El alma humana

1. PROBLEMA

¿Puede el alma humana sin el cuerpo existir con sus funciones superiores? (inteligencia, voluntad, estimativa, facultad sentimental).

2. DIFICULTADES.

2.1 Donde falta el cerebro, parte vital del cuerpo, se nos dice, no hay pensamiento, y donde quiera que se encuentra el cerebro, allí se halla también el conocimiento, al menos en cierto modo; y, por último, el desarrollo del conocimiento y el del cerebro están siempre en proporción; lo que afecta al uno afecta al otro. La especie, la edad, la enfermedad, el sexo, tiene a la vez sobre el cerebro y sobre la facultad de conocer una influencia completamente parecida. La inteligencia y la imaginación trabajan sobre el organismo, sirviendo de intermedios el cerebro y los nervios, como el organismo trabaja a su vez sobre la imaginación y el pensamiento mediante el sistema nervioso y el cerebro.

2.2 La actividad mental sería el equivalente exacto de la oxidación del cerebro. «Los modos de conciencia, llamados presión, movimiento muscular, sensación de sonido, de luz y de calor, dice, son producidos en nosotros por fuerzas que, si se gastasen de otra manera, quebrantarían en fragmentos o reducirían a polvo pedazos de materia, engendrarían vibraciones en los objetos de alrededor, obrarían combinaciones químicas o harían pasar ciertas substancias del estado sólido al líquido... Igualado todo, lo que yo llamo cantidad de conciencia está determinado por los elementos constitutivos de la sangre... La cantidad de acción mental guarda relación con la oxidación del fósforo que entra en la composición de la substancia del cerebro.» De tales datos el materialismo saca por conclusión que el pensamiento no es más que una secreción del cerebro, esto según la ley a los fenómenos del conocimiento de Herbert Spencer.

2.3 Los actos se producen, no solamente respecto a las funciones que son absolutamente instintivas, y en las cuales no tiene parte el hábito, sino también respecto a las que resultan de una costumbre o un amaestramiento. Por ejemplo, el pianista que toca una pieza, el hombre que habla una lengua difícil de pronunciar, el que traza complicados caracteres, no llegan a la rapidez de ejecución que les vemos, sino por los movimientos que son reflejos que en su organismo se coordinan.

3. SED CONTRA.

3.1 Por más que sólo en seres provistos de un sistema nervioso se den las sensaciones, no se puede mirar la relación proporcional del cerebro con el pensamiento del alma como un punto científicamente probado.

3.2 La materia de los órganos concurre con las facultades sensitivas tiende a producir la sensación y sus diversas transformaciones. ¿De ahí que las sensaciones sean debidas a las fuerzas físicas, químicas y mecánicas del cerebro? Nada de eso, porque esas sensaciones suponen un principio simple y único, que es precisamente el principio de la vida.

3.3 Los fenómenos propiamente intelectuales no radican en el cerebro.

3.4 Todas nuestras sensaciones tienen por causa un principio único y simple que anima todo nuestro organismo

4. RESPUESTA

Se responde diciendo el alma es en sí

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