Conceptos y modelos de Evaluación Psicopedagógica

ASIGNATURA:

TALLER I: Conceptos y modelos de Evaluación Psicopedagógica

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Conceptos y modelos de Evaluación Psicopedagógica

La evaluación es un aspecto fundamental dentro del proceso de diagnóstico psicopedagógico y también como parte de las funciones de la orientación. Su conceptualización ha ido variando a lo largo de la historia.

En sus inicios a principios del siglo XX, se entendía la evaluación psicopedagógica como una exploración centrada en el análisis puntual de los déficits del alumno, con fines clasificatorios y diagnósticos y con unos fundamentos teóricos basados en el modelo psicométrico.

A medida que surgen nuevas teorías del aprendizaje y se generan nuevos modelos de evaluación basados en ellas, la conceptualización de la evaluación va cambiando y pasa a ser considerada como un proceso dinámico de búsqueda de información sistemática, con unas bases epistemológicas que varían en función del modelo que las sustenta y que lleva a cabo un análisis del alumno y de su contexto para determinar sus necesidades y proporcionarle una intervención oportuna. Así mismo, se pasa de una concepción en la que se evalúan específicamente las capacidades o déficits del alumno, a modelos que tienen en cuenta, aparte de los factores personales (biológicos, cognitivos, afectivos, motivacionales…), los factores socio-ambientales (familiar, comunitario…) y educacionales (aula, equipo docente, currículo…).

En el presente curso se realiza un recorrido teórico que encuadra todo el proceso de diagnóstico psicopedagógico. Al situarnos en contextos educacionales resulta necesario conocer las principales teorías del aprendizaje, que nos facilitarán la base teórica para desarrollar nuestra labor en base a unos supuestos sólidos. Además, cada una de estas teorías expone su visión acerca de cómo se adquiere, construye y modula el conocimiento.

En base a estas teorías, con influencias de otros campos como la psicología, la sociología o la pedagogía, surgen los modelos propios del proceso de evaluación psicopedagógica, modelos que enmarcarán el procedimiento a seguir a lo largo del proceso de diagnóstico. El conocimiento de estos modelos nos procurará la información necesaria para ser capaces de hacer un buen diseño de evaluación, es decir, para escoger las técnicas e instrumentos precisos según cada caso concreto con el objetivo final de procurar al alumno todos los recursos necesarios para lograr su éxito académico.

Se expondrán también las principales técnicas e instrumentos de evaluación que emplea cada uno de estos modelos así como su descripción y características principales, y se ofrecerán algunos ejemplos prácticos de los más utilizados en este proceso.

Cabe destacar que toda esta información teórica nos dotará de las bases necesarias para llevar a cabo el objetivo final de la evaluación y, en consecuencia, del diagnóstico psicopedagógico, que es el de proveer al alumno de todos los recursos necesarios y personalizados para facilitar su correcta evolución.

EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Esquema de conceptos básicos

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1. Definición y concepto de evaluación psicopedagógica[pic 3]

En este apartado se definen los conceptos más importantes referentes al proceso de evaluación psicológica, así como los cambios que ha sufrido a lo largo de los últimos años, pasando de una concepción categórica y de recogida de datos cuantitativos, a ser considerada como un proceso de búsqueda de información cualitativa y sistemática de información relativa a los alumnos.

Si hablamos de evaluación psicopedagógica, resulta imprescindible definir estos dos conceptos. En primer lugar, y como se ha dicho, la evaluación formaría parte del proceso de diagnóstico psicopedagógico, como una de las funciones del psicopedagogo. A menudo, este término se ha usado indistintamente con otros, como valoración o medición. “La evaluación hace referencia no sólo al alumno, sino a cualquier manifestación o condición educativa: programa, currículum, métodos, recursos, organizaciones”  (Cardona, Chiner & Lattur, 2006: 15), así como a su entorno educativo, familiar y social, teniendo como partes fundamentales la recogida de información, el análisis de ésta y la puesta en marcha de las medidas pertinentes, que se reevaluarán periódicamente con el fin de valorar su efectividad.

Así mismo, el concepto psicopedagógico se refiere exclusivamente a situaciones de enseñanza y aprendizaje, aunando conocimientos de los campos de la psicología y de la educación. Por tanto, resulta importante matizar la diferencia entre la evaluación psicopedagógica y otras como la psicológica o la neuropsicológica, ya que la que aquí nos ocupa está centrada exclusivamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje y tiene en cuenta a todos los agentes que forman parte de éste (docentes, familia, psicopedagogos y el propio alumno) (Henao, Martínez & Tilano, 2007).

En un inicio, la evaluación psicopedagógica se basaba en evaluar, puntualmente y cuando se consideraba preciso, las dificultades y déficits de los alumnos, comparándolos con una muestra normalizada por edad y curso escolar. Actualmente, se entiende la evaluación como un proceso continuado de búsqueda de información sistemática sobre el alumno, llevando a cabo un análisis de contextos para determinar las necesidades que presenta, así como sus fortalezas, y proporcionando una intervención precisa. Por eso, la información obtenida mediante la evaluación del alumno y su entorno y las medidas de ayuda proporcionadas deberán ser reevaluadas constantemente en función de los nuevos resultados del alumno, hasta lograr su éxito académico.

Tal como indica Castaño:

“la evaluación psicopedagógica es un proceso de interacción que se produce entre la situación actual del alumno en orden al desarrollo de sus capacidades (cognitivas, psicomotrices, de interacción social…) y su contexto educativo (especialmente escolar). De este modo puede decirse que tal proceso requiere una primera fase en la cual se recoge información sobre el alumno y su contexto y una segunda fase en la que la información es valorada e interpretada para lograr comprender las interacciones entre ambos y las consecuencias de éstas respecto al aprendizaje y desarrollo del alumno” (Castaño, 2011).

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