JOHN HOLT “EL FRACASO DE LA ESCUELA”

JOHN HOLT “EL FRACASO DE LA ESCUELA”

1. El auténtico aprendizaje.

La escuela= cárcel para niños.

La escuela debería de ser una fuente de aprendizaje libre e independiente que puede utilizar cualquier persona de la comunidad.

El verdadero aprendizaje, el permanente y útil, surge de la experiencia, intereses y preocupaciones del que aprende.

La sociedad le ha pedido a la escuela demasiadas cosas, que tradicionalmente las ha desempeñado la sociedad.

1. Transmitirle las tradiciones y valores superiores de nuestra propia cultura.
2. Familiar a los niños con el mundo en el que viven.
3. Prepararlos para el trabajo, y si es posible, para el triunfo.

El origen del problema se encuentra en que, a la escuela se le asignan demasiadas funciones que no son propias ni exclusivamente suyas.

Distinción entre trabajo y educación arbitraria, poco realista e insana; no se debe negar a un niño la oportunidad de desempeñar una tarea útil.

2. Un poco de aprendizaje.

La teoría sobre el conocimiento y aprendizaje de la época, Holt la consideraba errónea. Decía que el aprendizaje y adquisición de conocimientos de un niño atraviesa tres exámenes:

1. Conoce sólo lo que percibe, sólo la realidad inmediata ante él.
2. Ha recopilado muchas impresiones sensoriales del mundo, el niño es consciente de la existencia de cosas más allá de las que ve a través de los sentidos.
3. Más avanzada. Expresa su comprensión del mundo en palabras y símbolos.

Holt encuentra fundamentalmente erróneas estas teorías como la de Piaget. Los niños mayores “responden bien” porque han aprendido a resolver los problemas a través de una fórmula verbal. Piaget concluía que los niños menores de una determinada edad eran incapaces de comprender la idea de conservación, pero por su parte Holt pensaba que el problema era la comprensión ente Piaget y el niño. Por ejemplo “más larga” un niño lo interpreta como “la que sobresale” o “¿Hay más?” para un niño quiere decir parece que hay más.

Uno de los grandes problemas de la escuela es que las palabras de oyen los niños, no contienen ningún significado no verbal y por tanto no aportan nada a su conocimiento; sirven para confundirlos. Algo así como no hay conocimiento si conocer antes de lo que hablamos, de una manera práctica.

Los teóricos anticuados dicen que debemos enseñar hechos, mientras que los reformadores dicen que debemos enseñar conceptos. Según Holt, ambos grupos intentan implantar ristras de palabras en la cabeza se los niños. Los reformadores defenderían que solo tendríamos que  conocer “ideas maestras” que facilitan el aprendizaje del resto de ideas, frente a Holt que defiende que cada uno de nosotros debemos de forjar nuestras ideas para explicar el mundo a nuestro aire, no habrá nunca dos personas que lo hagan del mismo modo.

Los niños muchas veces dan respuestas erróneas a las preguntas porque no han llegado a comprenderlas, pero la mayoría de las ocasiones, el problema es que no entienden la naturaleza y el objetivo de las preguntas en general.

Una pregunta tiene el objetivo de encauzar al niño a la búsqueda o invención de una respuesta, pero por su contrario, distrae su atención en lugar de encauzarla en el determinado problema.

Los nuevos reformadores educativos no logran ver las cosas más claras debido a que tienden a hablar antes de haber mirado bien, y sus teorías obstruyen tanto su visión como la de los demás. El sistema educativo no necesita ni la confección de nuevos planes educativos ni medios prepotentes y costosos, lo que necesita es convertir el aula en un lugar distinto.

3. Las escuelas son lugares nefastos para los niños

Por supuesto, no todas las escuelas son iguales, algunas son buenas y otras no lo son tanto. Pero casi todas las personas relacionadas (profesores, planificadores, administradores…) se sienten insatisfechos con las escuelas tal y como están. La escuela tradicional, como un lugar nefasto para los niños.

Algo muy alarmante es que la crueldad aún está presente en las aulas. En colegios de niños pobres, puesto que los padres ricos no toleran este tipo de comportamientos. Pocas personas dedicadas a la enseñanza se atreven a defender abiertamente la crueldad contra los niños. Los niños no pueden defenderse porque desconocen lo que le hacen y quien se los hace, creen que lo hacen por su bien.

Los niños antes de entrar en la escuela son más listos, más curiosos, menos asustadizos ante los desconocidos, mejores de ductores y averiguadores, más seguros, llenos de recursos, tenaces e independientes. Antes de entrar en la escuela, ya aprenden solos el lenguaje.

¿Qué enseñan en la escuela?

1. Que el aprendizaje es algo al margen de la vida “venís a la escuela a aprender” como si los niños no hubieran aprendido antes.

En la escuela se llega a pensar que el aprendizaje es algo pasivo, algo que te hacen, en lugar de algo que haces por ti mismo. El niño piensa que no vale nada, solo para obedecer normas y órdenes.

Se da importancia únicamente a lo que dicen los profesores, por lo que el niño aprende a no formular preguntas, que el profesor no está para satisfacer su curiosidad. Además, de que es un delito equivocarse, por eso los alumnos aprenden a mostrarle cosas a los profesores que no saben “aprenden a engañar”. También a escaquearse y aburrirse; lo que convierte el colegio en una ESCLAVITUD PRÁCTICA.

Aprenden que todo ser humano es el enemigo natural de los demás. Los educadores y las universidades han convertido la educación en un juego, por el que un ganador hay aproximadamente veinte perdedores.

Además de resultar aburrida, la escuela es casi siempre fea, inhóspita e inhumana.

Se debería de abolir el sistema de asistencia obligatoria a la escuela. Las leyes sirvieron en un pasado para proteger los derechos de los niños a la educación, contra los abusos de los adultos que pretendían explotar su trabajo.

Pero, hoy en día esas leyes no ayudan a nadie, ni a la escuela, ni profesores ni mucho menos alumnado. Un niño que no quiere estar en clase además de no aprender dificulta la enseñanza de los demás.

Si la escuela no fuese obligatoria, aun así los niños acudirían a ella porque:

1. Es allí donde tienen más posibilidades de hacer amigos.
2. La escuela ya no sería como ahora, habría que transformarla en un lugar donde a los niños le gustase estar.
3. Los niños que no quieran ir al colegio, encontrarían otra cosa que hacer.

Para mejorar la escuela deberíamos:

1. Introduce el mundo real en la escuela.
2. Poner en contacto con los alumnos a muchas más personas que no sean exclusivamente profesores o maestros.
3. Añadir profesionales (pintores, escultores…) a la escuela para realizar coloquios y que hablen a los niños sobre los problemas de su profesión.
4. Fomentar el trabajo en equipo, así aprenderán de sus errores.
5. Dejemos que sean los niños quienes juzguen sus propios errores, y que comparen con sus compañeros para corregirlos.
6. La tarea del educador es ayudar al niño cuando este confiese que no sabe cómo resolver un problema.
7. Olvidar exámenes y calificaciones.

En la escuela creamos borregos: tímidos, dóciles, manipulables…

4. Una lucha a muerte.

En la escuela los alumnos están sometidos a una gran presión, pero la escuela es una víctima inocente de padres ansiosos y ambiciosos pero también de la demanda competitiva de la sociedad.

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