro izquierda ha producido varias victorias estratégicas en Brasil, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y muy probablemente en Uruguay en un futuro próximo.
En cada uno de estos países, los poderosos movimientos políticos sociales han sido fragmentados, aislados, divididos y debilitados por el ascenso al poder de antiguos partidos de izquierdas anteriormente considerados aliados de los movimientos. El caso más asombroso es el del régimen de Lula en Brasil, la economía más grande y más importante en América Latina. Da Silva ha proporcionado a EEUU un “régimen de sueño” - dejando aparte un remanente de presupuesto de más del 4,25% para pagar a los acreedores extranjeros, acuchillando pensiones, invirtiendo la legislación laboral, negociando a favor del ALCA, dirigiendo la ocupación militar de Haití para apoyar al régimen títere impuesto por EEUU. Lula prácticamente ha congelado el salario mínimo por debajo del nivel de inflación y ha ampliado la privatización para que incluya la infraestructura básica. Políticas similares han sido puestas en práctica por los seudo populistas Gutiérrez en Ecuador, Toledo en Perú, y Mesa en Bolivia.
En Argentina el régimen conservador moderado de Kirchner ha neutralizado y ha dividido al movimiento piquetero, contuvo la privatización radical y las políticas de libre comercio implementadas por sus precursores, al tiempo que proporcionaba repartos de subsistencia al enorme ejército de desempleados y concedía pequeñas subidas a los jubilados empobrecidos.
La estrategia estadounidense y de las derechas nativas se desenvuelve en varios frentes. En el caso de Bolivia alentando su balcanización. En Ecuador, en aprovechar la cuña de las FARC, para enfrentar a su gobierno con Colombia. En Argentina, alentando a la oligarquía agroexportadora a confrontarse con el gobierno de Cristina Fernández, para debilitar la economía y su base de apoyo popular, así como para aislarla de los gobiernos de la región más radicales. En cuanto a Venezuela la estrategia consiste
...