Conductas que rigen el comportamiento organizacional

UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

CARRERA DE IDIOMAS MODERNOS

SECCIÓN: 3M

Asignatura:

DEONTOLOGÍA Y ACTITUD UNIVERSITARIA

Temática:

CONDUCTAS QUE RIGEN EL COMPORTAMIENTO DE UN PROFESIONAL

DEFINICIÓN DE TERMINOS: ROL, AUTORIDAD, JERARQUÍA, PODER, INFLUENCIA Y OBEDIENCIA

LIDERAZGO Y TIPOS

Participantes:

Jaimes Neydis; C.I. 29.890.689

Meza Andrea; C.I. 29.849.383

Nieves Valeria; C.I. 30.213.683

Peña Haydemar; C.I. 28.066.689

Piñero María Valentina; C.I. 29.524.432

Rea Susej; C.I. 29.550.020

Rojas Gabriel; C.I. 28.064.444

Veliz Fedra; C.I. 28.295.474

Facilitadora:

Prof. Sandra Villanueva

San Diego, marzo 2020

Es importante iniciar esta temática, haciendo mención a que desde pequeños somos orientados o se le coloca acento en lo que es bueno o no de hacer, con la finalidad de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana; puesto que dichas normas existen en la conciencia de cada uno, provocando la existencia de diferentes puntos de vista, lo que conlleva a considerar diversas respuestas existenciales que ejercen las personas frente a ellas.

En este sentido, hay un marcado interés por la educación para la ciudadanía, cuyo objetivo es contribuir a formar personas más competentes cívicamente, y que puedan comprometerse con las responsabilidades colectivas desde su profesión.

Los códigos de conducta profesional, generalmente se basan en los principios éticos, ya sea de manera explícita o implícita. Por lo tanto, la ética profesional es definida por Fuentes (2006) como un conjunto de principios, valores y normas que indican cómo debe comportarse un profesional para que su ejercicio sea considerado digno, estableciendo los mejores criterios, conceptos y actitudes para guiar la conducta de él mismo por razón de los más elevados fines que puedan atribuirse a la profesión que ejerce, así como sus relaciones con los que le rodean, tomando en cuenta la independencia, autodisciplina e integridad moral del profesional.

A lo anterior, se incorpora que existen cuatro principios de la ética profesional, en que coinciden la mayor parte de los autores que trabajan el tema de la ética profesional y que los mencionan como: beneficencia o beneficio, no maleficencia, autonomía y justicia.

Se considera un derecho y un deber establecer normas y principios éticos que inspiren y regulen el ejercicio profesional y las conductas que rigen el comportamiento de cualquier profesional.

El compromiso del cumplimiento de lo expresado, exige un profesional de características especiales, altamente calificado y respaldado por un Código de Ética o deontológico que contemple la complejidad de la interacción humana que se deriva del ejercicio de su profesión.

No obstante, cada profesión ve sus derechos y obligaciones a través de sus propios códigos éticos, y muchas veces esas diferentes visiones o puntos de vista crea tensiones cuando se presentan trabajos inter-disciplinarios. Los enfoques de trabajo colaborativo, interprofesionales dan cuenta de que los códigos de conductas enfrentan retos organizacionales y políticos de una dimensión más amplia y que ello impacta la toma de decisiones.

En definitiva, los equipos profesionales formados con valores coincidentes hacen grandes cosas. Pero claro, no siempre se puede escoger a las personas con quien se trabajará. Es importante saber que hemos de aprender a relacionarnos con personas que tienen comportamientos e incluso valores o conductas diferentes.

Normalmente es más fácil dejarse llevar por las circunstancias, rehuir a la controversia y a las diferencias. Pero lo que realmente da credibilidad a las personas es actuar de acuerdo con sus propios valores. Y esta es una característica del líder. Los grandes líderes luchan por lo que realmente creen, aunque sea incómodo o sean incomprendidos por el entorno.

Y es precisamente aquí al abordar este punto, relacionado con el líder o el liderazgo, donde confluyen una serie de términos, muy relacionados entre sí, como son: rol, autoridad, jerarquía, poder, influencia y obediencia. Su reciprocidad se la da el contexto del líder y los códigos de conducta profesional. Por lo tanto, se hace necesario considerar unos minutos muy teóricos, para definir brevemente estos conceptos:

El rol describe un conjunto de habilidades, competencias y responsabilidades. Y sirven a las tareas para especificar quien las realiza.

El concepto de autoridad se relaciona con el de mando y se refiere a la autoridad que tiene o que ejerce alguien, en este caso un jefe de dependencia por ejemplo sobre los demás miembros; Y en este caso el cargo desempeñado le otorga el derecho de dar órdenes.

Se define jerarquía como la relación de subordinación en cadena, de personas, hechos o ideas, que se basa en un rasgo de índole normativa y, en este caso, objetiva; Las categorías jerárquicas permiten organizar los equipos de una manera efectiva. La jerarquía, por lo tanto, supone un orden descendente o ascendente.

El concepto anterior, suele estar asociado al poder, que es la facultad para hacer algo o el dominio para mandar. Quien ocupa las posiciones más altas de la escala jerárquica, tiene poder sobre los demás.

Asimismo, el significado de influencia a su vez se asocia también al de poder, ya que se trata del dominio o poder que ejerce una persona para determinar la forma de actuar de otra.

La obediencia en este contexto se reconoce como la acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley. Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una tarea o la abstención de algo que se prohíbe.

Luego de estas definiciones, conviene señalar que las relaciones humanas siempre consisten de un complejo entramado de poder, influencia, jerarquía, autoridad, obediencia y es por eso que hoy

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