ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

UNESCO Y EDUCACION

ADRIANA212221 de Marzo de 2013

8.485 Palabras (34 Páginas)334 Visitas

Página 1 de 34

DECLARACIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE3

Ratificando los términos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual, en su

artículo 26, párrafo 1º, sostiene que “toda persona tiene derecho a la educación”...y que “el acceso a

los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”, así como el

contenido de la Convención sobre la lucha contra la discriminación en el dominio de la educación

(1960), cuyo artículo IV establece que los Estados signatarios se comprometen “a... volver accesible

a todos, en plena igualdad, con base en las capacidades de cada uno, la educación superior...”

Partiendo de las tendencias identificadas en el Documento de política para el cambio y el desarrollo

en la educación superior publicado por la UNESCO en 1995, y de los estudios, debates y reflexiones

realizados desde entonces en la región sobre este documento, los cuales han recomendado

fortalecer la equidad, la calidad, la pertinencia y la internacionalización en el campo de la educación

superior.

Tomando en cuenta que en el umbral del siglo XXI la humanidad, frente al crecimiento del

desempleo, de la pobreza y de la miseria, debe abordar imperativamente el crecimiento con

equidad, la protección del ambiente y la construcción de la paz; y atendiendo las recomendaciones

efectuadas por las Naciones Unidas a través de: (a) el Programa para la Paz, que contiene

principios y sugerencias sobre medidas preventivas que la resguarden y acciones efectivas que la

restituyan cuando irrumpan conflictos incontenibles, y (b) el Programa para el Desarrollo, en el cual

se establecen las bases conceptuales para impulsar el desarrollo humano sostenible y permanente.

Destacando que el desarrollo humano, la democracia y la paz son inseparables, como lo indica la

estrategia a plazo medio de la UNESCO (1996-2001), que orienta los programas de educación

superior de la Organización hacia tres objetivos: ampliar el acceso, la permanencia y las

posibilidades de éxito, sin discriminación alguna, a los sistemas de enseñanza superior; mejorar su

gestión y fortalecer sus vínculos con el mundo del trabajo; y contribuir a la construcción de la paz

impulsando un desarrollo fundado en la justicia, la equidad, la solidaridad y la libertad.

Asumiendo el Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre Educación para el Siglo XXI

en el cual, además de reafirmar las opciones arriba mencionadas, se sostiene que las universidades

de los países en desarrollo tienen la obligación de realizar una investigación que pueda contribuir a

solucionar los problemas más graves de dichos países dado que “les corresponde proponer nuevos

enfoques para el desarrollo que les permitan construir un futuro mejor de forma efectiva”.

Reconociendo que el desarrollo económico y social, en esta particular etapa histórica, caracterizada

por la emergencia de un nuevo paradigma productivo basado en el poder del conocimiento y el

manejo adecuado de la información, depende de la formación de personal altamente capacitado y

de la potencialidad de creación de conocimiento adecuado a las necesidades y carencias

específicas de la región, todo lo cual se origina casi exclusivamente en los establecimientos de

educación superior, instituciones del conocimiento que lo generan, critican y difunden.

Aceptando, por una parte, que la brecha que actualmente separa a los países de la región de los del

mundo desarrollado, se manifiesta, entre otros aspectos, en materia de educación (tasas de

escolarización terciaria), investigación y desarrollo tecnológico (cantidad de personal científico y

técnico, inversión en I/D), e información y comunicaciones, como lo establece el Informe sobre

Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo publicado en 1996; y,

por la otra, que en la casi totalidad de los países de la región, la mayor fuente de I/D es de origen

público, y el porcentaje mayor de unidades de investigación opera dentro del marco de las

universidades, como lo señala el Informe Mundial de la Ciencia difundido por la UNESCO en 1993.

Advirtiendo que sin instituciones de educación superior y de investigación adecuadas, los países en

desarrollo no pueden esperar apropiarse y aplicar los descubrimientos más recientes y, menos

3 Conferencia Regional sobre Políticas y Estrategias para la Transformación de la Educación

Superior en América Latina y el Caribe, La Habana, Cuba, 18 al 22 de noviembre de 1996

46

todavía, aportar sus propias contribuciones al desarrollo y a la reducción de la brecha que separa

estos países de los países industrializados.

Observando que la educación superior en la región muestra entre sus principales tendencias: (a)

una notable expansión de la matrícula estudiantil; (b) la persistencia de desigualdades y dificultades

para la democratización del conocimiento; (c) una restricción relativa de las inversiones públicas en

el sector; (d) la rápida multiplicación y diversificación de las instituciones dedicadas a impartir

distintos tipos de educación terciaria; y (e) una creciente participación del sector privado en la

composición de la oferta educativa.

Estimando que, a pesar de los esfuerzos realizados por las instituciones de educación superior, por

algunos gobiernos de América Latina y el Caribe o por las sociedades de varios países del área para

aumentar las tasas de escolarización postsecundaria, en algunos de ellos aún se está muy lejos de

lograr la cobertura y la calidad requeridas por los procesos de globalización, regionalización y

apertura de las economías, así como de alcanzar una verdadera democratización del conocimiento.

Precisando que estas tendencias, que también se observan a escala mundial, coinciden con

procesos simultáneos y a veces contradictorios de mundialización, regionalización, polarización, y

democratización, marginación y fragmentación, que inciden en el desarrollo de la educación

superior; al tiempo que, en la región, el peso de la deuda externa, el incremento del valor de las

importaciones de bienes y servicios, la reducción de la participación en el comercio mundial, son

factores causales de una situación de desigualdad social que los países del área buscan enfrentar

tanto con agrupamientos regionales y subregionales, como con la instrumentación de diversas

políticas sociales.

Subrayando que, en estos tiempos de cambios - tanto de signo positivo como negativo - de carácter

económico, político o social, corresponde a la educación superior asumir un papel protagónico en el

estudio crítico de esos cambios y en el esfuerzo prospectivo de predicción e incluso de conducción,

mediante la creación y transmisión de conocimiento pertinente; y que, para ello, la educación

superior debe, prioritariamente, encarar su propia transformación, proceso en el cual se requiere la

participación de toda la sociedad, además de la del propio sector educativo.

Recordando que en América Latina, la Reforma de Córdoba (1918), aunque respondiendo a

necesidades de una sociedad muy diferente a la actual, se destacó por impulsar un movimiento de

democratización universitaria, insistiendo en la implantación de vínculos amplios y sólidos entre la

acción de las universidades y los requerimientos de la sociedad, principio que hoy reaparece

guiando el proceso de transformación en marcha de la educación superior en la región, concebido

como un fenómeno continuo y destinado a diseñar un esquema institucional original y adecuado a

las necesidades actuales y futuras de sus países.

Señalando que cualquier intento consistente para superar la calidad y pertinencia de la educación

superior requiere una transformación significativa de todo el sistema educativo; y que la solución de

los problemas financieros de la educación superior en América Latina y el Caribe no consiste en

redistribuir los escasos recursos existentes entre los distintos niveles del sector, sino en transferir

recursos de otros sectores menos prioritarios, mejorar la distribución del ingreso y diversificar las

fuentes de financiamiento, todo lo cual debe ser el resultado de una búsqueda emprendida con la

participación del Estado, la sociedad civil, las comunidades profesionales y empresariales para

responder de esta manera en forma conjunta y equitativa a las necesidades de los diferentes

componentes de la sociedad.

Los participantes de la Conferencia Regional de la UNESCO sobre Políticas y Estrategias

para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y el Caribe, provenientes

de 26 países, reunidos en La Habana, Cuba, del 18 al 22 de noviembre de 1996, proclamamos

que:

1. La educación en general, y la superior en particular, son instrumentos esenciales para

enfrentar exitosamente los desafíos del mundo moderno y para formar ciudadanos capaces

de construir una sociedad más justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los

derechos humanos y el uso compartido del conocimiento

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (62 Kb)
Leer 33 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com