Lenguaje Como Problema Filosofico

El lenguaje y nuestro pensamiento

El lenguaje es un conjunto de sonidos, gestos, convenciones y signos, a través del cual los humanos podemos comunicarnos. No se sabe exactamente cuando nació pero todos nos hemos valido de él a través de los años para poder lograr lo que queremos; al lograr aprenderlo correctamente, podemos comunicarlos con los demás, y expresarles nuestras ideas y sentimientos; gracias a este “sencillo” factor es que podemos diferenciarnos de los animales. El lenguaje como problema filosófico radica en que al comunicarnos y entendernos mediante él, utilizando las convenciones, gestos y sonidos que han sido establecidos en nuestra región, pueden generarse mal entendidos y confusiones, debido a que éstas pueden variar según la región del mundo en la cual nos encontremos. Ésta situación nos lleva a generarnos varias preguntas, por ello la analizaremos en los siguientes subtemas: el lenguaje y el pensamiento, la verdad medida por las palabras y por último la barrera que han impuesto en nuestra mente mediante el lenguaje.

Todo lo que nos rodea y conocemos lo consideramos real. Esto se debe a que al nombrar ese algo pasamos a percibirlo como parte de nuestra realidad. Cada palabra que sabemos, al pronunciar la, la relacionamos directamente con un algo, que ha sido previamente almacenado en nuestra mente y dándole una concepción real, mostrándonos que el lenguaje y el pensamiento están fuertemente ligados. Un ejemplo claro de esto son los sentimientos y las emociones: la alegría, el enojo, el amor, el odio, son “cosas” que solo nombrándolas podemos saber que existen y que las percibimos. En resumidas palabras, para poder encontrar algún sentido en el lenguaje, se debemos unir la palabra y el pensamiento, si no, no podríamos pensar de manera racional, cosa que nos diferencia de los otros seres. Como ya dijimos anteriormente, la capacidad de pensar esta relacionada con nuestro idioma, por eso se generó la famosa frase del filosofo René Descartes*2: “Pienso, luego existo”, y a veces cuando pensamos algo y no sabemos como decirlo es porque posiblemente este algo no tiene sentido, por eso es que no podemos expresarlo.

Mucho se ha estudiado, discutido, profundizado y filosofado a cerca del término o concepto “verdad”. Para poderse hablar de verdad, se debe escoger un contexto especifico ya que no nos podemos referir a una palabra como verdadera o falsa, debido a que como ya habíamos dicho las palabras no siempre significan cosas sino representaciones mentales. El hombre considera la verdad como algo que se ha dicho y decide creerlo, aunque esto sea solo una idea, una “ilusión” como por ejemplo cuando alguien nos habla de un computador, todos sabemos que hay varios tipos de computadores, pero a la hora de la verdad, siempre nos imaginaremos “el mismo”. Si analizamos un poco más, podemos darnos cuenta que la verdad es muy subjetiva y como ya se dijo prácticamente una ilusión o un acto de fe, porque una persona en su modo de pensar puede crear una verdad que le sea conveniente o que no lo sea dependiendo de lo que desee, manipulando la.

¿Qué opinarían ustedes si les dijeran que el mundo, todo lo que conocen y creen real, se encuentra limitado por las palabras, y que la sociedad se ha encargado de inculcar esa percepción en sus mentes a través de los siglos? Probablemente se sentirían algo confundidos y sorprendidos, porque saben que es cierto. Todo lo que vemos y percibimos, se encuentra guardado en nuestras mentes, cada objeto, sensación, tiene un nombre y un significado especifico, pero nunca nos hemos puesto a pensar en que nadie nos cuestionó sobre ello, sobre porque cada cosa se “llama” así, solo no lo enseñaron, las palabras, los gestos, todo. Desde que estábamos muy pequeños la sociedad, los profesores y los padres se han encargado de “educarnos” enseñándonos su lenguaje, limitándonos involuntariamente. Este lenguaje que hemos aprendido nos ha “cerrado las puertas” delimitándonos a nombrar cada cosa un nombre y solo un nombre especifico, si nos atrevemos a llamar un objeto con otro nombre, nadie comprendería a lo que nos referimos y simplemente ignorarían lo que hubiéramos dicho, también podría ocurrir una situación similar si nos desplazamos de un país a otro, la gran mayoría de las personas no comprenderían

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