Audición Y Lenguaje
667132521913 de Marzo de 2015
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audición y de lenguaje del 5to semestre.
Este ensayo va dirigido a todos aquellos que desean obtener información sobre la sordera y sus ámbitos relacionado a las personas sordas. Y el tema a elegir es: ¿Qué se evalúa el sordo o la sordera?, pero antes de impartir me gustaría especificar ¿qué es sordera?, es la pérdida auditiva en donde la persona se le dificulta percibir los sonidos, por lo cual existe 4 diferentes tipos de sordera y estas son: pérdida ligera, pérdida media, pérdida severa y pérdida profunda. Puede llegarse a ocasionar gracias a accidentes, enfermedades o bien sean hereditarios.
Si la persona presenta sordera desde el nacimiento requerirá aprender la natal lengua de señas mexicanas (LSM), para que así se pueda comunicar con los demás. Es de suma importancia implementarla cuando se detecte una pérdida auditiva, si la detección es a tiempo, la persona deberá de asistir a una escuela especial, en donde les darán las herramientas necesarias para que pueda superarse en todos los ámbitos posibles que le sean posibles.
En el supuesto caso que la persona provenga de una familia oyente y esta tenga una pérdida auditiva, su contexto familiar será muy diferente al de los demás, es decir tendrá una gran importancia en el desarrollo y aprendizaje de cualquier alumno que presente estas características, ya que sus relaciones familiares, social y emocional. Dara un seguimiento de los dichos progresos, y las expectativas hacia esta persona, son factores que tienen gran influencia en la evolución de los niños. En el caso de la persona sorda, además de aquellos, hay un aspecto del entorno familiar que tiene una especial relevancia: el tipo de comunicación que se utiliza en el hogar. La forma y el estilo de comunicación que utilizan los padres con las personas sordas tienen una gran importancia para su desarrollo y aprendizaje.
Si los padres también son sordos, existirá un mayor conocimiento de las consecuencias de la sordera, y una habitual comunicación con la lengua de signos, lo que facilitará las relaciones familiares. Si los padres son oyentes, necesitarán más información sobre el mundo del sordo y sobre el modo de comunicación más adecuado para su hijo. De cualquier forma debe haber estrecha coordinación entre el modo de comunicación que se utiliza en el colegio y el que se utiliza en la familia, se tomara en cuenta los conocimientos y capacidades comunicativa, cognitiva y social del niño, así como sus posibilidades de aprendizaje, son un objetivo imprescindible para hacer una evaluación psicopedagógica. Por lo tanto debemos conocer las capacidades a nivel comunicativo-lingüístico. Su objetivo es conocer el nivel fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático que ha alcanzado en su comunicación oral y, si utiliza otra modalidad comunicativa, en la lengua de signos. La estrategia más adecuada suele ser la observación en situaciones de interacción.
Respecto a que se evalúa al sordo o la sordera? Se considera que prácticamente a los dos solo que es al mismo sujeto al que se le evaluara ,es decir la evaluación de los niños sordos Debe abarcar dos ámbitos claramente diferenciados, aunque interrelacionados, que son competencia de distintos profesionales: la medición de la audición y la evaluación psicopedagógica.
En el caso de los alumnos sordos el principal riesgo que entraña la evaluación de su aprendizaje es el de no diferenciar claramente entre la evaluación del dominio de los contenidos de las distintas áreas, de la evaluación de su nivel lingüístico. Siempre que la evaluación se realice a través de la lengua oral o escrita los profesores deben ser muy cuidadosos para no confundir el “fondo” con la “forma”. Esto es realmente importante si queremos conocer el dominio de los objetivos y contenidos propuestos y no estar evaluando continuamente su nivel lingüístico. Por ello como antes comentábamos es imprescindible que no se empleen exclusivamente pruebas orales y escritas y se utilicen para la evaluación procedimientos diversos: observaciones, representaciones gráficas, demostraciones, etc.
Evaluación del alumno.
La información que nos interesa obtener aquí es la referida a los aspectos de su desarrollo, al nivel de competencia curricular alcanzado, al estilo de aprendizaje y su motivación para aprender. También nos interesará conocer detalles relativos al entorno del alumno. Toda esta información nos será útil para determinar sus necesidades educativas. En cuanto a su desarrollo general es adecuado recoger información en torno a los aspectos biológicos y médicos del alumno deficiente auditivo: tipo de pérdida auditiva, grado, edad de aparición, restos auditivos conservados, agudeza visual, presencia o ausencia de otros trastornos añadidos, etc. En el alumno deficiente auditivo es necesario conocer también los hitos más importantes de su desarrollo motor: edad del inicio de la de ambulación, control postural, equilibrio, lateralidad...En los aspectos intelectuales incidiremos en la información sobre sus capacidades básicas (percepción, procesamiento de la información, atención, memoria, procesos de razonamiento con estímulos verbales, cuando sea posible, y con estímulos visuales).Para los aspectos comunicativos y lingüísticos es muy importante disponer de una evaluación detallada ya que en los alumnos deficientes auditivos ésta es normalmente el área que tienen más comprometida. Así, hemos de conocer su competencia lingüística en el dominio fonológico, morfosintáctico, léxico y pragmático. también sus habilidades en otros lenguajes o sistemas de comunicación utilizador por él y que no recoge el currículo ordinario: lenguaje de signos, palabra complementada, bimodal, etc.
Los aspectos emocionales también habrán de ser evaluados habida cuenta de su incidencia en el proceso de aprendizaje. Nos interesaremos por su autoestima, su sentimiento de confianza en sí mismo y en los demás... Asimismo, incidiremos en su adaptación e inserción social tanto en el ambiente educativo como en el familiar y social.
La evaluación de todos estos aspectos habitualmente es realizada por los Servicios Especializados de Orientación educativa, psicopedagógica y profesional quienes proporcionan al centro donde está escolarizado el alumno deficiente auditivo la información oportuna para que el profesorado pueda responder mejor a las necesidades de estos alumnos. El nivel de competencia curricular hace referencia al dominio del alumno en relación a los objetivos y contenidos de las diferentes áreas del currículo ordinario. En el proceso a seguir para determinar su nivel de competencia curricular se deberían atender a los siguientes aspectos:
• Determinar las áreas curriculares sobre las que es preciso realizar una evaluación en profundidad. Con los alumnos deficientes auditivos se insistirá en las áreas donde estos alumnos cuentan con más dificultades: Lengua Castellana y Literatura, Conocimientos del Medio...
• Considerar la situación de partida del alumno: alumno escolarizado por primera vez, por ejemplo en contraposición a otro alumno con 6 años de escolaridad.
• Tener en cuenta el momento en que se realiza la evaluación: si se realiza a mitad de curso o ciclo se tendrá que evaluar su nivel de competencia con relación a los objetivos y contenidos del ciclo anterior y con todos aquellos contenidos que hayan sido trabajados hasta ese momento.
Las técnicas e instrumentos para valorar el nivel de competencia curricular habrán de ser variadas. Para algunos alumnos por ejemplo, serán suficientes las pruebas objetivas. Para otros, en cambio, será más útil emplear entrevistas y ante determinados contenidos será necesaria la observación en situaciones naturales. También son valiosos los registros en los que se refleja de forma clara la información obtenida. Con los alumnos deficientes auditivos tendremos que asegurarnos de que las técnicas y procedimientos de evaluación sirvan realmente para la finalidad prevista En el estilo de aprendizaje y motivación para aprender abordaremos la manera cómo el alumno realiza las tareas. El conjunto de los aspectos que conforman la manera de aprender de un alumno es lo que se conoce como estilo de aprendizaje. Así, valoraremos en qué condiciones ambientales trabaja con mayor comodidad y cuáles son sus respuestas ante los diferentes agrupamientos a la hora de realizar las tareas escolares. Observaremos también cuál es su nivel de atención (momentos en los que centra mejor su atención, tipo de concentración...). Con los alumnos deficientes auditivos es muy recomendable controlar adecuadamente su curva de fatiga ya que ellos utilizan la visión para explorar el ambiente con el cansancio que ello acarrea y a diferencia del al del alumno oyente que dispone de la alerta auditiva. Hemos de analizar las estrategias que emplea para la resolución de las tareas: si es reflexivo o impulsivo, tipos de errores que comete y ritmo de aprendizaje. En algunas tareas realizadas por algunos deficientes auditivos observaremos cierta tendencia hacia la impulsividad. En ello puede influir más que su dificultad auditiva su particular historia de aprendizaje.
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