La Gestión Educativa y La Educación de Calidad.

LA GESTIÓN EDUCATIVA Y LA EDUCACIÓN DE CALIDAD.

No es un secreto que El Sistema Educativo Nacional se encuentra sumergido en una profunda crisis, situación que sin duda alguna preocupa a muchos sectores de la sociedad hondureña.

Es posible afirmar que la educación en Honduras es administrada por un sistema poco eficiente, que en lugar de eliminar el notorio fracaso, lo disfraza bajo el supuesto de educación de calidad, claro está que unas estadísticas manipuladas son el reflejo de una realidad que quiere ocultarse.

Al respecto  La (Ley Fundamental de Educación, 2012) plantea de forma interesante que  la calidad de la educación es el logro de aprendizajes relevantes y pertinentes en los ámbitos del conocimiento, valores, prácticas sociales y requerimientos del mundo del trabajo, de acuerdo al nivel de desarrollo de los educandos y a los objetivos trazados por el Sistema Nacional de Educación, para adquirir el perfil de ciudadano que necesita el país (Pág. 3, artículo 13).

Sin embargo, es sabido que la educación de calidad en Honduras en un derecho de pocos, “sólo para aquellos que pueden pagarla”, modelo que con claras intenciones hace que la brecha que separa los favorecidos de los demás, cada día sea más amplia.

Desde esta perspectiva, se puede deducir que los esfuerzos que se hacen por alcanzar una educación de calidad en el país, tienen poco efecto, pues, esta situación está plagada de dificultades y surge la interrogante ¿cómo lograr una educación de calidad?, que sea capaz de aportar resultados visibles  desde y para las instituciones educativas.

En el marco de la educación (Gento Palacios, 1996) afirma que si “la finalidad esencial de las instituciones educativas parece ser el impulso y orientación de la educación en sus propios alumnos, en consecuencia una institución educativa de calidad es aquella en la que sus alumnos progresan educativamente al  máximo de sus posibilidades y en las mejores condiciones posibles”

Al respecto (Mortimer, 1991) señala que la escuela de calidad es aquella que promueve el progreso de los estudiantes en una amplia gama de logros intelectuales, sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su nivel socioeconómico, su medio familiar y su aprendizaje previo.

Por muchos es conocido el bajo aprovechamiento de los estudiantes que egresan de la educación básica y luego de los demás ciclos, sin embargo la intención no es señalar culpables, sino la urgente búsqueda de una política educativa que se interese por las necesidades reales de los centros educativos y elevar desde ellos la calidad de los aprendizajes en los estudiantes.

En este contexto conviene plantear algunas preguntas ¿Cómo lograr que las instituciones funcionen correctamente en su papel educativo?, ¿Qué es necesario implementar en el quehacer educativo para elevar los niveles de los aprendizajes en los estudiantes?, ¿Cómo hacer para que las instituciones logren integrar toda la comunidad y  funcionen eficientemente?, estas interrogantes de muchas que podrían plantearse, deben generar líneas de reflexión sobre lo que necesita cada centro educativo, especialmente en estos tiempos de cambios acelerados y crisis educativa y retomar el liderazgo con firme decisión contribuyendo efectivamente a la mejora de la educación, situación que muchos conocen como “Gestión Educativa”.

La Gestión Educativa no es un término nuevo, sin embargo es un tema que pocos conocen a profundidad, pues muchos centros educativos confunden la gestión con administración financiera y que nada tiene que ver con acciones pedagógicas.

Según (Morel, judith Susana et al, 2011) introducir el modelo de Gestión Educativa en la escuela es relativamente nuevo. Su impulso en la región latinoamericana ha tenido lugar en el marco de diversas experiencias de modernización de los sistemas educativos. Las nuevas relaciones que se dan entre la escuela y la comunidad así como los acelerados cambios en el mundo laboral, han obligado a replantear las estrategias de conducción de las instituciones educativas.

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