Anteproyecto del diseño curricular

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DR. LEONEL VIGARAY NAVA.

DOCTORANTE: JOSE AGUSTIN NAVARRETE CHAVEZ.

TRABAJO: ANTEPROYECTO DEL DISEÑO CURRICULAR.

INTELIGENCIA EMOCIONAL

INDICE.

INTRUDUCCIÓN……………… ………………………………………………………………..3

FACTIBILIDAD ..………………………………………………………………………………...4

COMPETENCIAS EMOCIONALES ...………………………………………………….…5

PROPOSITOS GENERALES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ………….…6

ENFOQUE PEDAGOGICO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ………………7

ORGANIZADORES CURRICULARES …………………………………………………….8

PROYECCION PERFIL DE INGRESO Y PERFIL DE EGRESO ……………………10

ESPACIO CURRICULAR…………………………………………………………………..…11

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES…………………………………………………….13

METODOLOGIA……………………………………………………………………………….16

CONTENIDOS..…………………………………………………………………………………18

BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………………………..19

INTRODUCCIÓN

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones y las de los demás, así como de utilizarlas de forma adaptativa en las diferentes situaciones de la vida. Esta capacidad es fundamental para el desarrollo personal, social y académico de los niños y niñas, especialmente en la etapa de educación primaria, donde se enfrentan a diversos cambios y desafíos que requieren de una adecuada regulación emocional.

En primaria es un momento clave para trabajar la inteligencia emocional, ya que los alumnos están a punto de enfrentar una etapa educativa y transitar a otra con mayores exigencias y responsabilidades. Además, en esta edad se producen importantes cambios físicos, psicológicos y sociales que afectan al autoconcepto, la autoestima, la identidad y las relaciones interpersonales de los alumnos. Por ello, es necesario dotarlos de herramientas que les permitan afrontar estos cambios con confianza, seguridad y respeto.

La inteligencia emocional en primaria tiene múltiples beneficios para el bienestar y el aprendizaje de los alumnos. Entre ellos se pueden mencionar: el aumento de la motivación, la creatividad, la atención y la memoria; la mejora del rendimiento académico, la conducta y la convivencia; la prevención del estrés, la ansiedad, el aburrimiento y el fracaso escolar; el desarrollo de habilidades sociales como la empatía, el asertividad, la comunicación y la cooperación; y el fomento de valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la responsabilidad.

Por todo lo expuesto, se considera que trabajar la inteligencia emocional en primaria es factible y pertinente para el desarrollo integral de los alumnos. Para ello, se propone diseñar e implementar un programa basado en estrategias y actividades específicas que estimulen las diferentes dimensiones de la inteligencia emocional: autoconocimiento, autocontrol, automotivación, reconocimiento emocional de los demás y habilidades sociales. El objetivo es que los alumnos logren una mayor conciencia y gestión de sus emociones, así como una mejor interacción con sus compañeros, profesores y familiares.

FACTIBILIDAD Y PERMANENCIA

Este programa se fundamenta en los principios teóricos y empíricos de la inteligencia emocional propuestos por autores como Goleman (1995), Mayer y Salovey (1997), Bar-On (1997) o Bisquerra (2003), entre otros. Estos autores coinciden en que la inteligencia emocional es una habilidad que se puede aprender y desarrollar a lo largo de la vida mediante una educación emocional adecuada. Asimismo, existen evidencias científicas que respaldan los beneficios de la inteligencia emocional en el ámbito educativo (Extremera et al., 2004; Fernández-Berrocal et al., 2006; Ruiz-Aranda et al., 2010; Curiel et al., 2018).

El programa se basa también en experiencias exitosas de implementación de programas de inteligencia emocional en educación primaria realizadas tanto a nivel nacional como internacional. Algunos ejemplos son: el Programa Aulas Felices (Pérez-Escoda et al., 2016), el Programa Inteligencia Emocional Plena (Domínguez-Sánchez et al., 2019), el Programa RULER (Rivers et al., 2013) o el Programa Lions Quest Skills for Growing (Elias et al., 2015).

Para evaluar la factibilidad del programa se tendrán en cuenta los siguientes criterios: adecuación a los objetivos curriculares de primaria; coherencia con las necesidades e intereses de los alumnos; disponibilidad de recursos humanos, materiales y temporales; participación e implicación del profesorado, alumnado y familias; y viabilidad ética y legal.

Para evaluar la pertenencia del programa se tendrán en cuenta los siguientes criterios: relevancia social y educativa del tema; congruencia con los principios teóricos y empíricos de la inteligencia emocional; adecuación a las características y expectativas de los alumnos; contribución al desarrollo integral de los alumnos; y coherencia con el enfoque pedagógico de la institución educativa.

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, así como de utilizarlas de forma adaptativa para el bienestar personal y social. Esta capacidad es fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes, ya que les permite mejorar su autoestima, su motivación, su aprendizaje, su convivencia y su participación ciudadana.

El plan y programa de estudio 2022 de la educación básica reconoce la importancia de la inteligencia emocional como uno de los siete ejes articuladores del currículo, junto con el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación, la colaboración, el cuidado del ambiente y la cultura digital. Estos ejes buscan conectar los contenidos de diferentes disciplinas dentro de un campo de formación y, al mismo tiempo, vincular las acciones de enseñanza y aprendizaje con la realidad de las y los estudiantes en su vida cotidiana. Freire (2005) afirma que “el currículo es una construcción social que se hace en la práctica y con la práctica” (p. 32).

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