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RESUMEN HOMO VIDENS, UNA SOCIEDAD TELEDIRIGIDA


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2014  •  1.321 Palabras (6 Páginas)  •  638 Visitas

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HOMO VIDENS, UNA SOCIEDAD TELEDIRIGIDA

En la primera parte del libro, "La primacía de la imagen", Sartori describe el proceso por el cual se ha incorporado abiertamente la televisión en la vida diaria del hombre, la influencia que tiene entre la niñez, que se manifiesta con la aparición del video-niño, una generación educada por y para la televisión, los videojuegos y finalmente el Internet, se ocupa de la actual preponderancia de lo visible sobre lo inteligible. Contempla como la revolución multimedia, está transformando al homo “sapiens”, producto de la cultura escrita, en un “homo videns”, para el cual la palabra ha sido anulada por la imagen.

Con todo ello, el papel determinante lo tiene la televisión, debido a que priva la imagen, lo cual, ha llevado a ver sin entender que ha acabado con el pensamiento abstracto, con las ideas claras y distintas. La televisión está produciendo una metamorfosis en la sociedad. No es sólo un instrumento de comunicación, sino también, un instrumento que genera un tipo de ser humano nuevo (estereotipos). El video-niño se convierte en un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura.

Si la televisión explicara mejor, se podría producir una integración positiva entre “homo sapiens” y “homo videns”. Sin embargo, no existe una integración, sino una sustracción, por lo tanto, el acto de ver está siendo debilitado a la capacidad de entender, pues la televisión da explicaciones insuficientes y distorsionadas sobre la imagen mostrada.

La televisión, en la actualidad, es obsoleta, debido a las nuevas fronteras, Internet y el ciberespacio; más la televisión al fragmentarse -por cable o vía satélite- entra en competencia con la red de redes. Hace notar que el homo videns, ha sustituido el lenguaje conceptual (abstracto) por el lenguaje perceptivo (concreto) que resulta ser más pobre en cuanto a la riqueza de significado, es decir, pierde la capacidad de analizar las ideas del lenguaje guiándose simplemente por las imágenes.

En la segunda parte, Sartori investiga lo que es "La opinión teledirigida", en ella se abordan temas en torno a las repercusiones sociales que ha tenido la aceptación sin límites de lo que se dice en la televisión, el no cuestionamiento de lo que aparece en la televisión, tomándolo como la verdad absoluta respecto a la vida política y social del mundo en el que vivimos y por lo tanto, el pueblo opina sobre todo en función de cómo la televisión le induce.

Otro punto que toca Sartori, en la segunda parte del libro, es el cómo los gobiernos han utilizado a los medios de comunicación, pero fue a partir de la segunda mitad del siglo XX, que utilizaron a los recién medios electrónicos para influir considerablemente entre la opinión pública y las consecuencias que esto trae, pues se habla ahora de una sociedad democrática, justa y comunicada, cuando realmente se está hablando de la videocracia, hacer legitimar el poder político a través de los medios esencialmente la televisión con un fuerte bombardeo de imágenes, está fabricando una opinión heterodirigida que aparentemente refuerza, pero que en sustancia vacía la democracia como gobierno de opinión.

La formación de la opinión cambio mucho con este medio de comunicación, dado que ahora solo se ve y se está perdiendo, sino es que ya se perdió al acto de discurrir, porque el ojo cree lo que ve. El gobierno utiliza los sondeos para poder tener una idea más clara de lo que el pueblo necesita, pero estas respuestas se pueden manipular por medio de la televisión, esto es, se hace una entrevista con preguntas cerradas y el público, las contesta, dando lugar a una falsa opinión u mejor dicho, una opinión dirigida. Cerrando el círculo de respuestas.

La televisión refleja los cambios que ella misma promueve e inspira a largo plazo y no refleja los cambios de la sociedad y su cultura.

Las distorsiones informativas más importantes son: las falsas estadísticas y las entrevistas casuales. De la misma forma la desinformación se alimenta de dos distorsiones informativas: premiar la excentricidad y alentar el ataque y la agresividad.

La

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