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La Educación Superior Y La Sociedad


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  10.389 Palabras (42 Páginas)  •  374 Visitas

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Introducción.

El mundo está cambiando de un modo constante. Con la globalización, estos cambios se manifiestan al observar que la sociedad es mucho más dinámica y competitiva, demandando que las nuevas generaciones estén mejor preparadas para afrontar los retos personales y colectivos del sigloXXI.

Los jóvenes tienen la necesidad de estudiar una carrera, que pueda proporcionarles los medios necesarios para subsistir en esta sociedad. Pero, desde mi punto de vista no tienen la orientación ni los medios suficientes para escoger aquella con la cual puedan satisfacer sus necesidades y adquirir la autonomía para enfrentarse y solucionar los problemas que surgen en ese mundo globalizado que exige una explotación de conocimientos y competencias en el individuo.

El nuevo milenio está asociado con un profundo proceso de transformación social. La sociedad del conocimiento transita hacia un contexto donde la disponibilidad, el acceso y la aplicación del conocimiento se han vuelto el recurso más valioso en la promoción de oportunidades y el motor del desarrollo económico y social en el mundo contemporáneo.

La mayoría de los estudiantes en su entorno inmediato, no cuentan con las bases y herramientas suficientes para poder integrarse con éxito a las instituciones de nivel superior y sostenerse en ellas. De allí la necesidad de preguntarse: ¿cuál es la barrera que impide que nuestros jóvenes sean competentes y desarrollen sus potencialidades como estudiantes?¿Estarán destinados nuestros futuros profesionistas a ser explotados como mano de obra barata en las maquiladoras? ¿Qué tanto pueden influir los docentes en su formación? Y ¿Cómo es esa formación en este nivel educativo? ¿Nos interesa formar individuos capaces de valerse por sí mismos? ¿Estamos los docentes preparados para solucionar los problemas que enfrentan los alumnos en su diario quehacer de aprendizaje?

Por estas razones es importante que nuestra labor docente centre la atención en los estudiantes y en sus procesos de aprendizaje porque se requiere generar su disposición y capacidad por aprender, desarrollando habilidades superiores del pensamiento, para solucionar problemas, pensar críticamente, comprender y exponer situaciones desde diversas áreas del saber, manejar información, innovar y crear en distintos órdenes de la vida.

En este horizonte es necesario que el papel del docente, tenga como punto de partida, una proyección hacia el futuro, ya que es fundamental en tanto educa y forma a las personas que quiere el país para su desarrollo político, económico, social y cultural, porque será a través de una buena educación de calidad comprometida con la sociedad del conocimiento; que se sienten las bases de lo que los mexicanos buscamos entregar a las generaciones futuras; no cualquier México sino el mejor que esté a nuestro alcance.

La educación superior y la sociedad.

El papel del docente de educación superior en la sociedad globalizada.

La educación debe favorecer e impulsar el desarrollo cognoscitivo del alumno, mediante la promoción de su autonomía moral e intelectual. Educar es crear hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente de repetir lo que han hecho otras generaciones: hombres que sean creativos, inventivos y descubridores; formar mentes que puedan criticar, que puedan verificar, y no aceptar todo lo que se les ofrezca. Educar es lograr un pensamiento racional, pero al mismo tiempo la autonomía moral e intelectual de los educandos.

Entonces ¿Cuál es el papel del docente de educación superior en la sociedad globalizada? El docente deja el tradicionalismo y se convierte en un promotor del desarrollo y de la autonomía de los educandos, debe conocer con profundidad los problemas y características del aprendizaje operatorio de los alumnos y su desarrollo cognoscitivo en general. El papel fundamental del profesor es promover una atmosfera de reciprocidad, de respeto y autoconfianza para los estudiantes; dando oportunidad para el aprendizaje autoestructurante de los educandos.

El maestro debe reducir el nivel de autoridad en la medida de lo posible, para que el alumno no se sienta supeditado a lo que él dice cuando intente aprender o conocer algún tema en específico y no se fomente en él la dependencia y la heteronomía moral e intelectual. Para que el docente ponga en práctica esta filosofía, debe abandonar sus viejos papeles y prácticas tradicionalistas, de manera paulatina. En este sentido, es necesario que el nuevo docente de educación superior, explore, descubra y construya esa nueva forma de pensar la enseñanza; pues de lo contrario, solo acatara ordenes institucionales para cubrir un cierto plan constructivista sin actuar en congruencia con él. Es importante subrayar que el docente deberá diseñar sus planes de trabajo y prácticas docentes, enriqueciéndolas con su propia creatividad y vivencias particulares. El docente responsable es maestro, con vocación de servir, de dar lo mejor de él cada día. Cada momento de su práctica docente lo hace como si fuera el último de su profesión; se entrega y busca contagiar esa dinámica que adquiere por compromiso social; vive como maestro, se comporta como tal, y hasta viste como maestro. Ese es el imperativo, que juega el papel del docente de educación superior.

Vivimos en América Latina, donde la desigualdad en todos los sentidos se manifiesta día a día en sus habitantes. En México nuestro mágico país esa desigualdad es muy notoria. Cada día hay más pobres entre los pobres y más ricos entre los ricos; cada día las desigualdades se hacen más crecientes pues es muy difícil el acceso y permanencia en las instituciones educativas de nivel superior, lograr conseguir un trabajo bien pagado, el acceso a las tecnologías de la información y comunicación y sobre todo la marcada posición del influyentísimo político.

Las condiciones de miseria extrema que predominan a lo ancho y largo del país hacen una contradicción de lo que presumen nuestras autoridades, las cuales siguen al pie de la letra las recomendaciones de la OCD Y LA UNESCO; en el sentido de que en México se reconoce la equidad en la educación ya que constituye uno de los componentes irrenunciables de la calidad educativa. La verdad es muy distante al discurso; pues no se toma en cuenta la gran diversidad en la sociedad, sus manifestaciones lingüísticas, sociales, culturales, de capacidades, de ritmos y estilos de aprendizaje. No se puede dar lo que no se tiene, se debe partir de una realidad para llegar a la equidad

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